"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
El agua apaga el fuego, pero el viento lo aviva. ¿Por qué al Espíritu Santo se lo asocia con el fuego, el agua y el viento al mismo tiempo?
El Espíritu Santo es fuego espiritual, porque, cuando se lo permitimos, él quema nuestros males y los reduce a cenizas. Destruye el pecado, el egoísmo, la vanidad, la tristeza.
Pero luego viene como viento, arrastrando esas basuras y cenizas que quedan todavía en el alma.
Y finalmente se derrama como lluvia, que termina de limpiar toda impureza. A veces es agua que cae suavemente; otras veces es un torrente lleno de ímpetu y furor, que arrasa lo malo con toda su potencia de santidad.
Nosotros a veces le exigimos al Espíritu Santo que venga a nuestra vida de
determinada manera. Quisiéramos que cayera siempre como lluvia mansa, o
preferiríamos siempre el calor del fuego, o desearíamos una brisa suave. Pero
él viene siempre de distinto modo, viene como a él le parece. En realidad,
viene como más lo necesitamos, aunque a veces no podamos comprenderlo, aunque
nos resulte incómodo.
Pero es mejor dejarlo actuar como él quiera, ya que él sabe mejor que nadie lo que realmente nos hace falta para seguir creciendo.
Oración para el jueves 26 de diciembre de 2024
"Espíritu Santo, hoy me acerco a ti con humildad para pedirte que obres en mi vida como tú desees. Sé el fuego que quema mi orgullo, mi egoísmo y mis miedos; arrasa con todo aquello que me aparta de la verdadera paz y de tu amor.
Sopla en mí como viento renovador, llevándote las cenizas de mi pecado y dejando mi alma abierta para recibir tu gracia. Y luego ven como lluvia, limpia mi corazón con tu agua viva, arrastra mis impurezas y llena cada rincón de mi ser con tu pureza y santidad.
Enséñame a aceptar tu presencia, aunque a veces me incomode o no la comprenda, porque sé que tú siempre actúas para mi bien y para guiarme hacia el amor perfecto. Que pueda confiar plenamente en ti, Espíritu divino, y permitirte transformar mi vida según tu voluntad.
Amén".
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