"Ventana abierta"
Comentarios breves de Benjamín González Buelta, S.J.
Lo que Jesús pide a sus discípulos es asombroso: que ni su propia muerte de la manera más abyecta que se conocía en aquel tiempo, les quite la paz. Una cosa es el dolor y otra la falta de paz. Cuando una persona sufre con paz, de alguna manera percibimos en ella la Pascua de Jesús, un anuncio sereno de la resurrección. A los que van sirviendo al Señor el mal espíritu trata de inquietarlos con espantapájaros ante el futuro. Cuando perdemos la paz en nuestra vida cristiana, tenemos que pedir al Señor que nos conceda esta paz que él nos propone y nos promete.
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