"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
Repitamos dulcemente
esta oración, que se utiliza en la Liturgia oriental para invocar al Espíritu
Santo:
"Rey
celeste,
Espíritu
consolador,
Espíritu
de verdad,
que
estás presente en todas partes
y lo
llenas todo.
Tesoro
de todo bien
y fuente
de vida, ven.
Habita
en nosotros,
purifícanos
y sálvanos,
tú que
eres bueno.
Amén."
Liturgia bizantina.
Oración de meditación inspirada en la reflexión del lunes 3 de marzo de 2025
“Espíritu Santo, Rey celeste y consolador, ven a mi vida con tu paz y tu amor. Tú, que llenas todo con tu presencia, habita en mi corazón y purifícame. Ilumina mi camino con la verdad y sostén mi espíritu en los momentos de prueba.
Eres el tesoro de todo bien, la fuente de vida inagotable. Derrama sobre mí tu gracia para que mi existencia sea reflejo de tu bondad. Enséñame a caminar en santidad, a servir con generosidad y a proclamar con alegría que eres el aliento que da vida a todo.
No permitas que me aparte de ti, sino que cada día busque tu presencia con fervor y humildad. Que en cada acción, en cada palabra, pueda llevar tu amor a los demás y vivir en la plenitud de tu luz.
Amén”.
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