ventana

ventana

Sean bienvenidos

Sean bienvenidos

Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

sábado, 15 de abril de 2017

Oración final del Papa Fco. al concluir el Vía Crucis. Viernes santo. 15 - Abril - 2017

"Ventana abierta"


(ZENIT – Roma, 15 Abr. 2017).

Texto de la oración final del papa Francisco, al concluir el Via Crucis 2017.


El Viernes Santo en el Coliseo de Roma, junto a unas 20 mil personas.
- El santo padre Francisco al concluir el Vía Crucis de este Viernes santo, recitó la oración que publicamos a continuación:


Oh Cristo dejado solo y traicionado hasta por los tuyos y vendido a bajo precio.
Oh Cristo juzgado por los pecadores y entregado por los jefes.
Oh Cristo lacerado en la carne, coronado de espinas y vestido de púrpura.
Oh Cristo abofeteado y atrozmente clavado.
Oh Cristo atravesado por la lanza que ha lacerado tu corazón.
Oh Cristo muerto y sepultado, tú que eres el Dios de la vida y de la existencia.
Oh Cristo nuestro único salvador, volvemos a ti también este año con los ojos bajos por la vergüenza y con el corazón lleno de esperanza:
De vergüenza por todas las imágenes de devastación, de destrucción y de naufragio que se volvieron comunes en nuestra vida.
Vergüenza por la sangre inocente que cotidianamente es derramado por mujeres, niños, inmigrantes y personas perseguidas por el color de su piel o por su apariencia étnica y social y por su fe en ti.
Vergüenza por todas las veces que, como Judas y Pedro, te hemos vendido y traicionado, y dejado morir solo por nuestros pecados, escapando como cobardes de nuestra responsabilidad.
Vergüenza por nuestro silencio delante de las injusticias; por nuestras manos perezosas para dar y ávidas para quitar y conquistar; por nuestra voz estridente para defender nuestros intereses y tímida al hablar de aquellos de los otros; por nuestros pies veloces en el camino del mal y paralizados en los del bien.
Vergüenza por todas las veces que nosotros los obispos, sacerdotes, consagrados y consagradas hemos escandalizado y herido tu cuerpo, la Iglesia; y nos hemos olvidado de nuestro primer amor, nuestro primer entusiasmo y nuestra total disponibilidad, dejando oxidar nuestro corazón y nuestra consagración.
Tanta vergüenza Señor, pero nuestro corazón tiene nostalgia también de la esperanza confiada de que tu no nos trates según nuestros méritos sino únicamente de acuerdo con la abundancia de tu misericordia.


Que nuestras traiciones no vuelvan menor la inmensidad de tu amor.
Que tu corazón, materno y paterno, no se olvida a pesar de la dureza de nuestras entrañas.
La esperanza segura de que nuestros nombres están grabados en tu corazón y que estamos colocados en la pupila de tus ojos.
La esperanza que tu Cruz transforme nuestros corazones endurecidos en corazones capaces de soñar, de perdonar y de amar; transforma esta noche tenebrosa de tu cruz en el alba fulgurante de tu Resurrección.
La esperanza es que tu fidelidad no se apoya en la nuestra.
La esperanza de que las hileras de hombres y mujeres fieles a tu cruz sigue y seguirá viviendo fiel como la levadura que da sabor y como la luz que abre nuevos horizontes en el cuerpo de nuestra humanidad herida.
La esperanza de que tu Iglesia buscará de ser la voz que grita en el desierto de la humanidad para preparar el camino de tu retorno triunfal, cuando vendrás a juzgar a los vivos y a los muertos.
¡La esperanza que el bien vencerá a pesar de su aparente derrota!


Oh Señor Jesús, Hijo de Dios, víctima inocente de nuestro rescate, delante a tu estandarte real, a tu misterio de muerte y de gloria, delante a tu patíbulo, nos arrodillamos, avergonzados y llenos de esperanza, y te pedimos de lavarnos con tu sangre y agua que salieron de tu corazón lacerado; de perdonar nuestros pecados y nuestras culpas.
Te pedimos de acordarte de nuestros hermanos arrasados por la violencia, la indiferencia y la guerra.
Te pedimos de quebrar las cadenas que nos tienen presos en nuestro egoísmo, en nuestra ceguera voluntaria y en la vanidad de nuestros cálculos mundanos.
Oh Cristo, te pedimos de enseñarnos a no avergonzarnos nunca de tu cruz, a no instrumentalizarla, pero honrarla y adorarla, porque con esa tú nos has manifestado la monstruosidad de nuestros pecados, la grandeza de tu amor, la injusticia de nuestros juicios y la potencia de tu misericordia. 
Amén.
(Traducción de ZENIT)

No hay comentarios: