"Ventana abierta"
SOR ROSARIO: LA VICTORIA ES DE NUESTRO DIOS.
Lerma de lejos
Así de sencillo y así de grande,
porque es una vida cumplida en el seguimiento de Cristo y ha llegado a su
plenitud.
Lerma
Mujer sencilla y de ideas firmes;
desde niña es acunada por todos, dado que es la pequeña de 8 hermanos en una
familia tradicional de clase media en Lerma (Burgos). Tuvieron comercio y en
torno a él la familia se aglutina y ella queda en casa con su hermana mayor
cuando todos han ido tomando estado. Las salidas que hace son para cuidar
hermanas parturientas. Tiene muchas amigas en el pueblo y varias de ellas
llegan también a ser religiosas; frecuenta la casa de una señora que reúne
jóvenes y allí se cultivan, además de participar en la parroquia, como es
propio de un pueblo así y de un momento histórico así (de ella he oído todo lo
que cuento).
Sor Rosario trabajando con su madre
Su madre, muy temperamental, su padre
muy hacendoso y “manitas”, se parece a él muy marcadamente en su quehacer
minucioso, que la caracterizará siempre. Entre las fotos de su infancia
recuerdo una haciendo bolillos, cuyos aperos trajo al convento.
Arco de la cárcel
Podríamos decir que fue mimada en su
infancia y juventud (así se lo repetíamos a ella) cosa que la marcó y que
potenció, quizás, su firmeza en pensamientos y decisiones que fraguaba dentro y
daba muchas vueltas, cuando lo manifestaba era generalmente irrevocable. Desde
que sintió su vocación hasta que se realizó, tuvo paciencia de esperar el
momento y lo llevó a cabo sin dejarse reducir en el propósito.
Soportales
A sus 23 años, viniendo desde
Valladolid, donde había ido a atender a su hermana, ingresó en el convento,
animada por el confesor y las monjas y con la bendición de su padre. Llegada a
San Blas comenzaba a vivir su sueño tan acariciado y se integró bien en el
ritmo que le “imponía” este modo de vida, su noviciado, el trabajo, la oración,
el sacrificio, la alegría, las visitas, el estudio, la correspondencia,
ejercicios, retiros, etc.
Sor Rosario vestida de novia en su toma de hábito
Cuando profesó coincidió que en el
monasterio se había abierto colegio de niños, como medio de vida provisional en
la época pre-conciliar, para que también los religiosos vivieran de su trabajo
remunerado y no de rentas o dotes.
Sor Rosario de monja con la Virgen
Por los años 60-62 comenzó a servir
en el colegio de plena dedicación; es algo que la caracterizó siempre por su
capacidad natural de estar cerca de los más pequeños y su ingenio para
entretenerlos y enseñarlos; de hecho en Lerma se la recuerda con mucho cariño,
junto a las demás hermanas que lo atendieron;
Niños del colegio
detalles educativos como tener un
tiestito de flores de plástico, que según el comportamiento, luego se ponía al
lado del Niño Jesús, el Buen Pastor que presidía su clase, o el mono
limpiabotas (muñeco mecánico que ponía en marcha como premio); o los recreos en
la huerta haciendo a los niños ayudar a limpiar la hierba en forma de juego:
“pelo, pelo hierba”…; el cariño a la Virgen del Rosario en el mes de mayo; y ,
por supuesto, el Nacimiento, que ayudaba a poner en la iglesia.. Plena
dedicación, con su delantal blanco sobre el hábito y su sonrisa amplia y
acogedora. En el año 1969 se cerró el colegio por ser una actividad no propia
de monjas de clausura ¡cómo lo sintieron y siguen recordando en el pueblo! Pero
su vida, su entrega, su amor por Cristo, no se reducía sino que continuaba su
ritmo ascendente en la vida diaria sin bajar ningún grado.
Mujer laboriosa con paso reposado
pero firme; creía que no le cundía su trabajo por tener ese ritmo, pero era
impresionante el rastro de su quehacer por todo el convento:
con una paciencia espectacular,
ordenaba y volvía a ordenar con minuciosidad hilos, cintas, cordones, en cajas
con sus rótulos correspondientes; también las estancias – trasteros; ella te
orientaba, incluso te buscaba cualquier objeto que necesitaras y sin enfadarse
porque lo dejáramos desordenado.
Belenes
Fue procuradora y por tanto hortelana
por un tiempo; las flores y macetas se le daban de maravilla…todo entra en su
forma minuciosa y estable de cuidar las cosas.
Procuradora
También fue tornera y sacristana y
colaboró, en la última etapa, con ahínco en la elaboración de vasijas de barro
para la cerámica, con la característica peculiar de restaurar sus figuritas del
Nacimiento, los Niños-Jesús, etc.
Moldes
Pero, ante todo, como “buena
religiosa” era puntual y exquisita en la preparación y participación del Oficio
Divino; sin duda que era lo más importante de todo y el motor de todo en su
vida. Tenía los libros ordenados y señalados para tener registrado a tiempo
cada celebración y en ello empleaba mucho tiempo y dedicación hasta el final,
porque veía poco y se le sugería que lo dejara, que escuchase y siguiera de
memoria ¡pero no! Lo de la vista fue una de sus “cruces” más notables; ella que
era laboriosa tenía mucha dificultad, pero nunca lo dejó de hacer.
Con Sor Asun
La habían
operado de cataratas y salió mal, con lo que por un ojo apenas veía. Necesitaba
“encontrar el punto” por el que veía un poco mejor y esta limitación nunca
consiguió parar su actividad, sino sólo eso: limitarla;según avanzaba el tiempo
tomaba el relevo en algunos trabajos de las monjas anteriores a ella, como
cascar y limpiar almendras.
Con el maestro OP
Su limitación se iba haciendo
notable, aunque no dejó de realizar sus quehaceres, que en el último año habían
quedado establecidos por la priora en: “hacer lo que quieras”, no paraba, pero
con plena libertad entraba y salía del barro a los tiestos, a las almendras, a
“lo que quisiera” como repetía con gracejo;
Castillo de Herodes
eso sí, haciendo su turno de fregado,
la bendición de las celdas y cerrar las puertas de la huerta al ir a vísperas,
y…el sueño de todo el año: pensar y preparar el Nacimiento para Navidad;
Nacimiento
no podía evitarlo, ya llevaba varios
años diciendo que sería el último, porque a la hora de ponerlo se sofocaba
sobremanera pues no la respondían las fuerzas(eso que los últimos años tenía la
ayuda incondicional de una hermana joven), pero no nos lo creíamos porque antes
de quitarlo en enero, ya tenía el croquis en la cabeza del siguiente; sus
Belenes tenían el encanto de combinar todo tipo de figuras en una
“arquitectura” y paisajes que ella misma se iba fabricando durante años… sí,
tenía la frescura del realismo de su corazón ante el Misterio desbordante de la
Encarnación del Verbo.
Arcos del nacimiento
Sus Belenes tenían el encanto de
combinar todo tipo de figuras en una “arquitectura” y paisajes que ella misma
se iba fabricando durante años… sí, tenía la frescura del realismo de su corazón
ante el Misterio desbordante de la Encarnación del Verbo.
Disfraces
Hay que destacar que su sencillez y
espontaneidad la hacían ser muy cercana y asequible a las más jóvenes, con las
que se gozaba contando su vida e historias, incluido el álbum fotográfico de su
familia. También tenía sus “números cómicos” para recibir, acoger y probar la
inocencia de cada postulante, haciendo la alegría de todas.
