Las pajas eran duras, dame la suavidad de tu ternura. Te regalo mis sufrimientos, para que seas feliz y des alegría a los demás. Jesús.
La estrella de Belén, brillaba para anunciarte, tú brilla sólo para mí. Te regalo mi corazón, para que ames con él. Jesús.
Mi Padre te ama, por eso me envió, no corras tanto, escúchalo en la oración. Te regalo la quietud de la noche de mi nacimiento, para que vivas la paz. Jesús.
En Belén, no hubo lugar para mí, dame el abrigo en tu corazón. Te regalo la piedad de mi Madre, para que con ella me ames. Jesús.
Los Reyes llevaron incienso, dame el perfume de tu oración. Te regalo mi compañía, para que te acerques a mí cuando te sientas solo. Jesús.
En el pesebre tuve frío, dame el calor de tu caridad. Te regalo la sencillez, para que puedas llegar al Reino de los cielos. Jesús.
No te canses de amar, para darte fuerzas me hice hombre. Te regalo mi pesebre, para que busques en mí tu descanso. Jesús.
Yo vine a traer consuelo, sé tú la alegría de tu hogar. Te regalo mis brazos llenos de amor, para abrazarte cuando te ahoguen las penas. Jesús.
Mi padre José me sirvió oculto, ocúltate cuando me sirvas para que yo aparezca. Te regalo mi amor, para que sea prenda de tu felicidad. Jesús.
La gruta era fría, dame el calor de tu entrega apostólica. Te regalo mi corazón, para que ames con él. Jesús.
En Belén todo se veía oscuro, algunos ven el mundo así, necesitan de tu optimismo. Te regalo mi mirada, para que descubras los dones que te doy cada día. Jesús.
Quiero en este año el oro de tu caridad. Te regalo mis primeras palabras, para que hables siempre bien de los demás. Jesús.
Fui ignorado por casi todos, sé mensajero de mi presencia. Te regalo mis pies, para que no te canses de anunciar mi mensaje. Jesús.
Vine a buscar almas, ayúdame a encontrarlas. Te regalo mi sonrisa, para que la encuentren en ti los demás. Jesús.
Los ángeles cantaron, dame la música de tu vida interior. Te regalo mi sensibilidad, para que cada día me escuches dentro de ti. Jesús.
Mi Padre me envió porque te ama, que quien te encuentre lo descubra. Te regalo mi encarnación, para hacerte hijo de Dios. Jesús.
Cuando ores ama, no importa si no hablas. Te regalo el arrullo de mi Madre, para que nunca te sientas solo. Jesús.
Sentí frío y pensé en ti. Dame el calor de tu entrega apostólica. Te regalo el cielo estrellado, para aumentar tu fe. Jesús.
Mi techo era el cielo, no busques seguridades humanas. Te regalo mi confianza, para que te abandones en los brazos de mi Padre. Jesús.
Mi Madre me cuidó con paciencia, vive esta virtud durante el año. Te regalo mi delicadeza, para que con ella vivas una caridad más perfecta. Jesús.
Yo vine a traer consuelo, sé tú la alegría de tu hogar. Te regalo mi paz, para que la comuniques a los demás. Jesús.
Yo no tuve con qué abrigarme, sé el abrigo de los pobres. Te regalo el oro de los reyes magos, para que siempre valores lo verdaderamente importante. Jesús.
La gruta estaba oscura, dame la luz de tu fe. Te regalo mi estrella, para que te muestre el camino que conduce a mí. Jesús.
Mi Madre me arrulló en sus brazos, toma su sitio, quiero estar en los tuyos. Te regalo las caricias de mi Madre, para que te consuelen y te alienten. Jesús.
Cuando era pequeño, no podía valerme por Mí mismo, llévame a los demás. "Me quedo contigo". Consérvame en tu corazón, háblame, ámame y compárteme. Jesús.
Dios cercano que quiso hacerse hombre para estar entre nosotros, encuentre un lugar en nuestro corazón para nacer.
¡Feliz Navidad, amig@s!
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