"Ventana abierta"
El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es María, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos.
SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO
ÁNGELUS
LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA
El amor que María tuvo a Dios fue un amor verdaderamente perfecto, porque amó a Dios con toda su intensidad y esa intensidad llegó a tal grado que nunca jamás ningún ser creado pudo ni de lejos igualar.
Ella sólo cumplió al pie de la letra el precepto de amar a Dios con todo el corazón, con todas las fuerzas, con toda la mente y con toda el alma.
La medida de nuestro amor a Dios le dará el hecho de amarlo, sin medida, sin límites, si restricciones ni excepciones de ninguna clase.
Como afirma San Pablo, nada nos podrá separar del amor de Cristo; Ni el hambre, ni la persecución, ni la muerte, ni ninguna otra cosa; siempre estaremos unidos a Él con los vínculos de la caridad.
MADRE DE LAS QUE HEMOS RECIBIDO EL FRUTO DE LA VIDA, QUE NO PERDAMOS ESA VIDA
Padre Nuestro...
Ave María...
Gloria...
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro
UN MINUTO CON MARÍA
«¡Por supuesto! Tendrás tu ramo!»
El canónigo Clovis Cantaloube cuenta en el
prólogo de un libro, La Reforma en Francia vista desde un pueblo de las
Cevenas, que hace mucho tiempo, en una clara mañana de mayo, un niño pidió un
ramo a un anciano con levita que, tijeras de podar en mano, contemplaba sus
rosales:
— ¡Por supuesto! Tendrás tu ramo —dijo el
anciano. — ¿Pero qué quieres hacer con ello? "Es para la Santísima
Virgen."
Cuando el niño admitió que el ramo sería para
la Virgen María, el anciano sonrió misteriosamente: "¡Pero sí, tendrás tu
ramo!". Y las tijeras de podar comenzaron a cortar las rosas más hermosas.
Para hacerlo más bonito, incluso añadió largas ramas de lilas, cargadas de
campánulas blancas y perfumadas.
Al poco tiempo el niño tenía las manos llenas.
Y dio las gracias, no con los labios sino con los ojos. Los ojos del anciano
respondieron a los del niño y una sonrisa, aún más misteriosa que la primera,
iluminó su rostro. Era el antiguo pastor del pueblo, quien, retirado del
ministerio, terminó sus días en su casa, en medio de los campos.
Canónigo Clovis Cantaloube.
Los Siete Gozos de la Virgen María
San Francisco "circundaba de amor indecible a la Madre del Señor Jesús, por haber hecho hermano nuestro al Señor de la majestad y haber tenido misericordia de nosotros. En ella sobre todo, después de Cristo, ponía toda su confianza y por eso la hizo abogada suya y de sus hermanos. Ayunaba en su honor con gran devoción, desde la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo hasta la fiesta de la Asunción" (Buenaventura, Leyenda Mayor, 9,3).
Los siete gozos de la Virgen es una devoción franciscana parecida al Rosario. Se remonta al siglo XV y está en el origen de la corona de siete misterios que muchos franciscanos y franciscanas llevan colgada en el cordón. Es una oración muy sencilla, asequible para todos los que desean honrar a la Virgen María, reviviendo con ella algunos misterios de la vida de su Hijo Jesucristo.
La corona franciscana consta de 72 avemarías, con la meditación de las siete principales alegrías que la Virgen experimentó a lo largo de los 72 años que, según la tradición, duró su peregrinación por este mundo.
Introducción
- Dios mío, ven en mi auxilio.
- Señor, date prisa en socorrerme.
- Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Primer gozo - El ángel Gabriel anuncia a María el Nacimiento de Jesús.
- Lc 1,30-31.38 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, Virgen de la escucha, tú eres la llena de gracia, tú eres la humilde esclava del Señor. Tú has dado libremente tu sí al anuncio del ángel y te has convertido en madre del Hijo de Dios hecho hombre. Enséñanos a decir siempre sí al Señor, aunque nos cueste.
Segundo gozo - María visita a su pariente Isabel
- Lc 1,39-42 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Tú, María, madre del Señor, llevando a Jesús, que ha tomado cuerpo en ti, vas a visitar con gozosa premura a la anciana prima Isabel, para ponerte a su servicio. A tu saludo, su hijo es santificado por la presencia del Salvador. Enséñanos, Madre de Dios, a anunciar y llevar siempre a Jesús a los demás.
