ventana

ventana

Sean bienvenidos

Sean bienvenidos

Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

sábado, 13 de abril de 2019

Rincón para orar . JESÚS, UNO CON EL PADRE. 13 - Abril - 2019

"Ventana abierta"


Rincón para orar 


Sor Matilde


JESÚS, UNO CON EL PADRE


31 Los judíos trajeron otra vez piedras para apedrearle.
32 Jesús les dijo: « Muchas obras buenas que vienen del Padre os he mostrado. ¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme? »
33 Le respondieron los judíos: « No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios. »
34 Jesús les respondió: « ¿No está escrito en vuestra Ley: Yo he dicho: dioses sois?
35 Si llama dioses a aquellos a quienes se dirigió la Palabra de Dios - y no puede fallar la Escritura -
36 a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿cómo le decís que blasfema por haber dicho: "Yo soy Hijo de Dios"?
37 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis;
38 pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed por las obras, y así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre. »
39 Querían de nuevo prenderle, pero se les escapó de las manos.
40 Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado antes bautizando, y se quedó allí.
41 Muchos fueron donde él y decían: « Juan no realizó ninguna señal, pero todo lo que dijo Juan de éste, era verdad. »
42 Y muchos allí creyeron en él. (Jn. 10, 31-42)
Jesús, sobre todo al final de su vida, conoció la persecución y el deseo obsesivo de agredirle y quitarle de en medio: deseaban apedrearlo y matarlo. Pero Él no se lo permitió hasta que llegase “su hora”. ¿Por qué este acoso de los judíos?: porque Jesús abiertamente, ahora se decía ser el “Hijo de Dios”, o lo que es lo mismo: Dios. Esto en su Ley era una blasfemia insoportable que merecía la lapidación. Ellos sólo sabían de la Revelación de Moisés: “al Señor tu Dios adorarás y a Él solo darás culto”.
Los judíos no querían admitir que la Revelación no había concluido y que Dios podía sorprenderles, como lo hizo: “en la plenitud del tiempo, (de Dios), envío a su Hijo único”, Dios con Él, que les enseñaría todo sobre el Padre y a Él debían creer y amar, porque también era Dios. Jesús traía en su boca la Palabra de Dios y en sus obras las acciones del Padre, que son misericordia y piedad. Por esto era insaciable su deseo de curar y perdonar, de expulsar los demonios y de entregar su paz y su amor incondicional. Y su Palabra era el pensamiento y los deseos del Padre: “Yo no hago nada por mi cuenta, según le oigo, digo”…
En las obras y palabras de Jesús se terminó la Revelación, que tanto habían anunciado los profetas, sus enviados. Por eso Jesús decía a su pueblo: “Si no hago las obras que hace mi Padre, no me creáis, pero si las hago, es que el Reino de Dios, en su Hijo, ha llegado a vosotros”. Pero aún así, creer en Jesús, que es Dios, no es esfuerzo personal sino Don del Padre que da a los sencillos y bondadosos…
Señor, cada piedra que desea tirarte tu pueblo, me duele a mí, porque así como “el Padre está en Ti y Tú en el Padre”, Tú estás en mí por la fuerza de tu amor y haces que mis palabras y mis obras no sean mías, sino tuyas y los dos seamos uno en el Padre…
¡No permitas Señor, que se endurezca mi corazón y me aleje de Ti!...

No hay comentarios: