"Ventana abierta"
LA CEBOLLA
Web católico de Javier Olivares
“Había una vez una
vieja muy mala que murió. La mujer no había realizado en su vida ni una sola
acción buena y la echaron en el lago de fuego. Pero el ángel de la guarda que
estaba allí pensó:
- “¿Qué buena acción podría recordar para decírselo a Dios?”
Entonces recordó algo y se lo manifestó:
- Una vez arrancó de su huertecillo una cebolla y se la dio a
un pobre.
Y Dios le respondió complacido: “Toma tú mismo esa cebolla y
échasela al lago de forma que pueda agarrarse a ella. Si puedes lograr sacarla
del fuego, irá al purgatorio y luego al paraíso, pero si la cebolla se
rompe tendrá que quedarse donde está”.
El ángel corrió hasta donde estaba la mujer y le alargó la
cebolla:
- “Toma, mujer, agárrate fuerte, vamos a ver si te puedo
sacar”.
Y comenzó a tirar con cuidado. Cuando ya casi la había sacado
del todo, los demás pecadores que estaban en el lago de fuego se dieron cuenta
y empezaron todos a agarrarse a ella para poder también salir de allí. Pero la
mujer era mala, muy mala, y les daba patadas diciendo:
- “Me van a sacar solo a mí, no a vosotros: es mi cebolla, no
la vuestra”.
Pero apenas había pronunciado estas palabras, cuando la cebolla se rompió en dos y la mujer volvió a caer en el lago de fuego. Allí arde hasta el día de hoy. El ángel se echó a llorar y se fue”. «No estamos destinados a salvarnos solos».
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