"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES
DEDICAR CADA DÍA CINCO MINUTOS A LIMPIAR EL CORAZÓN
Hola, buenos días, hoy María nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
DESEMPOLVAR EL CORAZÓN
Hace unos días acompañé a Burgos a una hermana
que tenía consulta médica y en la sala de espera estaba encendida la televisión
y transmitían las noticias sobre la visita de un mandatario alemán a España.
Mostraban sus encuentros con el Rey y otras personalidades, y también la comida
que los Reyes le ofrecieron.
Me impresionó el lujo del salón y la mesa
perfectamente preparada. Pensé en el trabajo y la dedicación que habría
requerido organizar cada detalle de aquel banquete.
Al contemplar esa escena, lo trasladé a nuestra
vida y me pregunté: ¿cómo me preparo yo para celebrar la Navidad? La Iglesia
nos regala este tiempo de Adviento precisamente para eso: para preparar nuestro
corazón a la llegada del Niño-Dios, que viene buscando morada y desea
establecerla en nosotros.
Él quiere invitarnos a su mesa, a compartir la
intimidad de una cena con el Rey de Reyes. “Si alguno me oye y me abre, entraré
en su casa y cenaremos juntos”. Pero para que esto suceda, necesitamos escuchar
su Voz en medio del ruido, distinguirla entre tantas voces que nos distraen, y
abrirle la puerta de nuestro corazón. Sólo entonces, con nuestro permiso,
entrará y nos hará partícipes de su banquete.
Dice Isaías: “En aquel día, preparará el Señor
del universo para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares
suculentos, un festín de vinos de solera; manjares exquisitos, vinos
refinados”. Este es el banquete que el Señor tiene preparado para nosotros.
Hoy el reto del amor es dedicar cada día cinco
minutos a limpiar el corazón, a quitar el polvo y las telarañas que se acumulan
con las prisas, las preocupaciones, el ruido…, para que Jesús encuentre un
lugar acogedor donde quedarse.
Así, cuando llegue la Navidad, nuestro corazón será como un salón preparado, dispuesto para recibir al Invitado más importante: el Niño-Dios que viene a cenar con nosotros.
VIVE DE CRISTO





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