"Ventana abierta"
SCJM
Sevilla 12 - Marzo - 2012.
De mi querida Hna. Mª del Carmen. Religiosa del Sgdo. Corazón de Jesús y maría:
Muy querida Angelita: nos acaba de llegar tu carta con el precioso mensaje a la hermandad de Torreblanca... Nos ha encantado y te lo agradecemos de corazón.
Nosotras te recordamos con mucho cariño y gratitud y pedimos por ti para que el Corazón de Jesús te bendiga y te siga ayudando a hacer tanto bien desde tu cama... Para mí, eres como una "lamparita" de Sagrario que desde donde estás encaminas hacia Él... Te lo digo para que te sirva de consuelo en tus momentos de dolor o soledad... que también los tendrás como toda persona humana...
Sabemos por la fe, que esto es verdad, porque lo ha dicho Jesús en el Evangelio... Es Misterio y no lo entendemos, pero la Fe nos ilumina: "Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo..."
Que nos sientas a todas muy cercanas.
Un saludo a tu familia y un abrazo grande para ti de
Mª del Carmen rscj.
en nombre de todas.
Ahí te mando esas cosillas que te pueden ayudar.
Gracias Hna. Mª del Carmen, por esas cosillas, como usted dice, seguro que me van a ayudar.
Como esta que me ha enviado, entre otras, con motivo de la festividad de San José:
José un hombre sin importancia
Del que lo único que sabemos es que estuvo treinta años con Él. Pero siempre detrás; sin habernos dejado ni un discurso, ni una epístola, ni un himno, ni una frase José, el no-protagonista más grande de la Historia. El que empieza por no ser verdadero padre de Cristo, y de ahí le viene el no ser y el saber no ser tantas cosas interesantes, halagadoras, satisfacientes.
Ni corredentor, ni apóstol, ni mártir, ni profeta, ni obispo, ni diácono, ni seglar carismático. Ese número "dos", de colosales dimensiones, que nos deja en ridículo a tantos pretenciosos y ridículos números "uno".
Vamos a su taller a preguntarle a José por qué está ahí. Tú no dictaminas ni peroras ni te sientes problematizado ni contestas ni profetizas. Solamente "guardas las cosas en tu corazón" y continúas trabajando, sirviendo, amando y callando.
Enséñanos, José, cómo se es no-protagonista; cómo se trabaja sin exhibirse; cómo se avanza sin pisotear a nadie; cómo se colabora sin mangonear; cómo se da sin propagandear; cómo se ama sin reclamar.
Dinos cómo se vive siendo número "dos", cómo se hacen cosas fenomenales desde un segundo puesto.
Dinos cómo es imposible y ridículo y absurdo que todos nosotros estemos en el primer puesto, seamos número "uno".
Dinos cómo la inmensa mayoría de nosotros tenemos que ocupar esos segundos lugares en los que está nuestra verdadera y oculta grandeza.
Dinos cómo se vive con elegancia y grandeza siendo no-importante. Convéncenos de que se puede y se debe ser útil, efectivo...hasta héroe, siendo no-importante.
Explícanos cómo se es grande sin exhibirse, cómo se lucha sin aplauso, cómo se avanza sin publicidad, cómo se persevera y se muere uno, sin esperanza de que le hagan un homenaje.
José, que no perteneciste a ninguna comisión directiva ni a ningún comité organizador, ¿querrías explicarnos cómo desarrollaste al máximo las posibilidades de tu personalidad, cómo te realizaste en tu casa y en tu taller, sin angustias vitales, sin vacíos de tu yo?
Queremos saber tu secreto, José. Nosotros, los protagonistas; porque todos nosotros hemos nacido con vocación de primeras figuras, de jefes, de profetas, de iniciadores de nuevas eras. Nuestro conflicto, José, es que todos estamos para tomar las riendas y nadie para tirar del carro; que todos nos sentimos llamados a organizar y a dirigir, pero ninguno a servir y a colaborar.
Tú, que no colgaste las herramientas y no saliste a la plaza diciendo que sabías en dónde estaba la salvación del mundo.
Tú, que sabiendo lo que sabías, no te pusiste al frente de un comité mesiánico de nazarenos, ni después al frente de un comité mesiánico de israelitas, dinos cómo se hace para ser útil, positivo, generoso, sin necesidad de ser importante, de ser protagonista.
Y todavía más difícil; cómo se hace para darlo todo sin ser protagonista y, a pesar de ello, sentir dentro una paz y una felicidad profundas.
Pero José, en lugar de darnos una conferencia, sonríe, calla y sigue trabajando. Nosotros, los importantes, los especialistas, los enterados, los abajo firmantes...seguimos esperando una respuesta de ese hombre sin importancia del que apenas sabemos que fue
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