"Ventana abierta"
Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.
Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.
Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!
Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.
Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...
Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.
Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.
"Ventana abierta"
Día 16º. DE CUARESMA
Web católico de Javier
ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA
Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte.
PEDIRTE la gracia de darme más cuenta de que Tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la Misa ese sacrificio.
Y AGRADECERTE con obras lo mucho que me amas: ¡Tuyo soy, para ti nací! ¿qué quieres, Señor, de mí?
Vocación. El director de una película de cine está ocupado en la tarea de escoger una actriz para protagonista de la película. Está sentado frente a su mesa de trabajo, sobre la cual yacen desplegadas docenas de fotografías facilitadas por los agentes cinematográficos. Al cabo de un rato, escoge una de ellas, la contempla detenidamente y dice a su secretaria: "Sí, éste es el tipo de mujer que necesito, llámela y cítela aquí mañana". Ni que decir tiene que hay una inmensa diferencia entre un director cinematográfico y Dios, entre Hollywood y el Cielo. Con todo, a través de este ejemplo podemos hacernos una idea de la razón de ser de nuestra existencia. Allá, en lo más profundo de la eternidad, Dios planeó el universo entero y escogió a los protagonistas del gran argumento que habría de desarrollarse hasta el fin de los tiempos. Ante su divina mente fueron desfilando las fotografías de las almas ilimitadas en número que él podía crear.
Cuando se topó con tu imagen, se detuvo y dijo: "Quiero darle mi vida a esta persona, para que sea feliz. La necesito para que desarrolle un papel único, personal, y luego, goce de mi presencia durante toda la eternidad... Sí, la voy a crear". Ahora ya sabes cuál es tu misión. Eres el protagonista. De que tú hagas o dejes de hacer lo que Dios ha pensado para ti depende que muchas personas sean felices o no, se salven o no. Tus amigos necesitan que les ayudes a conocer a Jesús.
Madre mía, que como tú, diga a Jesús que sí en los planes que Él tiene para mí. Señor, quiero lo que quieras, quiero cuando quieras, quiero como quieras, quiero mientras quieras.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras. Después termina con la oración final.
ORACIÓN FINAL
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor; muéveme el verte
clavado en la Cruz y escarnecido.
Muéveme ver tu cuerpo tan herido
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, de tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera;
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Texto del Padre José Pedro Manglano Castellary
"Ventana abierta"
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"Ventana abierta"
“Cada vez que en la oración nos dirigimos a
Jesús, es el Espíritu Santo quien, con su gracia preveniente, nos atrae al
camino de la oración. Y ya que él nos enseña a orar recordándonos a Cristo,
¿cómo no dirigirnos también a él orando? Por eso, la Iglesia nos invita a
implorar todos los días al Espíritu Santo, especialmente al comenzar y terminar
cualquier acción importante… El Espíritu Santo, cuya unción impregna todo
nuestro ser, es el Maestro interior de la oración cristiana” (Catecismo de la
Iglesia Católica, 2670.2672)
Por todo esto, si no sabemos orar, lo mejor es pedirle al Espíritu Santo que nos enseñe, que nos estimule, que nos impulse y nos llene de deseos de orar. Él puede poner en nuestra boca lo que tenemos que decir, y a veces ni siquiera hacen falta palabras. Muchas veces el Espíritu Santo nos mueve a expresarnos con el llanto, con una melodía, con un lamento, con un suspiro. Dejemos que sea él quien nos enseñe a orar.
#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #EditorialClaretianaAmén
"Ventana abierta"
HOY, EL
RETO DEL AMOR ES, DESEAR ORAR “AHORA, QUE, ES TIEMPO FAVORABLE” Y DEJARNOS
CONDUCIR POR LA GRACIA QUE NOS HABITA
Buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor.
Que pases un feliz día.
“ENTRA EN TU CUARTO”
En este comienzo del tiempo de la Cuaresma, la
Iglesia nos regala, en la Palabra de Dios, este texto: “tú, cuando vayas a
orar, entra en tu aposento y después de cerrar la puerta, ora a tu Padre”.
Los hombres de Dios, han meditado, pensado,
reflexionado esta Palabra que, por ser de Dios, tiene muchos senos de Sabiduría
y de gracia. Yo, quiero unirme a ellos y, poniéndome en la presencia del
Espíritu Santo, escucharé qué me quiere decir...
Lo que tengo muy claro es que, esta Palabra,
está dicha hoy y ahora, para cada uno de nosotros. Nos quiere hablar al
corazón, poniendo en él, un gran fervor de amor.
