"Ventana abierta"
PANTALONES MOJADOS
Blog
Católico de Javier Olivares-Baiona
(Aportación de nuestra amiga
Blanca Nelly Monsivais)
Un niño de nueve años
está ubicado en su pupitre y, de repente, hay un charco a sus pies y la parte
de adelante de sus pantalones esta mojada. Piensa que su corazón se
va a detener porque no puede imaginarse cómo ésto pudo haber sucedido.
Nunca antes le había
pasado. Y sabe que cuando los niños se den cuenta no habrá final. Cuando
las niñas se den cuenta, no volverán a hablarle mientras viva.
El niño piensa que su
corazón se va a detener; agacha la cabeza y dice esta oración:
“¡Querido Dios, esta
es una emergencia! ¡Necesito tu ayuda ahora! ¡Dentro de cinco minutos estoy
muerto!”
Al levantar la cabeza
después de su oración ve venir a la maestra con una mirada que dice que ha sido
descubierto. Mientras la profesora camina hacia él, una compañera de
nombre Susie va cargando un pez dorado en un acuario lleno de agua. Susie
se tropieza frente a la profesora e inexplicablemente derrama toda el agua en
el regazo del muchacho.
El niño aparenta
estar enojado, pero al mismo tiempo está diciendo dentro de sí: “Gracias, Señor
¡Gracias, Señor!”
Ahora, de repente, en
lugar de ser ridiculizado, el niño es objeto de simpatía. La profesora lo lleva
rápidamente abajo y le hace poner unos shorts de gimnasia mientras se secan sus
pantalones. Todos los otros niños están arrodillados limpiando alrededor
de su pupitre. La simpatía es maravillosa.
Pero como así es la
vida, el ridículo que le habría tocado enfrentar fue pasado sobre alguien más:
Susie. Ella trata de ayudar, pero le dicen que se quite: 'Has hecho suficiente,
torpe!’
Al final de la
jornada, mientras están esperando el bus, el niño se dirige a Susie y, en un
murmullo dice: “Lo hiciste a propósito, verdad?”
Susie le responde, también
en un murmullo: “Yo también mojé mis pantalones una vez”.
Que Dios nos ayude a
ver las oportunidades de hacer bien y de ser solidarios con los que están
a nuestro alrededor.
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