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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

viernes, 26 de enero de 2024

"Homilía en la novena de Sebastián". Viernes, 26 - Enero - 2024

"Ventana abierta"

Mi patrón
P. Leonardo Molina García. S.J. 
Homilía en la novena de Sebastián
Padul (Granada) 

Desde que he podido, nunca he faltado yo a la fiesta de san Sebastián. Y me he sentido unido a los paduleños desde el primer momento que con ilusión acuden cada año a estas fiestas. Me he sentido como pez en el agua. Envuelto en su entusiasmo, su fe, recordando antepasados, familiares muy añorados y mis años infantiles. He ido a coger leña como todo el mundo y no solo contemplaba nuestra blanca sierra, sino también el Manar, la Atalaya, la Vega, tan cercanas, tan nuestras. Por todas partes esa tarde me extasiaba viendo coches, carricoches, niños con su haz de leña al hombro, o arrastrándoles; alguna que otra pequeña hoguera. Todo el mundo se saluda. Y la acogida para los “forasteros” muy agradable.

Desde mi posición de “desterrado”, he observado varias noches mágicas en nuestro pueblo. Todas tienen un sentido muy religioso, pero hay que reconocer que la más popular, la más añorada, la más participada, la mejor cantada por grandes y chicos, es la de san Sebastián. Y, sin embargo, todas iban señaladas en la misma dirección: la fe en Jesucristo, camino, verdad y vida en nuestro pueblo. Su figura, la de Jesús,  misteriosamente nos atrae para vivir honradamente, dignamente, felizmente. Todas esas fiestas, estas noches mágicas apuntan en la misma dirección.

Pero no quita importancia a otras celebraciones, ni mucho menos, este subidón de la fe que es la fiesta de nuestro santo patrón. Es un momento de  gracia, de cercanía, de emociones fuertes.

Paso por encima las otras noches y me detengo en la nuestra

1.    Comenzamos  por la noche santa, en la que celebramos la unión del cielo y de la tierra. Noche de Dios, noche de paz, en la que por fin, apareció entre nosotros, se plantó entre nosotros, la Luz de Dios, la lucha contra el mal, la aparición de la gracia del Señor en un mundo tan necesitado de Bien. Las familias se enternecen. Algo nos habla de bien, de paz, de Dios. Noche santa

2.    Noche de la resurrección. Después de las terribles consecuencias de las maldades caídas sobre el inocente, el Bien, Jesús resucita, vence el mal. “Bendita la mañana que trae la gran noticia de su presencia joven en gloria y poderío”. Sacamos a nuestras calles el dolor y la pasión minuciosamente detallados en nuestras procesiones. Pero en las frescas mañanas de abril, en la amanecida del día, los “juas” arrastrados por las calles simbolizan la victoria del Bien en nuestros corazones sobre el mal, el triunfo del pisoteado Cristo.

3.    Noche de san Juan, cuando íbamos a las fuentes de la vega a “lavarnos la cara”, Acababa el invierno y la incipiente primavera y comenzaba un tiempo de madurez y cosecha, Había que comenzar bien, limpiando lo mal hecho, quemando, como hacen en las playas de Almuñécar, lo malo, lo viejo, lo podrido de nuestras vidas.

4.    Y la nuestra. La de san Sebastián. Repito, entre todas, la más celebrada, la mejor preparada y acogida, la más popular. Algo quiere decirnos Dios… pensemos…

5.    Yo diría -lo he pensado- que es la noche de las sonrisas. Es noche habitualmente fría, pero el frío no invade los corazones. Todo el mundo saluda, todo el mundo sale a la calle, todo el mundo sonríe… Los niños, muchos de ellos a cucurumbillo en los hombros de sus padres, vienen preparados por sus padres y contemplan asombrados la espectacular salida del santo de la Ermita entre disparos, música y cantos. Están aprendiendo…

Y es que hay muchos motivos para alegrase y para sonreír.

·         Es una fiesta en la que todos nos sentimos paduleños. Acudimos desde Granada, desde Andalucía, a encumbrar a nuestro patrón. Y si no es posible, los móviles acercarán la fe de nuestro pueblo a los lejanos. Nos gustan nuestras raíces, nuestros antepasados, nuestras calles, nuestra Iglesia. Añoramos a personas queridas que nos transmitieron la fe y el amor a nuestras raíces.

·         Es una fiesta democrática. San Sebastián nos une a grandes y chicos, a sabios, ricos y necesitados, a curas y laicos. No hay en esta noche “los de arriba y los de abajo”. La magnífica agrupación musical parece que lanza al aire con más entusiasmo que en otras ocasiones, el himno, los pasacalles. Todo el mundo se saluda y se alegra. No hay más que amigos unidos por los mismos sentimientos de fe.

·         Es una fiesta de la tradición. Desde que don Juan de Austria, después de expulsar y defender nuestro pueblo de los moriscos, lo puso bajo el patronazgo de este soldado apóstol  y mártir, nunca ha dejado nuestro pueblo de mirar a san Sebastián como “ejemplo de fe, valor y humildad “, y coherencia de vida. Tradición de abuelos a hijos, de maestros a alumnos, de amigos a amigos. Nuestro canto es probablemente el más universal, y enseñado en las mismas casas a los pequeños.

·          Es una fiesta de la fe. Todos nos sentimos cristianos, bautizados, buscando el bien común, llevando adelante las dificultades de la vida, mirando siempre a nuestros valores. Pecadores, pero creyentes. Débiles pero fuertes en la fe. Deseosos de hacer el bien. Como san Sebastián.

·         Es una fiesta de la semilla, pero también del envío. Esa emoción, ese sentimiento, esa mirada a los santos patronos, la Virgen de los Remedios y san Sebastián, es como una semilla plantada en los corazones, que cuidamos luego en la asistencia a la eucaristía, asistiendo a los grupos de formación, en la oración. Semilla que es también un envío: lucharemos por la paz. Enviaremos paz, justicia, amor y verdad; seremos enviados en este mundo para extender el bien, a evitar el mal, a luchar contra los sentimientos negativos. Jesús fue un sembrador de semillas buenas. San Sebastián lo siguió con fidelidad. Hasta la muerte. Por eso podemos cantar “gran patrón de los hijos del Padul, glorioso Sebastián…

·         Finalmente, San Sebastián fue coherente en su vida, con la fe. La cuidó, la comunicó con sencillez, con naturalidad. No predicó grandes sermones, ni escribió libros eruditos, ni entró en las Iglesias, participando en hermosas ceremonias. Simplemente, desde su puesto de jefe militar, vivió como cristiano, actuó como cristiano, defendió a los súbditos, nunca renegó de su fe y tanto amor llevó en su vida, que practicó el dicho de Jesús: “No hay mayor amor que el que da la vida por sus amigos” Cantamos con letra inspirada: “con tu martirio y ejemplo, de fe, amor y  humildad”…

·         San Sebastián es buen espejo donde mirarnos. Heroico, valiente, coherente, compasivo, comprometido.

·         Bueno; humilde va delante la Virgen de los Remedios.

 Efectivamente, ella también fue ejemplo anticipado para el mismo Sebastián. Ella también fue mártir de dolor. Coherente, dulce, remediadora. Espejo para todos. Reina y Madre de Misericordia. Si damos paso a san Sebastián es porque él fue fiel hijo también de María.

·         ¡Viva la Virgen de los Remedios! ¡Viva san Sebastián!

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