"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
El ser humano tiene
también la capacidad de hacer cosas, de prolongarse en una obra, y también allí
puede derramarse el Espíritu Santo para que lo vivamos de otra manera.
El Espíritu, que infunde dinamismo, también influye en nuestras actividades, en nuestro trabajo, en todo lo que hacemos, no sólo para que podamos hacerlo bien, sino para que esas actividades enriquezcan nuestra vida, para que no sean un peso o una simple obligación. Es decir, el Espíritu Santo puede hacer que esas actividades tengan un sentido, un "para qué" profundo que nos permita hacerlas con interés, con cierto gusto, y que nos sintamos fecundos en esa actividad. Podemos hacer algo por necesidad, o "porque sí", pero también podemos hacerlo como una ofrenda de amor al Señor, o como un acto de amor a los hermanos, a la Iglesia, a la sociedad, o podemos ofrecerlo al Señor por nuestra santificación, o pidiéndole algo que deseamos alcanzar, o uniéndonos con ternura a la Pasión de Cristo, etc. Esto permite que no sólo nos sintamos bien cuando descansamos, sino también cuando trabajamos.
Oración de meditación inspirada en la reflexión del viernes 28 de febrero de 2025
“Espíritu Santo, fuente de vida y amor, ven y
llena mi corazón con tu gracia. Te entrego mi trabajo, mis esfuerzos y cada
tarea de este día. Que no sean solo obligaciones o rutinas, sino una ofrenda de
amor para Dios y para mis hermanos.
Infunde en mí tu dinamismo para que todo lo que
haga tenga sentido y propósito. Ayúdame a vivir cada actividad con entrega, con
alegría y con la certeza de que en cada esfuerzo puedo encontrar tu presencia.
Que mi trabajo sea una oportunidad para crecer,
para servir y para glorificarte con cada acción. Dame la fuerza para continuar
con entusiasmo y el descanso necesario para seguir adelante con esperanza.
Amén”.
#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #EditorialClaretianaAmén
No hay comentarios:
Publicar un comentario