"Ventana abierta"
Dominicas Lerma
Comentarios a la Palabra de Dios
DOMINGO DE LA
SANTISIMA TRINIDAD
CICLO C
Pr. 8, 22-31
22 « Yahveh me creó,
primicia de su camino,
antes que sus obras
más antiguas.
23 Desde la eternidad
fui fundada,
desde el principio,
antes que la tierra.
24 Cuando no existían
los abismos fui engendrada,
cuando no había
fuentes cargadas de agua.
25 Antes que los
montes fuesen asentados,
antes que las
colinas, fui engendrada.
26 No había hecho aún
la tierra ni los campos,
ni el polvo
primordial del orbe.
27 Cuando asentó los
cielos, allí estaba yo,
cuando trazó un
círculo sobre la faz del abismo,
28 cuando arriba
condensó las nubes,
cuando afianzó las
fuentes del abismo,
29 cuando al mar dio
su precepto
- y las aguas no
rebasarán su orilla -
cuando asentó los
cimientos de la tierra,
30 yo estaba allí,
como arquitecto,
y era yo todos los
días su delicia,
jugando en su
presencia en todo tiempo,
31 jugando por el
orbe de su tierra;
y mis delicias están
con los hijos de los hombres. »
- Mientras que
los judíos estuvieron tentados de politeísmo la doctrina de la
sabiduría apenas se desarrolló. Se la veía como un atributo importante
de Dios, pero no se la “personificaba” sólo
poéticamente (14, 1). Los textos más recientes de la Biblia personificaban con
preferencia el Espíritu y la Palabra y
hasta la ley. Este texto de Proverbios es el más importante elogio
de la sabiduría.
- Aquí en
Prov. se ve poco la personificación de la Sabiduría en una Persona divina (no
así en Eclo. 4, 11-19; 14, 20-25: 24, 1-29; Sab. 7, 22-8,1).
- El autor
traslada a Dios y a su Sabiduría toda la esperanza que el pueblo había colocado
en un Rey Mesías (Prov. 8).
1) Palabra
“de príncipe” (v.
6). 2) Sabiduría real (v. 12-18) que distribuye dones (Is. 11)
(v. 12; v. 13). Esta sabiduría “es engendrada” (v. 22-23; Sal. 2, 7:
investidura real). Tenemos en Prov. 8 el mismo procedimiento que en Ez. 34,
respecto a los “pastores” de
Israel. A Dios se atribuyen las prerrogativas del rey que se espera y se
prepara poco a poco la idea de un Mesías que es también persona divina.
- Esta
evolución hacia una personificación permitirá más tarde la revelación en
Cristo-Jesús de (Jn. 1, 1-3; I Cor. 1, 24-30; Mt. 11, 19) la personalidad real
de la sabiduría. Igual que la sabiduría Cristo es anterior a toda
creación A) (Jn. 1); ha tomado parte activa en ella B) (Col.
1, 16-17) y como ella conduce finalmente a toda la humanidad a Dios C) (Jn.
6, 39-40).
Rm. 5, 1-5
1 Habiendo, pues,
recibido de la fe nuestra justificación, estamos en paz con Dios, por nuestro
Señor Jesucristo,
2 por quien hemos
obtenido también, mediante la fe, el acceso a esta gracia en la cual nos
hallamos, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
3 Más aún; nos
gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la
paciencia;
4 la paciencia,
virtud probada; la virtud probada, esperanza,
5 y la esperanza
no falla, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el
Espíritu Santo que nos ha sido dado.
- Este
capítulo 5 de la carta a los Romanos es la bisagra de la carta: la
justificación, que sólo depende del amor de Dios, es prenda de paz y
salvación: la Trinidad ha estado y está empeñada en esta obra
que rebasa todos nuestros cálculos: El Amor de Dios Padre entregándonos a
su Hijo, se ha derramado en nuestros corazones por medio del Esp.
Santo. Toda la vida del cristiano, desde su bautismo hasta su muerte, está
sellada con el sello de la Santísima Trinidad: las Tres Personas
habitan en él. Toda la liturgia que celebramos es para gloria de los Tres:
“un solo Señor y no una sola Persona, sino Tres Personas en una sola
naturaleza” (Prefacio de la Misa).
- En estos
versículos tenemos los dones preciosos del amor de Dios: las virtudes
teologales, la paz, la paciencia y la “virtud
probada”.
(v.
1) - Para Pablo el
tiempo presente es tiempo de fe y como tiempo de prueba (v.
3-4). La paz que hemos alcanzado en nuestras relaciones con
Dios por medio de Cristo es un don divino precioso (no es un
descanso, un dormirse (cap. 6). “Paz escatológica, paz con Dios” son esas
relaciones con El de las que podemos gozar ya los
justificados.
(v.
2)
Cristo es quien nos ha dado “acceso a esta gracia” y en ella “estamos firmes” (se intuyen
las exigencias del estado de gracia). Y otro don es “la esperanza@”, nos gloriamos
en ella sin jactancia vana porque Dios nos la ha regalado por creer en
Jesús, Es la misma “gloria de Dios” el
objeto de nuestra esperanza y está cimentada en la obra de Jesucristo.
(v.
3) Otra
gloria nuestra son “las tribulaciones”. ¿Piensa Pablo aquí
en (II Cor. 11, 23-30) y en (II Cor. 11, 30-33)?. Sí, pero también designa el “estado
cristiano”:
el temor, los dolores, la enfermedad, la estrechez, la muerte: todo es “don
de Dios”.
Para el cristiano, por su fe hay coherencia en sus sufrimientos: los acoge como
venidos de Jesús (no se escandaliza), además éstos originan una cadena (en
su aspecto de muerte) de esperanzas que nos llevan a la
Vida. 1) Paciencia = aguante, no huida (II Cor. 8, 2).
(v.
4) En
(II Cor. 10, 18) se afirma ser Dios mismo el que da la aprobación por medio de
la tribulación. 2) Virtud probada. Es Dios quien prueba. 3) Esperanza que
es algo distinto de consolarse o de olvidarse de las penas, es la
irrupción alentadora del pensamiento de la gloria de Dios en medio de la
tribulación. Esta esperanza tiene su razón de ser por el “amor de Dios” en el acto
salvífico de Jesucristo (v. 8). Este don, el Espíritu de Jesús es un constante
don de Dios.
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