Lo primero que veo es que, he de desear
“ponerme en oración”, aunque no sepa a veces, cómo se hace ésta en mí. Pero,
también su Palabra, viene en nuestra ayuda: “nosotros, no sabemos pedir lo que
nos conviene, pero, el Espíritu, intercede por nosotros, con gemidos
inefables”. ¡Qué bien lo dice el Señor: “¡con gemidos inefables!!”. Y son así,
porque son producidos por el Espíritu Santo en nuestro corazón. ¡Luego, yo,
tengo que hacer poco aquí, porque, Él, sabe mejor que yo, lo que deseo, lo que
ansío, lo que me va a hacer feliz! Dios, con Su Espíritu, lo penetra todo,
hasta lo escondido de Dios...
Sí, pero a mí, se me pide que, “entre en mi
aposento y cierre la puerta”. Luego, tengo que “entrar y cerrarme” a tantas
cosas que habitan en mi interior: Los pensamientos tontos, si no, vanos o
dañinos; Los deseos no ordenados de bienes superfluos y cosas que imagino me
hacen falta, llenándome de alegría efímera; Las imaginaciones, no reales y que
alimento en mis tiempos perdidos... Y, cada uno puede poner aquello a lo que
tiene que “cerrar la puerta” o “echar fuera del cuarto”, si ya han hecho
asiento en su corazón.
La tradición de la Iglesia nos habla bellamente
de “la celda interior”. Pero, fue Santa Catalina de Siena, santa dominica, la
que desarrolló magistralmente “este escondite”. Ella, pedía siempre en sus
escritos y en sus cartas, no salir de esta Celda pues, está allí todo el propio
conocimiento verdadero, tal como nos ve y nos conoce Dios. Y, ¡qué bueno es
vivir en la verdad de nosotros mismos! Y le decía el Señor que, con este
conocimiento, sabía, de raíz, que, “ella era la que no era y Dios es el que
Es”. Si esto, lo ponía en práctica, encontraría que todo este espacio limpio y
luminoso, es “la alcoba del alma”, donde, Dios, quiere tener sus coloquios de
amor con ella.
Quizás, me diga alguno que esto es muy subido,
y, no lo dudo, pues, Dios mismo lo es, pero no es inalcanzable porque sabemos
de sobra que, Jesús se ha abajado haciéndose Hombre, para elevarnos hasta Él y
llevarnos por Él, con su Espíritu Santo.
Hoy, el reto del amor es, desear orar “ahora, que, es tiempo favorable” y dejarnos conducir por la gracia que nos habita.
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram.com/vive de cristo dominicas lerma/
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
"Ventana abierta"
El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es María, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos.
SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO
ÁNGELUS
LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA
María posee Corazón maternal infinitamente dilatado y adaptado a las dimensiones del universo; todos los afanes de la humanidad despiertan el más vivo interés y todas las dificultades personales encuentran una compasiva atención allí.
María interviene con su benevolencia soberana en el régimen del universo con la función por Dios reservada a su Maternidad. Busca como extender lo más posible la caridad, para que formen sus hijos una comunidad profundamente unida. Impulsa en consecuencia a la Iglesia a progresar sin interrupción en la unidad y a realizar con diaria superación las exigencias del amor fraterno.
MARÍA SUPO QUE ELLA SE HABÍA CONVERTIDO EN LA LUZ DE DIOS Y QUE LA LUZ ESTÁ HECHA PARA SER DIFUNDIDA.
Padre Nuestro...
Ave María...
Gloria...
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.
"Ventana abierta"
Comentarios breves de Benjamín González Buelta, S.J.
"Ventana abierta"
El SANTO ROSARIO de Hoy ❤
Igualmente en Libia al paso del ciclón Daniel donde han fallecido muchísimos hermanos e infinidad de desaparecidos y heridos en la inundación.
Por la Paz del mundo
Al paso del Santísimo, toda rodilla se dobla
Oración del Papa Francisco por la Paz
Libertad
Cuando cantas yo canto con tu libertad
Cuando lloras también lloro tu pena
Cuando tiemblas yo rezo por tu libertad
En la dicha o el llanto yo te amo
Recordar días sin luz de tu miseria
Mi canción olvidó por un tiempo quién eras.
Cuando cantas yo canto con tu libertad
Cuando tú estás ausente yo espero
Es tu religión o quizás realidad
Una idea que a todos nos cambia
Creo yo que eres tú la única verdad
La nobleza de nuestra humanidad
Por tenerte se debe luchar
Esperarte sin desfallecer.
Basta ya de miedo, basta ya
Basta de silencio, ¿Dónde están?
La palabra, el amor sincero
Algo está muriendo, óyeme
Algo está pasando, escúchame
El corazón, despierta ya
Que no se acabe el mundo, que aún quedamos gente, para darle vida
Bendita sea la tierra
Yo no tengo ganas, de una despedida
Abrázame para que todos sepan, sin decirles nada
Que queda mucho amor
Que queda mucha fe
Que el mundo no se acaba
(Na-na-la-na-na-na-na-na)
(Na-ra-na-na-na-na-na)
(Na-la-la-la-la-la)
(La-ra-na)
Nunca más mentiras, nunca más
Solo hay una vida, cuídala
La esperanza, la naturaleza
Que no se acabe el mundo, que aún quedamos gente, para darle vida
(Para darle vida)
Bendita sea la tierra
Yo no tengo ganas, de una despedida
(No quiero decir adiós)
Abrázame para que todos sepan sin decirles nada
Que queda mucho amor
Que queda mucha fe
Que el mundo no se acaba
Que no se acabe el mundo, que aún quedamos gente, para darle vida
Bendita sea la tierra
Yo no tengo ganas, de una despedida
Abrázame para que todos sepan sin decirles nada.
