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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

miércoles, 17 de abril de 2019

Rincón para orar. CUARTA PALABRA DE JESÚS EN LA CRUZ. DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO? 17 - Abril - 2019

"Ventana abierta"


Rincón para orar


Sor Matilde


DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?


CUARTA PALABRA DE JESÚS EN LA CRUZ

Y después de tantas oraciones, de tanta intimidad y diálogo con el Padre, que nada hacia Jesús sin ponerse en su presencia; después de tanto amor de Padre a Hijo y de Hijo a Padre, en la hora suprema, Jesús se siente solo. Una soledad que le desgarra el corazón y le hace tomar el salmo 21 para desahogarse con la Palabra de Dios inspirada:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? A pesar de mis gritos, mi oración no te alcanza. Dios mío, de día te grito y no respondes, de noche y no me haces caso”…
Jesús en la cruz sintió un abandono total de la cercanía del Padre… ¿Cómo puede ser esto si Jesús era Dios y por tanto no perdió, ni aún en estos momentos, la visión beatífica?... Estamos ante un misterio impenetrable, ante el que sólo cabe la adoración, lo más humilde posible…
Pero como hombres y con la experiencia de ser hombres, acercarse a Jesús, es obligado, porque Él fue un verdadero hombre, “como uno de tantos”… Y descendamos a la pequeña experiencia que cada uno tiene de esos momentos de tan honda soledad, en que ni a uno mismo se encuentra y menos a Dios, al que amamos, y en quien confiamos… Estos son hitos en nuestras vidas que nos marcan con un solo nombre: abandono y soledad. Pero en ellos, la fe se activa de forma dolorosa y muy sentida: “No veo nada, no siento nada, estoy muy solo, y sin embargo creo, saltando por encima de las oscuridades y ausencias”…
Porque sabemos que: “el Espíritu, viene en ayuda de nuestra debilidad” y desesperanzas y sabemos que su gracia nos rodea, como una mantilla cubre el cuerpo de un niño todo entero ¡Así, creemos que Jesús, todo herido en su cuerpo y en su espíritu, no sabía hacer otra cosa que dejarse caer en las manos invisibles y no sentidas del Padre!...
¡Pero sabía que Él estaba ahí, a pesar de su clamor desgarrador!... No tenía más que quejarse y querellarse a su Papá Dios. Lo demás, era la acción de Dios sobre su Hijo, que es voluntad del Padre amorosa y adorable, aunque dolorosa en incomprensible para nosotros, pequeños hombres y criaturitas amadas de Dios…
¡Confianza y confianza se nos pide en estas horas supremas, como se la pidió al Hijo y “fue obediente hasta la muerte y una muerte ignominiosa de cruz!”…
¡Concédenoslo, oh Padre, por los méritos infinitos de las agonías de Jesús, tu Hijo querido!...

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