"Ventana abierta"
Leche, Manteca y Harina
"Hace un tiempo leí la historia de un sacerdote que
asistió a un desayuno para hombres en medio de una zona rural.
El grupo le había pedido a un granjero ya un poco entrado en
años y vestido con un overol, que hiciera la oración para el desayuno de la
mañana.
- "Señor, odio el suero de leche", comenzó el granjero.
El sacerdote abrió un ojo para mirar al granjero y preguntarse a dónde iba con esto.
- "Señor, odio la manteca de cerdo".
Ahora el sacerdote estaba cada vez más preocupado.
- "Y Señor, sabes que aborrezco la harina blanca cruda".
El sacerdote una vez
más abrió los ojos y miro alrededor de la habitación y vio que no era el único
que se sentía incómodo.
- "Pero Señor, cuando los mezclas todos juntos y los horneas, me encantan las empanadas frescas. Entonces, Señor, cuando surgen cosas que no nos gustan, cuando la vida se pone difícil, cuando no entendemos lo que nos estás diciendo, ayúdanos a relajarnos y esperar hasta que hayas terminado de mezclar todo eso. Probablemente será incluso hasta mejor que las empanadas, Amén".
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