Enviada por mi estimada amiga Asunción C. C.
Ha comenzado un nuevo año,
no quiero engañarme con muchos y renovados propósitos;
puedo.
No te pido poder realizar muchos proyectos para sentirme útil,
No te pido tampoco hacer exóticos viajes ni experimentar
cosas espectaculares,
sólo espero poder gozar con otros de algún pequeño encuentro.
Señor de la Vida, necesito tu gracia
para que la rutina pesimista no se apodere de mis horas,
para que las costumbres repetidas
no ahoguen la frescura del encanto de cada día.
Señor de cada etapa de mi vida,
siempre has estado y estarás conmigo.
Soy yo quien camina por su cuenta.
También este año andaré otra vez tras otras vanas ilusiones
pero Tú continuarás esperando para llenar mi corazón.
Sólo puedo pedirte que mi extravío no dure mucho.
Continuaré cayendo y huyendo; lo sé, lo sabes, lo sabemos los dos.
¡No te canses nunca de esperarme y confesarme tu amor!
Señor del Año Nuevo y de la vida siempre nueva,
tu amor tampoco me faltará este año
pero mi fe se puede enfriar, puedo dudar otra vez de tu Palabra.
Entonces, atráeme una vez más a Ti, para que reposando en tu costado, halle también la paz.
¡Cuánto me amas, Señor! ¡y cuántas veces lo olvida mi corazón!
Tú eres el Señor de los años pasados y de la vida que estreno.
Concédeme vivir este año, en la seguridad de que nada ni nadie podrá separarme de tu amor.
¡Gracias Señor del ayer, del hoy y del mañana! ¡Gracias!
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