"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
Hay un trabajo donde
el Espíritu Santo actúa de una manera especialísima: es la tarea
evangelizadora. Cuando alguien trata de llevar a otros el mensaje de Cristo, en
una visita casa por casa, en una tarea en la parroquia, en la oficina, etc.,
allí el Espíritu Santo quiere hacerse presente con su luz y su poder para
plantar el Evangelio, para que Cristo habite en los corazones.
Por eso, el que dedica parte de su vida, o todas sus energías a anunciar el Evangelio, experimenta de una forma especial la vitalidad, la profundidad, el fuego que el Espíritu Santo nos puede regalar. Pero hay que dejar la cómoda orilla y arrojarse "mar adentro" (Lucas 5,1-11), venciendo los miedos (Marcos 4,35-41) y con la mirada en Cristo (Mateo 14,22-33). Así se prueba el gozo de decir a los demás que "hemos encontrado al Mesías" (Juan 1,41.45).
Oración de meditación inspirada en la reflexión del sábado 1 de marzo de 2025
“Espíritu Santo, fuego de amor y verdad, ven a mi corazón y hazme un testigo valiente del Evangelio. A veces el miedo me frena, la comodidad me detiene, pero hoy quiero escuchar tu llamado a ir mar adentro, a confiar en tu fuerza y anunciar con alegría que hemos encontrado al Mesías.
Llena mi boca con palabras de vida, ilumina mi mente con tu sabiduría y fortalece mi espíritu para no desanimarme. Que en cada encuentro, en cada conversación, en cada gesto de amor, pueda reflejar la presencia de Cristo y encender en otros el deseo de seguirlo.
Espíritu Santo, tú que enciendes el fuego de la misión en los corazones, guíame en este camino y haz de mi vida una ofrenda de amor para la gloria de Dios.
Amén”.
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