"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
"Una
vez más quiero llegar ante ti, Espíritu Santo.
Aquí
estoy, pequeño, pero importante porque tú me amas.
Débil,
pero firme en la esperanza.
Preocupado
por el sufrimiento de muchos hermanos, pero ofreciéndome para acompañarlos en
su camino.
Inmerso
en un mundo competitivo, pero dispuesto a la comunión y al perdón.
Conmocionado
por la pérdida de valores, pero anunciando un mensaje que cambia los corazones.
Aquí
estoy invocándote, Espíritu Santo.
Sopla,
para que se desplieguen las velas de mi barca y me atreva a remar mar
adentro.
Ven
Espíritu Santo.
Amén".
Oración de meditación inspirada en la reflexión del 29 de marzo
“Espíritu Santo, aquí estoy una vez más, humilde ante tu presencia, pequeño pero abrazado por tu amor infinito. Aunque mis fuerzas sean frágiles, sostengo la esperanza en ti.
Miro el dolor de mis hermanos y quiero ser consuelo en su caminar. En un mundo marcado por la competencia, elijo la comunión, el perdón y la misericordia. Frente a la confusión y la pérdida de valores, quiero ser testigo de tu verdad que transforma corazones.
Sopla sobre mi vida, Espíritu divino, y despliega las velas de mi barca. Dame valentía para navegar mar adentro, confiando en tu guía. Ven, Espíritu Santo, y condúceme siempre hacia tu luz.
Amén”.
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