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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

lunes, 2 de abril de 2018

EL DISPARATE DE LA CEGUERA. 2 - Abril - 2018

"Ventana abierta"


EL DISPARATE DE LA CEGUERA



Cuando no se quiere ver la verdad se cometen muchos disparates. Cerrar los ojos ante la verdad es la necedad más grave y grande que se puede cometer. Y aquellos sumos sacerdotes poco tenían de lo que significa la verdadera esencia de un sacerdote. Estaban dispuestos a todo, incluso a cometer verdaderos disparates por mantener sus mentiras y su poder.

¿Cómo es posible que se pueda decir que los apóstoles se llevaron el cuerpo de Jesús? ¿Acaso lo podían ocultar a los ojos de los demás? Y, en el supuesto de haberlo hecho, ¿de dónde sacan las fuerzas para dar su vida por defender la Resurrección de Jesús? ¿Se puede dar la vida y engañar a muchos con algo que no ha sucedido? ¿Se puede sufrir tanto llevando una vida de padecimientos, de persecución, de miserias hasta dar la vida por sostener una mentira? ¿Es esto posible?


Solamente en la mente de los soberbios, de los egoístas y de los que han buscado su poder y sus intereses se puede anidar un disparate tan grande como el de aquellos sumos sacerdotes. Y lo creen aquellos que, en su misma línea, anidan ese egoísmo, esa ambición y esa avidez a la satisfacción de su propio egoísmo sin tener en cuenta a los demás.

No nos debe de sorprender, sino de comprender que estas cosas pasan en la mente de los hombres sometidos al maligno. Jesús ya lo había dicho en la parábola del rico y el pobre Lázaro: "algunos no creerán aunque resuciten los muertos". Y es que levantarse de los errores cometidos no es nada fácil. Eso nos puede ayudar a valorar el gran esfuerzo de humildad que hizo el hijo pródigo para regresar a su casa. No ocurre lo mismo con los sumos sacerdotes, cómplices de la condena de Jesús a morir crucificado, que se mantienen en su soberbia, en sus mentiras para no aceptar humildemente la fe en el Señor.


Y, a todas estas, los testigos que presentan los sumos sacerdotes son unos soldados dormidos. Dormidos todos, tanto ellos como los sumos sacerdotes y todos los que cerramos los ojos a la verdad. 



Para ver a Jesús y su Resurrección hay que tener los ojos bien abiertos. Abiertos a la Verdad y al Amor que, escrito dentro de nuestros corazones, nos enseñan el único y verdadero camino hacia el Señor.

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