"Ventana abierta"
ENCUENTRO
Yo - Tú - Nosotros
P. Horacio Solís Iglesias. S.S.P.
Aquí estoy
He pensado en ti y en aquellos momentos que te apetece compartir. Aquí me tienes.
DECIR SÍ
Si sabemos pasar de este mundo tan intranquilo, si sabemos recogernos y en un reposado silencio mirarnos interiormente, Si logramos apagar las ofuscantes luces de la calle y encender nuestras propias luces, si acertamos a interrogar, si valoramos la verdad, la sinceridad... es que estamos amando. Nos hemos encontrado con nosotros mismos.
La pregunta: "¿Qué debo hacer?" lleva consigo una inseguridad personal y a la vez confianza en el otro. "¿Qué he de hacer, Señor?" se formuló san Pablo camino de Damasco (cfr Hechos 2,10). Y el joven rico corriendo al encuentro de Cristo: "Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia la vida eterna?" (cfr Mc 10,17). "Jesús le miró y le amó" (cfr Mc 10,21).
Amar es mirarse uno mismo pero también es mirar a los demás. Hay una segunda parte más exigente y que el joven rico no tuvo valentía para cumplir, y es el decir: Sí. Un día absoluto. No podemos hablar de que amamos si nuestro sí es condicional. La Historia de la Salvación es el Sí incondicional de Jesús al Padre. Tu historia, mi historia exige un sí de esta categoría.
Mirarse y decir sí para luego caminar juntos.. "Sígueme", nos dice Jesús. Hay que ponerse en camino inmediatamente. Tu y yo. Nosotros. Todos. Sin cansarse. Sin mirar atrás. Dejándolo todo. Entonces es cuando comenzamos a vislumbrar la respuesta a nuestra pregunta.. "¿qué debo hacer?".
Y descubrimos la vida como una fiesta que todos celebramos. Ya todo ha adquirido un sentido porque la fiesta es siempre un sí a la vida. Un sí al otro como persona. Celebrar la fiesta implica alejar de nosotros cuanto cause tristeza, indiferencia, desesperanza... y todo ello para mejor amar. Para mejor mirarse y juntos caminar porque: amar es mirarse y decir SÍ. Así como suena, con letras mayúsculas.
Un feliz día para todos.
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