"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
El Espíritu Santo derrama en nosotros el fuego del amor, para que amar no
sea una obligación, sino una necesidad, un gusto, una elección verdaderamente
libre.
Cuando dejamos que el Espíritu Santo nos impulse al amor, entonces ya no
somos esclavos de miles de cosas que tenemos que cumplir. Somos libres,
porque nos brotan espontáneamente las obras que agradan al Señor.
Cuando el Espíritu nos ha transformado, la libertad cristiana es convertirse en esclavos de los demás (Gálatas 5,13), porque el Espíritu Santo nos libera de nosotros mismos para hacernos uno con el hermano y ganarlo para Cristo: "Siendo libre, me hice esclavo de todos" (1 Corintios 9,19). Y así, en lugar de perderla, ganamos la más preciosa libertad, la liberación que produce el amor. Porque un corazón generoso es un corazón liberado del peor de los males: la indiferencia.
Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 28 de mayo
"Espíritu Santo, llama de amor que enciende mi alma, ven a liberarme de la indiferencia, del egoísmo, de todo lo que enfría mi corazón. Yo no quiero amar por deber, ni por obligación. Quiero que el amor brote de mí como un manantial, como respuesta libre y alegre al amor que tú me das.
Toca mi interior, Espíritu de Dios, para que no viva pensando en mí mismo, para que me dé con gusto, para que no me canse de amar. Líbrame de vivir cumpliendo, y enséñame a amar con libertad, con generosidad, con pasión.
Hazme uno con mis hermanos, que me duela su sufrimiento y me alegre su bien. Que no pase por esta vida indiferente a los demás, sino lleno de tu fuego, contagiando amor, ternura y esperanza.
Amén".
#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #EditorialClaretianaAmén
No hay comentarios:
Publicar un comentario