"Ventana abierta"
Reflexión Día de la Madre
por escuelasansebastian
Estimada Comunidad Escolar:
Padre Las Casas
Un fraternal saludo en Cristo Jesús, nuestro Señor y Salvador. Que el Señor y la Santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre Nuestra, nos bendigan a cada uno de nosotros, y especialmente en este día a nuestras madres, y a todas las madres del mundo.
¿Por qué el Día de la Madre?
Desde las grandes civilizaciones clásicas, y a través de los años, las diferentes culturas han destacado el gran misterio de la maternidad. Desde principios del siglo XX, siglo pasado, la sociedad mundial ha considerado que es necesario fijar una fecha en que se valore y se destaque el papel que las madres cumplen en la vida de cada ser humano. Por esa razón se fijó el segundo domingo del mes de Mayo para celebrar el día de la madre. En muchos países, y también en Chile, se fijó oficialmente el 10 de Mayo como el Día de la Madre, fecha que se cambia al día domingo más cercano, para que todas las personas que trabajan, fuera de sus casas, también puedan participar de esta hermosa celebración.
Este es un gran día en el que contemplamos un gran misterio, el de un ser frágil, sencillo y delicado, que es toda mujer a la que se le ha dado el participar como protagonista en la obra de la creación de un nuevo ser, imagen y reflejo del mismo Dios.
Las madres son el comienzo de la vida, la protección, la alegría y la esperanza. Ser madre no significa solamente criar y satisfacer las necesidades de sus hijos.
Representan el amor y apoyo incondicionales en su desarrollo como personas. Por esto, y por mucho más, es que se honra de manera muy especial a todas las madres del mundo.
Todos los días del año debieran ser Día de la Madre, pues ella está siempre con nosotros. El amor a la madre, no se demuestra sólo con regalos, pues no existe ninguno capaz de cubrir el precio de su amor.
Este día, dedicado a honrar al ser más hermoso que Dios ha puesto en la tierra, debería ser un día de reflexión, para ver si nuestra conducta de hijos es digna del amor infinito de ese ser que tiene mucho de Dios por la inmensidad de su amor.
El regalo de una madre es tan grande, que hasta Dios, hecho hombre, quiso tener una para hacerse presente en este mundo: La Virgen María, madre real de Jesús, el Cristo, el Salvador.
En la Santa Biblia, en el Libro de los Proverbios, podemos descubrir cómo se alaba a la mujer sabia, prudente y fiel a su familia:
Elogio de la mujer virtuosa.
(Leer Proverbios 31:10-31)
10 Mujer virtuosa, ¿Quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
11 El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias.
12 Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida…
Se pueden decir y expresar muchas ideas sobre la misión y el sentido trascendental de ser madre, pero queremos destacarlas en este día a través de un hermoso testimonio anónimo, que quizás nos identifica a cada uno de nosotros con nuestra madre.
Que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor, y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados. Una mujer que siendo joven, tiene la reflexión de una anciana y en la vejez trabaja con el vigor de la juventud. Una mujer, que si es ignorante, descubre con más acierto los secretos de la vida que un sabio, y si es instruida se acomoda a la simplicidad de los niños. Una mujer, que siendo pobre se satisface con los que ama, y siendo rica daría con gusto sus tesoros por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud. Una mujer que siendo vigorosa, se estremece con el llanto de un niño, y siendo débil se reviste a veces con la bravura de un león. Una mujer que mientras vive no la sabemos estimar, porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero después de muerta daríamos todo lo que poseemos por mirarla de nuevo un solo instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de sus labios. De esa mujer no me pidas el nombre, si no quieres que empape en lágrimas el pañuelo… esa mujer yo la vi por el camino.
¡Es mi Madre!
Estimados y estimadas hermanas y hermanos en Cristo Jesús, en este Día de la Madre, y todos los días venideros, quienes aún tienen la dicha de tenerla con vida, tienen la oportunidad de agasajarla, demostrarle su cariño y gratitud con hechos concretos, amarlas y preocuparse de ellas en todo momento. Para los que sus madres ya partieron a la "Casa del Padre", lo más grande pàra ellas es elevar una oración al cielo, con la seguridad de que desde allá, una ángel de amor les sigue cuidando y protegiendo.
Que nuestra Madre María, modelo de mujer, esposa y madre, las cubra con su manto, que sea también una inspiración y ejemplo para todas las mamás. Que Dios derrame todas sus bendiciones sobre nuestras madres.
Que María Santísima, la Madre del Amor Hermoso, la Madre Purísima, acompañe siempre a las mamás en esta santa misión de ser madres, y les alcance del fruto de sus entrañas, de su Hijo amadísimo Jesús, la gracia de seguir siendo, hasta el día de su muerte, portadoras de amor y vida.
Saludos a la Santísima Virgen María, la Madre del Mesías y madre nuestra, la Madre de las Madres.
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