"Ventana abierta"
EL QUE DESEE SER GRANDE, QUE SE HAGA VUESTRO ESCLAVO
17 Cuando iba subiendo
Jesús a Jerusalén, tomó aparte a los Doce, y les dijo por el camino:
18 « Mirad que subimos
a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y
escribas; le condenarán a muerte
19 y le entregarán a
los gentiles, para burlarse de él, azotarle y crucificarle, y al tercer día
resucitará.
20 Entonces se le
acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para
pedirle algo.
21 El le dijo: «¿Qué
quieres?» Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu
derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino.»
22 Replicó Jesús: «No
sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí,
podemos. »
23 Díceles: «Mi copa, sí la
beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el
concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre.
24 Al oír esto los
otros diez, se indignaron contra los dos hermanos.
25 Mas Jesús los llamó y dijo:
«Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los
grandes las oprimen con su poder.
26 No ha de ser así
entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será
vuestro servidor,
27 y el que quiera ser el
primero entre vosotros, será vuestro esclavo;
28 de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.» (Mt. 20, 17-28)
“Subir a Jerusalén”, significa para
Jesús, el ir a lo más alto para comenzar a entrar en su Misterio
Redentor, con su Pasión y Muerte en cruz. Es tan importante este
momento que, necesita comunicárselo a sus apóstoles, a sus
íntimos, a sus amigos. Pero ellos, todavía no están a la altura de
comprender estas cosas y se entretienen en su interior, en alcanzar
prestancia y los primeros puestos, por encima de sus compañeros. Santiago
y Juan son los primeros en mostrar sus deseos mundanos y ambición de poder.
Descaradamente y sin pudor, le piden a Jesús sentarse en su Reino, a
su derecha y a su izquierda. Y, los otros
apóstoles, igual de imperfectos que los primeros, protestan y quieren
destacar ante los demás.
Estas pasiones son vergonzosas y, aún
así, las muestran abiertamente. La decepción de Jesús tuvo que ser
grande, pero mayor era su paciencia y amor hacia esta débil porción de sus
seguidores. “¡No, no será así entre vosotros, porque tenéis
que fijaros en Mí, que, soy vuestro Maestro y no he
venido a que me tributéis honores, ¡y eso que, es lo que me
corresponde como vuestro Señor y vuestro Dios!... He venido a serviros y a
entregar mi vida para quitar de vuestro corazón esos resabios que no son más
que, el pecado y los deseos mundanos, ¡todo eso que os lleva a la muerte y no a
la vida!”.
Y Jesús, les invita a
imitarle, “bebiendo el mismo cáliz que Él va a beber”. Santiago
y Juan, no se lo piensan y con
precipitación, responden: “¡Podemos!”. Corregida ya su
petición, ahora ya les habla de dar su vida por los hermanos, de ser
un esclavo para ellos y amarlos como Él les está amando y
es que, “nadie tiene amor más grande que, el que da la vida por sus
amigos”, ¡y también por sus enemigos!
¿Y quién, que, escuchó de la boca de
Jesús el anuncio dolorosísimo de su destino ante el pueblo judío y sus
dirigentes, y ante la indiferencia y crueldad de los gentiles, se
sintió conmovido y en profunda compasión de amistad por
Jesús, el Maestro tan bueno? En estos
momentos, nadie de la tierra acogió esta confesión, sino que fue
recogida por el amoroso Espíritu Santo que, la guardó en su
seno, hasta la hora en que, fue ablandando el corazón de estos
hombres y les fue empapando de amor divino y de fidelidad, hacia Quien
tanto los había amado.
El tiempo de Dios, no es nuestro
tiempo, por ello, no desesperemos de nosotros mismos al vernos tan
flojos en la virtud y en el bien. Sigamos confiando en Dios con estas escasas
fuerzas, porque “el que persevere hasta el fin, salvará su alma
y también la de aquellos a los que amamos”. La fuerza y la gracia son del Señor
y ellas no defraudan a los que se acercan a Jesús con un corazón
contrito y humillado: Él lo puede todo y lo hará, porque
para esto ha venido a este mundo, a redimirnos del pecado y
de la muerte eterna.
¡Jesús, ven, ven ya a nosotros y muestra que eres Dios y no criatura pequeña y débil! ¡Hazlo Señor, hazlo ya! ¡Qué así sea! ¡Amén! ¡Amén!