"Ventana abierta"
COMENTARIO:
IGLESIA MÁS EVANGÉLICA
Parroquia de San
Vicente Mártir de Abando. Bilbao
José Antonio Pagola.
Al formular las bienaventuranzas, Mateo, a
diferencia de Lucas, se preocupa de trazar los rasgos que han de caracterizar a
los seguidores de Jesús. De ahí la importancia que tienen para nosotros en
estos tiempos en que la Iglesia ha de ir encontrando su estilo cristiano de
estar en medio de una sociedad secularizada.
No es posible proponer la Buena Noticia de Jesús de cualquier forma. El Evangelio sólo se difunde desde actitudes evangélicas. Las bienaventuranzas nos indican el espíritu que ha de inspirar la actuación de la Iglesia mientras peregrina hacia el Padre. Las hemos de escuchar en actitud de conversión personal y comunitaria. Sólo así hemos de caminar hacia el futuro.
Dichosa la Iglesia "pobre de
espíritu" y de corazón sencillo, que actúa sin prepotencia ni
arrogancia, sin riquezas ni esplendor, sostenida por la autoridad humilde de
Jesús. De ella es el reino de Dios.
Dichosa la Iglesia
que "llora" con los que lloran y sufre al ser despojada de
privilegios y poder, pues podrá compartir mejor la suerte de los perdedores y
también el destino de Jesús. Un día será consolada por Dios.
Dichosa la Iglesia que “renuncia” a imponerse
por la fuerza, la coacción o el sometimiento, practicando siempre la
mansedumbre de su Maestro y Señor. Heredará un día la tierra prometida.
Dichosa la Iglesia que tiene "hambre
y sed de justicia" dentro de sí misma y en el mundo entero, pues buscará
su propia conversión y trabajará por una vida más justa y digna para todos,
empezando por los últimos. Su anhelo será saciado por Dios.
Dichosa la Iglesia “compasiva” que
renuncia al rigorismo y prefiere la misericordia antes que los sacrificios, pues
acogerá a los pecadores y no les ocultará la Buena Noticia de Jesús. Ella
alcanzará de Dios misericordia.
Dichosa la Iglesia de "corazón
limpio" y conducta transparente, que no encubre sus pecados ni
promueve el secretismo o la ambigüedad, pues caminará en la verdad de Jesús. Un
día verá a Dios.
Dichosa la Iglesia que "trabaja por
la paz" y lucha contra las guerras, que aúna los corazones y siembra
concordia, pues contagiará la paz de Jesús que el mundo no puede dar. Ella será
hija de Dios.
Dichosa la Iglesia que “sufre hostilidad y
persecución” a causa de la justicia, sin rehuir el martirio, pues sabrá
llorar con las víctimas y conocerá la cruz de Jesús. De ella es el reino de
Dios.
La sociedad actual necesita conocer comunidades
cristianas marcadas por este espíritu de las bienaventuranzas. Sólo una
Iglesia evangélica tiene autoridad y credibilidad para mostrar el rostro de
Jesús a los hombres y mujeres de hoy."
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