"Ventana abierta"
Comentarios breves de Benjamín González Buelta, S.J.
El centro de la parábola está aquí: "¿No tenías que tener compasión de tu compañero como yo la tuve de ti?". El empleado pidió al rey un tiempo para pagar. El rey no le dio un tiempo abrumado por una hipoteca imposible de saldar, sino que le concedió un tiempo nuevo para que estrenase la vida sin el peso de la deuda. No comprendió el regalo, y metió en la cárcel al compañero que sí podía pagarle lo poco que le debía. El mundo se desangra por heridas que ni perdonan ni han sido perdonadas, y estallan conflictos entre personas, familias y pueblos en una espiral de muerte. Acudimos al perdón de Dios: nunca se agota.
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