En el banco
Es de admirar su ahínco por escribir
cartas, para ella suponía el cuidado espiritual de los suyos y no desistía, a
pesar de su gran dificultad en la vista, usaba una lupa para leer y escribir y
es de admirar lo bien que hacía la letra; de hace nada nos queda la imagen de
estar en la oración con el Evangelio 2015, edición de bolsillo, o sea letra
minúscula, leyéndolo cada mañana. La verdad que es de resaltar su manera de
vivir y hacer las cosas, que sólo puede ser movida por un gran Amor.
Sus flores
Ya este verano se sentía cansada
(ella era incansable) pero la decíamos que con 86 años era normal cansarse, que
también nos ocurría a nosotras con menos años. No había estado enferma
propiamente dicho y todos sus remedios eran las “fliciones” de colonia y algún
paracetamol; su descubrimiento último era el “tantun” cuyo nombre la hacía
gracia. Ya a mediados de verano se le comenzó a notar una bajada fuerte en su
vitalidad y requería algunas atenciones y ayudas. Aparecieron los mareos y
varios infartos cerebrales de los que se volvía recuperar más limitada cada vez
y ya se dejaba hacer.
Dormitorio
A penas 10 días en la enfermería, eso
sí, recibió las bendiciones de todos los sacerdotes que nos visitan con
asiduidad, es un detalle precioso del Señor; entre estas bendiciones, el día 30
de septiembre tuvimos el gozo de celebrar el Sacramento de la Unción de
enfermos con la Eucaristía en la iglesia toda la comunidad.
El Rosario
El primer domingo de octubre era la
procesión de la Virgen del Rosario por el pueblo y añoraba verla, pero no
estaba bien y la llevaban la Comunión. Su consciencia fue lúcida y clara en
todo momento (excepto en los infartos que la perdía), estaba en todo, conocía a
todos, preguntaba por todos y se cuestionaba de su estado diciendo: “yo no
sabía que esto era así”, o al preguntarla: ¿cómo estás? Respondía: “vosotras lo
sabréis mejor, no me duele nada”.
Cielo
Esos días hablaba de la muerte, dijo
que quizá tendríamos dos procesiones…etc. y estaba pendiente de todas las monjas
y sus familias. Con sus sobrinos habló por teléfono, dando razón de todo y
esperó, esperó a la fiesta de su Virgen del Rosario, su santo, como si entre
ellas hubieran quedado…son los detalles de Cristo y su Madre…
Gloria
Y se marchó. Acababa de empezar el
día 7, era la 1,10 de la madrugada, todo el día habíamos estado con ella,
cantando la Resurrección, rezando a su lado, creyendo ante la muerte de una
hermana que la vida para Cristo vale la pena totalmente.
Claustro nuevo
Nuestra sor Rosario cumplía su
peregrinar dejándonos un rastro de vivir la vida como Esposa de Aquel que la
eligió y la tiene ya por la eternidad.
Ciriales
Escondida, callada, fiel por el Amor
que la sostuvo siempre y respirando Resurrección. Ya no estaba en ese cuerpo
que íbamos a venerar como Templo de la Trinidad, y que nos gritaba Esperanza en
toda la preciosa liturgia Eucarística y exequial.
Cementerio
De nuevo detalles divinos para su
esposa sencilla: estrenaba la sección nueva del cementerio o zona de reposo
ajardinada. 11 sacerdotes presentes, su comunidad festiva, como en la Profesión
definitiva, sus queridos sobrinos, su pueblo de Lerma… y el Cielo abierto con
el manto de la Virgen acogiendo su nueva y definitiva inquilina.
Recordatorio
Sor Rosario, tira de nosotros, te
queremos y sabemos que nos quieres. Mantén la luz encendida para que tu reflejo
nos guíe sin pérdida al encuentro con Cristo. Gracias por tu vida y por haberte
fiado de Cristo, el que te amó hasta el extremo y ahora te sienta a su derecha.
Sor Inés Carmen de san José. Octubre
2015
http://dominicaslerma.es/
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