"Ventana abierta"
TRES REACCIONES ANTE LA RESURRECCIÓN DE JESÚS
Domingo de Pascua
Una elección extraña
José Luis Sicre
Las dos frases más repetidas por la iglesia en este domingo son: “Cristo ha resucitado” y “Dios ha resucitado a Jesús”. Sin embargo, como evangelio para este domingo se ha elegido uno que no tiene como protagonistas ni a Dios, ni a Cristo, ni confiesa su resurrección. Los tres protagonistas que menciona son puramente humanos: María Magdalena, Simón Pedro y el discípulo amado. Ni siquiera hay un ángel. El relato del evangelio de Juan se centra en las reacciones de estos personajes, muy distintas.
María reacciona de forma precipitada: le basta ver que han quitado la losa
del sepulcro para concluir que alguien se ha llevado el cadáver; la
resurrección ni siquiera se le pasa por la cabeza.
Simón Pedro actúa como un inspector de policía diligente: corre al sepulcro y no
se limita, como María, a ver la losa corrida; entra, advierte que las vendas
están en el suelo y que el sudario, en cambio, está enrollado en sitio aparte.
Algo muy extraño. Pero no saca ninguna conclusión.
El discípulo amado también corre, más incluso que Simón
Pedro, pero luego lo espera pacientemente. Y ve lo mismo que Pedro, pero
concluye que Jesús ha resucitado.
El evangelio de san Juan, que tanto nos hace
sufrir a lo largo del año con sus enrevesados discursos, ofrece hoy un mensaje
espléndido: ante la resurrección de Jesús podemos pensar que es un fraude
(María), no saber qué pensar (Pedro) o dar el salto misterioso de la fe
(discípulo amado).
¿Por qué espera el discípulo amado a Pedro?
Es frecuente interpretar este hecho de la
siguiente manera. El discípulo amado (sea Juan o quien fuere) fundó una
comunidad cristiana bastante peculiar, que corría el peligro de considerarse
superior a las demás iglesias y terminar separada de ellas. De hecho, el cuarto
evangelio deja clara la enorme intuición religiosa del fundador, superior a la
de Pedro: le basta ver para creer, igual que más adelante, cuando Jesús se
aparezca en el lago de Galilea, inmediatamente sabe que “es el Señor”. Sin
embargo, su intuición especial no lo sitúa por encima de Pedro, al que espera a
la entrada de la tumba en señal de respeto. La comunidad del discípulo amado,
imitando a su fundador, debe sentirse unida a la iglesia total, de la que Pedro
es responsable.
Las otras dos lecturas: beneficios y
compromisos.
A diferencia del evangelio, las otras dos
lecturas de este domingo (Hechos y Colosenses) afirman rotundamente la
resurrección de Jesús. Aunque son muy distintas, hay algo que las une:
a) las dos mencionan los beneficios de
la resurrección de Jesús para nosotros: el perdón de los pecados (Hechos) y la
gloria futura (Colosenses);
b) las dos afirman que la resurrección de Jesús implica un compromiso para los cristianos: predicar y dar testimonio, como los Apóstoles (Hechos), y aspirar a los bienes de arriba, donde está Cristo, no a los de la tierra (Colosenses).
P. Leonardo
1. Es difícil creer en un crucificado, un
fracasado (Ese no es mi camino…)
2. Todo el estilo, las maneras de
enfrentarse a la realidad de Jesús, no me atrae…
3. Sin embargo, algo (Alguien) me
dice que sí, que es bueno, alcanzable y de final feliz, satisfactorio
4. Decía Nietche “No os fiéis de los cristianos,
que dicen creer en uno que está vivo y, sin embargo, viven tristes (sin
esperanza)
5. Para rematar: “Los cristianos, puede que
tengan un poquito de fe, y de amor… pero no tienen esperanza…”
6. Acuérdate de Jesucristo resucitado de entre los
muertos, Él es nuestra salvación, nuestra gloria, para siempre… Si con Él
sufrimos, reinaremos con Él. Si con Él morimos, viviremos con Él.
7. Aleluya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario