"Ventana abierta"
La caridad con los necesitados
Por José Miguel Arráiz
Así dice el Señor:
"Pues no faltarán
pobres en esta tierra; por eso te doy yo este
mandamiento: debes abrir tu mano a tu hermano, a aquel de los tuyos que es
indigente y pobre en tu tierra."Deuteronomio 15,11.
No faltaron en el mundo antiguo pobres, no faltan hoy y no faltaran mañana. Ya lo decía el Señor:
"Porque pobres
siempre tendréis con vosotros;…" Juan 12,8
Por eso este
mandamiento del Señor: Tender siempre la mano a nuestros hermanos, nunca
olvidando al que es pobre y necesitado.
"En atención al
mandamiento, acoge al indigente, según su necesidad no le despidas vacío. Gasta dinero por el hermano y el amigo, que no se te enroñe bajo
la piedra y lo pierdas.Coloca
tu tesoro según los mandamientos del Altísimo, y te dará provecho más que el
oro." Eclesiástico 29,9-11.
"Hijo, no prives al
pobre del sustento, ni dejes en suspenso los ojos suplicantes. No entristezcas
al que tiene hambre, no exasperes al hombre en su indigencia. No
te ensañes con el corazón exasperado, no hagas esperar la dádiva al mendigo. No
rechaces al suplicante atribulado, ni apartes tu rostro del pobre. No apartes
del mendigo tus ojos, ni des a nadie ocasión
de maldecirte. Pues si maldice en la amargura de su alma, su Hacedor
escuchará su imprecación. Hazte querer de la asamblea, ante un
grande baja tu cabeza. Inclina
al pobre tus oídos, responde a su saludo de paz con dulzura. Arranca al
oprimido de manos del opresor, y a la hora de juzgar no seas pusilánime. Sé para los huérfanos un
padre, haz con su madre lo que hizo su marido. Y serás como un hijo del
Altísimo; él te amará más que tu madre." Eclesiástico 4,1-10.
Para profundizar un
poco en este mandamiento he querido hacer este estudio.
La caridad, el
distintivo de los cristianos
"Este es el
mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus
amigos." Juan
15,12-13
En esto se conocen
los cristianos, en que guardamos el mandamiento del Señor y nos amamos unos a
los otros, y no de palabra sino en obras:
"En esto conocerán
todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los
otros.»" Juan 13,15
"Hijos míos, no amemos de palabra
ni de boca, sino con obras y según la verdad. En esto conoceremos que somos de
la verdad, y tranquilizaremos nuestra conciencia ante
Él," 1
Juan 3,18.
Y por eso quien
tiene bienes materiales y ve a su hermano pasando necesidad y le cierra el
corazón no permanece en el amor de Dios:
"En esto hemos
conocido lo que es amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros
debemos dar la vida por los hermanos. Si alguno que posee bienes de la tierra, ve
a su hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer
en él el amor de Dios? "1 Juan 3,16-17
Ese fue el pecado
del Rico, que aún sin matar ni robar fue indiferente ante el Lázaro que a la
puerta de su casa mendigaba deseando hartarse con las migajas que caían de la
mesa. Porque quien puede hacer bien y no lo hace comete pecado.
"Aquel, pues, que sabe
hacer el bien y no lo hace, comete pecado." Santiago 4,17
No seamos como el
Rico, indolente ante las necesidades de nuestros hermanos, sino que le veamos
como realmente es, como nuestro hermano que nos necesita. ¿Cuántas veces vemos
responder a los pobres con grosería? ¿Cuántas veces oímos o
incluso nosotros mismos les decimos: " ¡Pero ya te di
ayer!", "¡¡¡¿¿¿Otra vez ???!!!". ¿Es que acaso cuando nuestros
hijos nos piden comida le respondemos: "¡Pero ya comiste ayer!,
¿Otra vez?"? ¿Es que acaso no tenemos hambre todos los días?
Es claro que ni los
ricos pueden dar siempre, pero basta que oigamos a alguno decir que conoce a un
mendigo que vive lujosamente y que tiene una camioneta último modelo para que
cerremos el corazón a todo el que nos pide y pensemos: "¡Es un vago
aprovechador!". De allí en adelante no importa si es
un anciano, una viuda o un niño, ya todos son para nosotros,"unos vagos que no
trabajan".
¿Es esto ser
cristiano? ¿Es esta la actitud que Dios quiere de los cristianos?
El ayuno que Dios
quiere.
Muchas veces
pensamos que las penitencias y ayunos agradarán a Dios, pero si descuidamos lo
principal nuestros ayunos en vez de agradarle, le ofenden. Por eso el pueblo de
Israel no entendía porque sus ayunos y oraciones no eran escuchados:
"Porque yo quiero
amor, no sacrificio, conocimiento de Dios, más que
holocaustos." Oseas 6,6
"- ¿Por qué
ayunamos, si tú no lo ves? ¿Para qué nos humillamos, si tú no lo sabes? - Es
que el día en que ayunabais, buscabais vuestro negocio y explotabais a todos
vuestros trabajadores. Es que ayunáis para litigio y pleito y para dar de
puñetazos a malvados. No ayunéis como hoy, para hacer oír en las alturas
vuestra voz." Isaías 58,3-4.
Pero el ayuno
agradable a Dios no es dejar de comer, vestirse de sayal o cubrirse el pelo de
ceniza, sino partir el pan con el hambriento y dar de vestir al desnudo:
"¿Acaso es éste el
ayuno que yo quiero el día en que se humilla el hombre? ¿Había que doblegar
como junco la cabeza, en sayal y ceniza estarse echado? ¿A eso llamáis ayuno y
día grato a Yahveh? ¿No será más bien este otro el ayuno que yo quiero: desatar
los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los
quebrantados, y arrancar todo yugo? ¿No será partir al hambriento tu pan, y a
los pobres sin hogar recibir en casa? ¿Que cuando veas a un desnudo le cubras,
y de tu semejante no te apartes? Entonces brotará tu luz como la aurora, y tu
herida se curará rápidamente. Te precederá tu justicia, la gloria de Yahveh te
seguirá. Entonces clamarás, y Yahveh te responderá, pedirás socorro, y dirá:
«Aquí estoy.» Si apartas de ti todo yugo, no apuntas con el dedo y no hablas
maldad, repartes al hambriento tu pan, y al alma afligida dejas saciada,
resplandecerá en las tinieblas tu luz, y lo oscuro de ti será como mediodía. Te
guiará Yahveh de continuo, hartará en los sequedales tu alma, dará vigor a tus
huesos, y serás como huerto regado, o como manantial cuyas aguas nunca faltan.
Reedificarán, de ti, tus ruinas antiguas, levantarás los cimientos de pasadas
generaciones, se te llamará Reparador de brechas, y Restaurador de senderos
frecuentados. Si apartas del sábado tu pie, de hacer tu negocio en el día
santo, y llamas al sábado «Delicia», al día santo de Yahveh «Honorable», y lo
honras evitando tus viajes, no buscando tu interés ni tratando asuntos,
entonces te deleitarás en Yahveh, y yo te haré cabalgar sobre los altozanos de
la tierra. Te alimentaré con la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de
Yahveh ha hablado." Isaías 58,5-14
Características de
la verdadera caridad.
1. No dar por
interés
La caridad que Dios
quiere de nosotros no es aquella que es hecha para ser vistos por los demás.
"Por tanto, cuando hagas limosna, no
lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en
las sinagogas y por las calles, con
el fin de ser honrados por los hombres;en verdad os digo que ya
reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna,
que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en
secreto; y
tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará." Mateo 6,2-4.
A Dios no le agrada
toda obra que no es hecha motivado por el amor, por eso, aún si diéramos todos
nuestros bienes a los pobres, si lo hacemos por la razón equivocada, ya sea por
interés de recibir alguna recompensa de a quien damos, o para ser vistos y
tenidos por buenos, de nada vale:
"Aunque repartiera
todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada
me aprovecha." 1
Corintios 13,3.
No olvidemos que lo
que haga nuestra mano izquierda no lo debe saber la derecha.
2. No dar forzado
sino con alegría, dulzura y generosidad:
"Cuando le des
algo, se lo has de dar de buena gana, que por esta acción te bendecirá Yahveh, tu
Dios en todas tus obras y en todas tus empresas" Deuteronomio 15,10.
La verdadera
caridad no es la que se da forzada sino la que se da con alegría interior y
generosidad:
"Mirad: el que
siembra con mezquindad, cosechará también con mezquindad; el que siembra en
abundancia, cosechará también en abundancia. Cada cual dé según el
dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: = Dios ama al que da
con alegría. = poderoso es Dios para colmaros de toda
gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo, todo lo necesario, tengáis aún
sobrante para toda obra buena. Como
está escrito: = Repartió a manos llenas; dio a los pobres; su justicia
permanece eternamente. = Aquel que provee = de simiente al
sembrador y de pan para su alimento, = proveerá y multiplicará vuestra
sementera y aumentará = los frutos de vuestra justicia. =" 1 Corintios 9,6-10.