Tercer gozo - Jesús, Hijo de Dios, nace de la Virgen María.
- Lc 2,6-7 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, madre siempre Virgen, en la pobreza de una cueva has dado a luz a Jesús, venido al mundo para nuestra salvación. Tú adoras como Hijo de Dios al que has engendrado. Guíanos por el camino de una fe viva en Jesús, nuestro Señor y Salvador.
Cuarto gozo - Unos magos de Oriente adoran al niño Jesús en Belén.
- Mt 2,1.11 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, pobre y humilde de corazón, enséñanos a no juzgar, sino a confiar únicamente en la misericordia de Dios, que no hace distinción de personas. Porque, si nuestra fe no se traduce en obras, muchos "magos" nos irán por delante en el reino de los cielos.
Quinto gozo - María y José encuentran al niño Jesús en el Templo.
- Lc 2,43.46.48-49 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, Virgen del silencio, tú saltas de gozo al encontrar a Jesús en el templo de Jerusalén, y adoras el misterio del Hijo de Dios Creador, que en Nazaret vive obediente a sus criaturas. Enséñanos a buscar siempre a Jesús y a vivir en su obediencia.
Sexto gozo - Jesús resucita victorioso de la muerte y se aparece a los suyos
- Hc 1,14; 2,1-4 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, fuente del gozo, tú eres la madre del Señor resucitado. Él es quien ha vencido la muerte. El es nuestra esperanza en el camino de la vida. Enséñanos, María, a vencer la muerte del egoísmo, para vivir en la resurrección del amor.
Séptimo gozo - María es elevada al cielo y coronada como reina y primicia de la humanidad redimida.
- Ap 11,19; 12,1 y reflexión
- Padre nuestro, 10 avemarías y gloria
Oh María, Reina de los ángeles y de los santos, coronada de gloria y honor en el gozo sin fin del paraíso, tú brillas delante de nosotros como estrella de la mañana. Enséñanos, Madre, a caminar por el mundo con la mirada puesta allá donde está el gozo auténtico y definitivo.
Letanías de nuestra Señora
se recitan las letanías lauretanas u otras semejantes
Saludo a la Virgen
Se puede decir la Salve, o el siguiente Saludo de San Francisco:
Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios,
que eres Virgen hecha Iglesia,
y elegida por el Santísimo Padre del Cielo,
consagrada por él con su santísimo Hijo amado
y el Espíritu Santo Paráclito,
en la que estuvo y está toda la plenitud de la gracia, y todo bien.
Salve, palacio suyo; salve, tienda suya;
salve, casa suya, salve, vestidura suya;
salve, sierva suya; salve, madre suya,
y todas vosotras, virtudes santas, que por la gracia y la iluminación
del Espíritu Santo sois infundidas en el corazón de los creyentes,
para que de infieles se vuelvan fieles a Dios.
Conclusión
Oremos: Oh Dios, que en la gloriosa resurrección de tu Hijo has devuelto la alegría al mundo entero, concédenos por intercesión de la Virgen María poder gozar de las alegrías sin fin de la vida eterna. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
MAYO MES DE MARÍA
FLORES A MARÍA
Flor del 7 de Mayo:
Madre Amable
Meditación: “Cómo se me concede que venga a mí la Madre de Mi Señor” (Lucas 1,43). María es diligente y amorosa, consuela, ayuda, fortalece, sirve… igual que su Hijo. “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”. A cada uno pedirá Dios cuenta de nuestros prójimos; nadie está tan aislado que pueda labrarse, abstrayéndose de toda otra alma, su propia salvación. Busquemos dar amor, consolando afligidos, visitando enfermos, corrigiendo con dulzura a los que se equivocan, siendo a semejanza de María con humildad y amor testimonios del Amor. “Ora y labora”.
Oración: ¡Oh tierno Corazón de María! Haz que tus hijos demuestren a todos lo que es el Amor, lo que es el Señor en nosotros, para servir y siempre decirte sí. Amén.
Decena del Santo
Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Flor para este día: Procurar ser amable con los demás.
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