"ventana abierta"
Oración de Comunión Espiritual
Segundo Domingo de Pascua. Domingo de la Misericordia
"¡Señor mío y Dios mío!"
Nos acercamos a comulgar en este Segundo Domingo de Pascua. Domingo de la Misericordia. Sintámonos bienaventurados por creer sin haber visto: "¡Señor mío y Dios mío!"
Tod@s mis amig@s seguidores de este blog, si así lo desean, podemos ahora hacer juntos nuestra Comunión Espiritual.
"Señor Jesús, soy de los que se sienten dichosos por creer sin haber visto.
No te he visto con los ojos de la cara, pero sí te veo con los ojos de la fe.
Gracias por cuidar estos ojos para que puedan seguir viendo.
Sigue poniendo en ellos el colirio de tu Amor para limpiar las dudas que a veces tengo.
Pon el colirio de tu Cuerpo y de tu Sangre para fortalecer mi vista cansada.
Pon el colirio de tu Palabra para sentir tu voz que tranquiliza, fortalece.
Pon el colirio de tu Iglesia para ver que no estoy solo, que hay otros con los que ando el camino.
Pon el colirio de tu Misericordia, para sentir cómo mis pecados son perdonados.
Pon el colirio de tu Pasión, Para que en tus llagas encuentren alivio mis sufrimientos y penas.
Pon el colirio de la valentía, para que pueda decir: "¡He visto al Señor!"
Pon el colirio de tu Paz, tan necesario en nuestros días.
Pon el colirio de tu Luz, para poder exclamar desde el corazón: "¡Señor mío y Dios mío!".
Tod@s mis amig@s seguidores de este blog, si así lo desean, podemos ahora hacer juntos nuestra Comunión Espiritual.
"Señor Jesús, soy de los que se sienten dichosos por creer sin haber visto.
No te he visto con los ojos de la cara, pero sí te veo con los ojos de la fe.
Gracias por cuidar estos ojos para que puedan seguir viendo.
Sigue poniendo en ellos el colirio de tu Amor para limpiar las dudas que a veces tengo.
Pon el colirio de tu Cuerpo y de tu Sangre para fortalecer mi vista cansada.
Pon el colirio de tu Palabra para sentir tu voz que tranquiliza, fortalece.
Pon el colirio de tu Iglesia para ver que no estoy solo, que hay otros con los que ando el camino.
Pon el colirio de tu Misericordia, para sentir cómo mis pecados son perdonados.
Pon el colirio de tu Pasión, Para que en tus llagas encuentren alivio mis sufrimientos y penas.
Pon el colirio de la valentía, para que pueda decir: "¡He visto al Señor!"
Pon el colirio de tu Paz, tan necesario en nuestros días.
Pon el colirio de tu Luz, para poder exclamar desde el corazón: "¡Señor mío y Dios mío!".
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