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Sean bienvenidos
Invitación y bienvenida
Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.
Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.
Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!
Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.
Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...
Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.
Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
domingo, 25 de diciembre de 2011
Receta de Navidad. Domingo, 25 - Diciembre - 2011
sábado, 24 de diciembre de 2011
Poema a mis nietecitos Víctor y Aarón en su nacimiento.
A ellos va dirigido este poema:
Guardo en mis labios
habitándome nueve meses
un beso enamorado
hasta que mi nieto llegue.
Ya se ha cumplido el plazo.
Ya han pasado los meses.
Ya va a estar mi niño en el mundo
para que yo lo mime y lo bese.
y en casa lo esperé.
El jazmín está creciendo
y la rosa floreciendo,
ya mi nieto está naciendo
y pide paso ¡silencio!
La estancia se oscurecía
cuando el día anochecía
y en mi corazón silente
oigo repicar campanitas.
Y brotan las amapolas
unidas a las espigas,
y nacen las violetas
junto a las margaritas.
¡Qué explosión de color!
¡Qué naturaleza tan viva!
Mi palmira germinó
cuando mi nieto nacía.
Mi cuarto y quinto nieto ya nació.
Todo lo ha engrandecido,
y fuera de la habitación
aún más el campo ha florecido.
Y resurgió su llanto entre las flores
en amoroso y cálido cariño.
Su piel huele a canela.
¡Ha nacido nuestro niño!
Nace otro nieto y su abuela
lo dice a todo el contorno,
huele mi niño a primavera
aunque el invierno esté próximo.
Viene a iluminar nuestra vida
como catarata que ha pasado,
del marzo al diciembre,
del otoño al verano.
Llega la hora del regreso.
Ya de la clínica vienen.
Lo recibimos en casa
y le besamos las sienes.
Y la casa se desborda
con el padre, la madre,
los hijos y los besos,
son como flores que quieren
lanzar su aroma a los vientos.
Nuestro corazón no duerme,
está siempre despierto,
ni sueña, sólo mira
vigilando su sueño.
Va a ser como mis otros nietos.
Criatura idolatrada.
Le haré una alfombra de besos
en la alborada mañana.
Por sus ojitos y su boca.
Por sus bracitos y su pelo.
Por sus lagrimitas blancas,
yo por mi nieto me muero.
Tú lo sabes, niño mío.
Niño mío, yo lo sé.
Tus ojos son dos luceros
por donde yo quiero ver.
Todo lo abres.
Todo lo alegras.
Eres mi cielo
y mi primavera.
Ya canta el ruiseñor
en la mañana serena.
Ven a mis brazos, mi amor,
no llores que me da pena.
No me llores, vida mía.
No me llores tú, jamás,
que mi alma ya suspira
por poderte consolar,
y mis manos también tiemblan
por volverte a acariciar.
Yo quiero oír tu sonrisa.
Quiero escuchar yo tu voz.
Quiero abrazarte en mi pecho
donde late el corazón.
A través del ventanal
mi nieto mira y se fija.
Siente el calor del sol.
El aire le fascina.
Y yo tengo el corazón
cargado de sonrisas.
Mi niño es un ángel
que ha bajado del Cielo,
y un lucero se abre
y lo colma de destellos.
¿Le faltó el lucero al día?
¡No, que bajó del cielo
cuando mi nieto nacía!
La noche está fresca y oscura.
¿Dónde está mi nieto?
¡Dormidito en su cuna!
Amaneció el día
radiante y con sol.
¿Dónde está mi nieto?
¡En mi corazón!
En la estantería tengo
libros que amarillean,
y que guardan dentro
lindas florecillas secas,
cantos y cosas del alma
y poemas de la abuela,
para distraerte, mi niño,
cuando crezcas y comprendas.
Cuando seas mayorcito,
te llevaremos al campo
para jugar con la arena,
porque verte disfrutar
ya nos merece la pena.
Él no sabe cuánto lo quiero.
Es la alegría de mi vida.
Otra estrellita del cielo
que ha llegado bendecida.
Cuando lo tengo en mis brazos
tan suave como una rosa,
yo con tiento lo aprieto
mirando su cara hermosa.
Y a mí me cuenta la luna,
que se despierta llorando
entre las 12 y la 1,
y yo no estoy a su lado
para mecerle la cuna.
Nardos que dan las gracias
oliendo a quien los cuida.
Flores de Ti nacen, Señor,
en todo lo que tocas y miras.
¿Qué puedo decir yo...? Mas digo:
que son mis nietos queridos
lo más hermoso y más puro,
lo más verdadero y bonito
que Tú nos has concedido.
Mis nietos son preciosos.
Son una bendición.
Tú les mandas su Ángel Custodio
porque les quieres un montón.
Oigo tañir las campanas
muy dentro del corazón,
¡¡tocando todas a Gloria
dando las gracias a Dios!!
Simbolismos de Navidad.
Muchas leyendas... pero es el mismo de Daniel 7: Un anciano bonachón con cabellos blancos de eternidad, envuelto en rojo de amor... ¡es Papá Dios!, que viene trayendo regalos: Nuestros ojos, manos, corazón, el aire, las rosas, el sol... y el mejor regalo que nos quiere dar es
¡a Jesús en nuestro corazón!.
Tú y yo tenemos que parecernos a "nuestro Padre", ser generosos, llenar de regalos a familiares, vecinos, amigos... sobre todo tratar de darles a Cristo con amor,
¡como nuestro Papá Dios!
(Dan.7:9-10).
Jesús es "la luz del mundo"... tantas y de tantos colores, son el símbolo del Espíritu Santo de amores, ¡el de las 7 lámparas del Apocalipsis!... y son tantísimas, grandes y pequeñitas, porque son también símbolos de ti y de mí, de cada cristiano, que también somos "la luz del mundo", ¡como Cristo! (Juan 8:12, Apoc.1:13, Mat.5: 14).
"Si cuando nació tu Hijo no tuviste sitio en la posada,
¡ven ahora a mi casa!...",
y millones de cristianos le ofrecemos a la Virgen María nuestra casa hoy día.
Es la característica de la Navidad. "En theus" quiere decir "en Dios"... cuando se está "en Dios", por fuerza hay: entusiasmo, alegría, esperanza, ilusión, sueños lindos de amores... ¡de mil colores!...
Mientras haya un niño con hambre, o un pobre que no tenga pan, podremos tener fiestas, ¡pero no tendremos Navidad!.
Jesús ahora nos espera cada día en la Eucaristía... y esto no es símbolo, ¡es realmente real!... nuestra Navidad de cada día... saturarnos a diario de entusiasmo, de su amor, gozo paz... ¡y darlo a los demás!...
¡y su flaqueza!, añade el mismo verso, ¡más poderosa que el mundo entero!... Jesús está enamorado de ti. Te espera hecho pan y vino cada día. Déjate querer. Ve a recibirlo a diario en la Eucaristía.
Es Navidad.
Gansos salvajes.
Oración de agradecimiento por el nacimiento de un hijo.
La hora crítica ha pasado: Tu paternal asistencia, Señor; ha resuelto en alegría nuestra ilusionada espera.
"Un niño nos ha nacido. Un hijo se nos ha dado".
¡Gloria a Ti, Señor, en los cielos, y paz para nosotros
Mientras te damos gracias, te consagramos también nuestro hijo Aarón: Tú nos lo has dado; lo custodiaremos como tuyo.