"Inclina al pobre
tus oídos, responde a su saludo de paz con dulzura." Eclesiástico 4,8
"Haced todo con
amor." 1 Corintios 16,14.
7 Promesas divinas
reservadas a quienes viven en el amor y la caridad.
- 1. Todo lo que
hagamos a nuestros hermanos, lo hacemos al Señor quien nos lo recompensará:
Cada vez que
hacemos una buena obra a alguno de nuestros hermanos, no se lo hacemos solo a
ellos, sino a nuestro Señor Jesucristo:
"Porque tuve
hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era
forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me
visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme." Entonces los justos le
responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o
sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o
desnudo, y te vestimos? Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto
hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo
hicisteis." Mateo 25, 35-38.40
Y por eso nuestras
buenas obras son para nosotros un tesoro en el cielo:
"«No os amontonéis
tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que
socavan y roban. Amontonaos
más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre
que corroan, ni ladrones que socaven y roben. Porque donde esté tu
tesoro, allí estará también tu corazón." Mateo 6,19-21.
"No escapará el
pecador con su rapiña, ni
quedará fallida la paciencia del piadoso. Para toda limosna tiene él un sitio,
cada cual hallará según sus obras." Eclesiástico 16,13-14.
"La caridad es como
un paraíso de bendición, y la limosna permanece para
siempre." Eclesiástico 40,27.
Ya decía el
proverbio que dar al pobre es prestar a Dios:
"Quien se apiada
del débil, presta a Yahveh, el cual le dará su recompensa." Proverbios
19,17.
- 2. Dios será
especialmente misericordioso con nosotros:
Ya lo decía el
libro del Eclesiástico, así como el agua apaga el fuego la limosna perdona los
pecados.
"El agua apaga el
fuego llameante, la limosna perdona los pecados." Eclesiástico
3,30.
- 3. Al momento de
caer encontraremos pronto apoyo en el Señor:
"Quien con favor
responde prepara el porvenir, el día de su caída encontrará un apoyo." Eclesiástico
3,31.
- 4. La bendición del
Señor estará sobre nosotros:
Eclesiástico 7,32 "También
al pobre tiéndele tu mano, para que tu bendición sea perfecta."
- 5. Dios escuchará
sin falta nuestras oraciones:
"Entonces clamarás,
y Yahveh te responderá, pedirás socorro, y dirá: «Aquí estoy.»" Isaías
58,9
"Quien cierra los
oídos a las súplicas del débil clamará también él y no hallará respuesta." Proverbios
21,13.
- 6. Nos conducirá de
continuo por caminos de justicia
"Te guiará Yahveh
de continuo, hartará en los sequedales tu alma, dará vigor a tus huesos, y
serás como huerto regado, o como manantial cuyas aguas nunca
faltan." Isaías 58,10-11.
- 7. Dios que nos
provee el pan de cada día nos proveerá con abundancia:
"La limosna
del hombre es como un sello para él, el favor del hombre lo guarda como la
pupila de sus ojos. Después
se levantará y les retribuirá, sobre su cabeza pondrá su recompensa." Eclesiástico
22-23
"El que da a los
pobres no conocerá la indigencia, para el que se tapa los ojos abundante
maldición." Proverbios 28,27.
"Como está escrito:
= Repartió a manos llenas; dio a los pobres; su justicia permanece
eternamente. =
Aquel que provee = de simiente al sembrador y de pan para su alimento, =
proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará = los frutos de vuestra
justicia. =" 2 Corintios 9,8-10.
Conclusión
Dios en su infinita
generosidad nos ha bendecido y es su beneplácito que seamos fieles
administradores de los dones que hemos recibido, compartiendo con nuestros
hermanos necesitados. ¿Cuántas
veces gastamos en exceso en una comida o una salida y no nos
importa? ¿Será que actuamos de la misma manera con el prójimo, o no le
damos porque: "no tenemos sencillo", "qué lástima!"
Permitamos que la
gracia de Dios cambie nuestra vida y cada día seamos más capaces de transmitir
ese amor a todos nuestros hermanos, incluyendo los más necesitados.
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