15 -Abril- 2012.
¡Buenos días, estimados amigos!
Paso a contarles la Carta Pastoral que el Arzobispo Monseñor Juan José Asenjo Pelegrina ha escrito para hoy domingo, se titula:
"Inscribir a vuestros hijos en la clase de Religión".
El Arzobispo comienza la carta recordando que La Constitución Española y los acuerdos subscritos con la Santa Sede, avalan el derecho de los padres a elegir la clase de Religión para sus hijos:
- "No se trata pues, de un privilegio lo que se concede a los católicos, ni de una concepción graciosa del Estado.
Como reconoce nuestra Carta Magna, los padres tienen el derecho inalienable de elegir el tipo de educación que desean para sus hijos, sobre todo en el plano moral y religioso; derecho que los poderes públicos no pueden ni limitar ni suprimir, sin incurrir en una arbitrariedad injustificable en un Estado Democrático, sería un atropello.
Los padres y los alumnos tienen derecho a que la enseñanza religiosa escolar se imparta en condiciones análogas a las demás áreas sin introducir limitaciones o trabas que discriminen la impartición de esta enseñanza, que en ocasiones dan la impresión de querer asfixiarla, presentándola como si fuera una materia marginal o un peso debido a la carga curricular.
No faltan quienes opinan que la escuela no es el lugar propio de la formación religiosa, que pertenece más bien al ámbito familiar o a la Catequesis que ha de impartirse en la Parroquia.
Es la postura de quienes desearían que la religión fuera desalojada de la Escuela Pública.
La familia y la parroquia tiene ciertamente un puesto insustituible en la educación cristiana de nuestros hijos y jóvenes, como lo debe tener también la escuela, si quiere educar integralmente a las nuevas generaciones".
Monseñor Asenjo subraya los valores y conocimientos que proporciona la formación religiosa escolar, y destaca un componente de primer orden a la hora de configurar la condición de nuestros jóvenes como futuros ciudadanos:
- "La formación religiosa ofrece al alumno principios y criterios morales seguros de comportamiento para con Dios y para con el prójimo, tanto en el plano personal como social, aspectos tan decisivos como la convivencia, el respeto por todos, la justicia, la entrega a los demás, el sacrificio, la fraternidad y el servicio; de forma que bien podemos decir, que la educación religiosa escolar encierra un evidente valor social, pues ayuda a formar buenos ciudadanos, aspecto éste que nuestras autoridades deberían valorar como se merece".
Continúa la carta haciendo hincapié en que por encima de los conocimientos y valores que se desprenden de una asignatura como esta, la religión en la escuela supone un plus que no siempre se tiene muy en cuenta.
- "Con todo, lo más importante que la asignatura de Religión puede brindar a los alumnos, es el encuentro con Cristo: Camino, Verdad y Vida de los hombres y única esperanza para el mundo; el Único que puede dar respuesta a las ansias infinitas de felicidad que bullen en los corazones de nuestros adolescentes y jóvenes".
Concluye con unas palabras de aliento hacia los profesores de Religión:
- "Invito por último a los profesores a tomarse muy en serio, la responsabilidad que les encomienda la Iglesia.
A todos ellos manifiesto mi afecto, aprecio y gratitud por la tarea que realizan, a veces con muchas dificultades".
¡Hasta siempre, amigos/as!
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