"Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo".
En la Eucaristía sentimos esa presencia, Él está con nosotros. Él anima nuestro caminar.
Mientras hacemos la Comunión Espiritual, vamos a rezar por todos los monjes y monjas de clausura en esta Jornada Proorántibus.
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"Oh Dios, Padre nuestro del Cielo, que has puesto en nuestro corazón el deseo de buscarte, no escondas tu rostro a quienes manifestaste tu gloria en el rostro de Cristo, y haz que quienes has llamado al claustro para buscar a tu Hijo en su propio corazón y descubrirse ellos mismos en el Corazón de Cristo, le miren siempre y solo a Él. Concédeles el Espíritu de la santificación, para que limpios de corazón y ardientes de caridad, puedan contemplarte un día cara a cara, cuando Tú sacies el deseo de sus corazones.
Gloria al Padre que todo lo puede.
Gloria al Hijo único de Dios, Jesucristo, hecho Hombre por amor a los hombres.
Gloria al Espíritu Santo, que es el dador de la vida.
A Ellos la Gloria por eternidad de eternidades.
Amén.
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