"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES QUE, ANTE UNA PRUEBA, TE AGARRES A MARÍA
Hola, buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
LA ANESTESIA ESPIRITUAL
El otro día fui a la clínica para someterme a una
pequeña intervención. Iba segura y confiada en Dios y en la Virgen, que siempre
nos protegen en todos los momentos de nuestra vida.
Entré por fin en una habitación para ponerme el
vestuario adecuado: bata verde, calzas verdes en los pies… Y a esperar mi
turno…
Allí, en casi media hora, te da tiempo a todo… Contemplé
la sala donde estaba, era espantosa: cuatro sillones azul marino, un perchero,
un soporte de suero, una gran pantalla de yo qué sé qué… Y nada más... Bueno
sí, una gran soledad y silencio, y todo de muy mal gusto…
No quedaba otra cosa que mirar dentro de mí y cerrar los
ojos a lo que me parecía desabrimiento y negrura… ¿Y qué encontré en lo
profundo del corazón? Pues una oración insistente y de emergencia. No quería
perder la confianza y el abandono con los que iba a esta pequeña prueba, y me
puse a rezar… No digo a orar, porque en esos momentos no se pueden hacer ni
grandes meditaciones, ni altos vuelos contemplativos...
El Espíritu de Jesús, a una con nosotros, camina a ras
del suelo. Y diría yo que se arrastra, pero lleva cogido a mi espíritu, que no
quiere sentir miedo o preocupación… Y tomé a la Virgen María de la mano y
repetía una y otra vez: “Dios te salve, Reina y Madre…” Y también: “¡Acordaos,
oh piadosísima Virgen María…!” Y esto machaconamente y sin parar, no dejando
resquicio a ningún pensamiento que fuera ajeno a este rezo monótono… Y así hasta
que me llamaron al quirófano. Me pusieron la anestesia local y todo fue bien,
gracias a Dios.
Después, ya en el convento, eché la vista atrás de todo
lo vivido y comprendí algo maravilloso: en la espera, con riesgo, yo me había
estado “inyectando”, o mejor, el Espíritu de Jesús me inyectó, con el rezo
continuo, una “anestesia espiritual” que me había embotado todas las pasiones
negativas que podían aflorar a mi conciencia: miedo, temblor, desconfianza,
sentimiento de estar abandonada y sin auxilio… Todo quedó como sepultado ante
el “¡Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra… a Ti
suspiramos… desde este valle de lágrimas… vuelve a mí tus ojos… oh clemente, oh
piadosa, oh dulce María!”…
Todo esto tenía una “fuerza bruta” que aplastaba por
donde pasaba. Eran los brazos de una voluntad que quería dejarse proteger por
la Virgen, y una fe que, sin ver, cree en la bondad de un Dios, Jesús, bueno y
fuerte conmigo…
Hoy el reto del amor es que, ante una prueba grande o
menos grande, te agarres a María y tires de ella para que te “anestesie el
espíritu”. ¡Saldrás reconfortado y en acción de gracias a María!
VIVE DE CRISTO
https://www.facebook.com/Noviciado-Dominicas-Lerma-21144473686123476
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
©Producciones
es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial. Sólo se permite un uso
para actividades de evangelización siempre que se publiquen sin ningún tipo de
modificación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario