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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 22 de junio de 2010

Anunciar el Evangelio a los pobres. 22 - Junio - 2010

"Ventana abierta"


Anunciar el Evangelio a los pobres


Es la frase con la que Jesús definió su misión en su presentación en Nazaret. Y es la frase que hoy tanto se repite en la Iglesia. Encargados de ser “Buena Noticia para los pobres”. Como frase suena bien y hasta actual.
El problema surge cuando nos preguntamos:
¿Y qué es anunciar el Evangelio a los pobres?
¿Cuándo se anuncia el Evangelio a los pobres?
¿Cómo se anuncia el Evangelio a los pobres?
Porque los pobres no viven de palabras.
Ni tampoco son trampolín para que otros crezcan.
Los pobres han escuchado demasiadas palabras.
Los pobres han escuchado el anuncio de muchas esperanzas.
Pero los pobres siguen siendo pobres, y con frecuencia, cada vez más pobres.
A los pobres no se les anuncia el Evangelio sentándonos en la orilla, sino echándonos al agua y mojándonos.
Tendríamos que comenzar por preguntarles a los pobres cómo nos ven a los que les hablamos del Evangelio. Qué imagen tienen de nosotros. Qué piensan y qué imagen tienen de los políticos, de los sacerdotes y de los religiosos. Y hasta me atrevería a algo más: ¿Será que los pobres siguen creyendo en nuestras palabras?

La buena noticia para un enfermo es que ya se ha curado.
La buena noticia para un alumno es que ya ha aprobado.
La buena noticia para un pobre es que su esperanza ya es una realidad.
Ya disfruta como el resto de los bienes de la sociedad y ha salido de su pobreza humillante.
No creo que sea haciendo pobres a los ricos como salvaremos a los pobres.
A lo más tendríamos más pobres.
La verdadera noticia para los pobres será que los que tenemos mucho, podamos compartir solidariamente con los que tienen menos o no tienen nada.
A los pobres no les molesta que haya ricos.
Les molesta las tremendas diferencias entre unos y otros.
La insensibilidad de los que tienen para con los que no tienen.
Los gastos inútiles y los despilfarros de unos frente a las necesidades de los otros.
Y sobre todo, les hiere la hipocresía de quienes les anuncian el Evangelio pero siguen viviendo cómodamente sin privarse de nada y sin meter la mano al bolsillo.



Cuando Jesús envió a los suyos a testimoniar el Reino, los mandó sin nada.
Pobres entre los pobres.
Y viviendo como los pobres. “En la primera casa que os reciba quedáis allí”.
No estéis buscando otra con mayores comodidades.
Compartid la misma comida y bebida y la misma cama y las mismas incomodidades.
Anunciar la buena noticia a los pobres significa:
Predicar la justicia y luchar por la justicia y ser justos.
Luchar para erradicar las causas de la pobreza.
Ponernos del lado de los pobres sin ser enemigos de los ricos, pero tampoco defendiendo su causa.
Defender la causa de los pobres, por más que nos pueda crear problemas con los de arriba o incluso caigamos en su desgracia.
Perturbar el orden defendiendo la justicia y la dignidad de todos los hombres, no es perturbar orden alguno, sino tratar de poner precisamente orden donde reina el desorden.
Porque lo peor que podemos hacer es justificar la injusticia a título de evitar el desorden que supone el cambio de la injusticia por la justicia.
Es amar a todos pero con un amor preferencial por los necesitados.


Oración

Señor: Tú quieres ser buena noticia para todos.
En especial para los más necesitados: los pobres, los presos, los oprimidos.
Y tú vida se movió entre ellos abriéndolos a la esperanza del Reino.
Danos la valentía de sentir 
lo que tú sentías y que nuestras vidas puedan ser un testimonio de amor y esperanza para todos ellos.

Clemente Sobrado C.P.

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jueves, 17 de junio de 2010

Y tú ¿qué dices de mí?

31-Julio-2010

Y Tú ¿qué dices de mí?

Hoy me permito un cierto atrevimiento y hasta descaro con Jesús. Él hace dos preguntas, las dos muy interesantes:
 “¿qué dice la gente de mí?”
“Y vosotros qué decís que soy yo?”
Claro que siempre resulta más fácil responder lo que piensan o dicen los otros. Eso parece que nos lo sabemos de memoria. Lo difícil es responder ¿qué pienso yo? Algo así como si tuviésemos claro lo que piensan y dicen los demás, y un tanto oscuro e indefinido lo que pensamos cada uno.
¿No será que siempre es más fácil desnudar al otro que desnudarse uno mismo delante de Dios?
A la primera pregunta respondieron todos. A la segunda sólo respondió Simón en nombre de todos. Alguien tenía que dar la cara por el grupo. El silencio también puede ser una manera de confesar nuestra falta de sinceridad con nosotros mismos y nuestros miedos a descubrirnos demasiado. Mejor nos callamos. Que Simón, que siempre es el más atrevido diga algo y dé la cara.
Pero hoy, yo quisiera invertir las preguntas. Aquí es Jesús quien pregunta y nosotros los que tenemos que responder. Hoy quisiera ser yo mismo quien le hace la pregunta a Jesús. ¿Será un atrevimiento? ¿Será un descaro de mi parte? Si Jesús está interesado en saber lo que los demás pensamos de El, también nosotros estamos interesados en saber lo que El piensa de nosotros. “Señor, ¿y Tú qué dices, qué piensas de mi?” En un principio sentí miedo a que me dijeras la verdad. Pero, pensándolo bien, saqué la conclusión de que Jesús piensa mejor de mí que yo de El. Y que si a mí me da vergüenza contestar a sus preguntas, ciertamente que Jesús no sentirá vergüenza alguna en responder a mías.
Además, nosotros estamos más acostumbrados a preguntarle a Dios que dejarnos preguntar por El. Porque a todo lo que nos sucede, nuestra reacción inmediata suele ser siempre: “¿Por qué, Señor? ¿Por qué a mí precisamente? Si te he pedido tanto, ¿por qué no me escuchas? ¿Por qué no me consigues trabajo? ¿Por qué te has llevado a este mi ser querido?” La Agenda de Dios está llena de preguntas nuestras. Por eso, estoy seguro que mi pregunta ya no le va a extrañar.
Señor, ¿Tú qué piensas de mí como persona? Porque tú me has dado la vida no para que la conserve achatada y enana sino para que me realice humanamente, me desarrolle humanamente. Llegue a ser una persona madura. Que como Tú, también “crezca en edad, en el cuerpo, en gracia y en sabiduría”. ¿Habré madurado en mi libertad o seguiré siendo todavía el “hijito de mamá”?  ¿Habré madurado en mi corazón sabiendo amar como Tú amas o estaré confundiendo mi amor con los deseos de mi cuerpo? ¿Habré madurado, tomándome en serio a mí mismo, hasta llegar a ser esa persona que Tú esperas de mí?
Señor, ¿qué piensas y dices de mí como bautizado? Porque Tú me has regalado también esa otra vida de la gracia, que es la tuya, no para que tenga que vivir una vida bautismal achatada por eso de que “no soy malo, no robo ni mato”. No me has dado la vida nueva del Bautismo para que sencillamente quede registrada en los archivos parroquiales o en las fotos del momento. ¿Muestro la verdad de mi Bautismo en mi modo de pensar, en modo de vivir, en mi modo de actuar en el mundo y en la Iglesia? ¿Soy realmente esa imagen del hombre nuevo nacido de tu Pascua?
Señor, ¿qué piensas y dices de mí como sacerdote? Me llamaste un día, como a tus discípulos, para hacerme ministro de tu Evangelio, de tu Palabra, de tu Eucaristía, de tu Perdón. Para ser el pastor que te represente a ti, el Buen Pastor, en medio de la comunidad. Para que conozca a tus ovejas, ¿a cuántas conozco? Para que ellas me escuchen, ¿no estarán aburridas de mis palabras? Para ellas me sigan, ¿seré realmente un modelo para ellas? Y me has encargado que salga a buscar a las que no están en el rebaño. ¿Me habré arriesgado lo suficiente o no, me habré adaptado a mis comodidades?
Señor, ¿qué piensas y dices de nosotros como esposos? Nos bendijiste el día de nuestra boda y nos dijiste que nos amásemos, nos sirviésemos mutuamente todos los días de nuestra vida, y fuésemos una comunión de amor, y fuésemos el símbolo de tu amor entre los hombres. Que nuestro amor fuese una fiesta en la que nunca faltase el buen vino de la alegría pascual. Que diariamente tuviésemos llenas del agua de nuestro esfuerzo y buena voluntad las vasijas de nuestras vidas, para que Tú puedas hacer el milagro que despierte y afiance la fe de nuestros hijos. ¿Recuerdas cómo nos veías el día de la Boda? ¿Y cómo nos sigues viendo ahora?
Señor, ¿qué piensas de esta Iglesia de la que nos hiciste hijos y miembros vivos? ¿Será esta Iglesia la que Tú pensaste? ¿Será esta la Iglesia que Tú quieres hoy para el mundo y la humanidad?
¿Tú qué dices y piensas Jesús?  Bueno, como Tú hablas al corazón, mejor me quedo en silencio, que es la mejor manera de escucharte. Pero, cuidado, por si me hago el sordo, háblame claro y háblame fuerte. Que no tenga motivos para decir que también Tú callas.
Padre Clemente Sobrado C.P
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domingo, 18 de abril de 2010

Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado

"Ventana abierta"


EVANGELIO 
18-04-2010  
Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado
Archidiocesis de Madrid.-

  Lectura del santo evangelio según san Juan 21, 1-14

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberiades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: – «Me voy a pescar.» Ellos contestan: – «Vamos también nosotros contigo.» Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: – «Muchachos, ¿tenéis pescado?» Ellos contestaron: – «No.» Él les dice: – «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. » 
 La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces.


 Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: – «Es el Señor.» Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. 


Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: – «Traed de los peces que acabáis de coger.» Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.


Jesús les dice: – «Vamos, almorzad,» Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.

Palabra del Señor.


EL VOLCÁN.
18-04-2010 

 
El volcán del glaciar Eyjafjalla en Islandia sigue expulsando vapor de agua y cenizas. Es impresionante ver las imágenes de la naturaleza desatada. Pidiendo para que no pase nada a nadie contemplo cómo se frustran los planes, se suspenden los vuelos y el hombre se encuentra impotente ante estos fenómenos. Nadie busca culpables ni se denuncia a las compañías aéreas (aunque tienen que estar temblando). Si cuando hemos visto terremotos (y no nos olvidamos de rezar por las víctimas), mucha veces se buscan culpables en el tipo de construcción, la pobreza del país y mil argumentos más, ante una nube de cenizas -que el viento lleva donde quiere-, nadie puede decir nada. ¿qué vuelos se suspenderán en unas horas? Nadie puede decirlo, pero seguro que nadie exige a una compañía aérea que vuele si pone en juego su vida. La nube se moverá por donde quiera y a quien le toque tendrá que fastidiarse (lo de la resignación no me convence demasiado).

Las apariciones de Jesús resucitado son como la nube volcánica, aparece donde quiere en el momento que quiere. Los apóstoles sabían que en Galilea verían al Señor, pero apareció como quiso y cuando quiso. Los apóstoles, tal vez aburridos de esperar habían vuelto a sus faenas. Sólo Juan seguía atento, esperando, confiando, sabiendo que el Señor nunca defrauda. Al contrario que la nube de ceniza que tienes que evitarla para no entrar dentro y poner en peligro la vida, a Jesucristo tenemos que descubrirle para meternos en Él, acercarnos y escucharle para vivir.
Tristemente hoy ven muchos la fe en Cristo resucitado como un elemento tóxico y parafrasean al sumo sacerdote:«¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.» Quieren evitar a Jesús en su vida, esquivarle, no acercarse a Él de ninguna manera y que Él tampoco se acerque a ellos. Se cubren la nariz, los ojos y los oídos del alma para que ni una mota de fe pueda entrar en ellos. Pero la fuerza del Señor resucitado en más poderoso que la de un volcán en erupción. «Al que se sienta en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos.» 


En este tiempo de Pascua tenemos que estar con todos los sentidos vigilantes para descubrir dónde se aparece el Señor, cuando nos va dejando muestras de todo el amor que nos da, cuándo derrama sobre nosotros la gracia del Espíritu Santo. La pascua es también tiempo de vigilancia, de descubrir la presencia de Dios en nuestra vida y acercarnos a Él. Es tiempo de acción de gracias, de contemplación, de alegría. Sin duda en nuestra vida hemos intuido muchas veces la presencia de Dios, que estaba cerca, que nos estaba rondando. Ahora es tiempo de decir: “es el Señor”, echarnos al agua y correr a su encuentro. Él nos dará todo por añadidura.
No tengamos miedo a Cristo resucitado, no le impidamos llamarnos por nuestro nombre y pedirnos lo que quiera y que lo hagamos alegres, a pesar de los posibles ultrajes.




María reconocería siempre a su hijo resucitado, que ella nos de ojos vigilantes, corazón despierto y alma atenta para descubrirle siempre, como los ojos de los hombres la nube del volcán.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Amigo celebra en Sevilla sus bodas de oro sacerdotales. Martes Santo. 31 - Marzo - 2010

"Ventana abierta"


Amigo celebra en Sevilla sus bodas de oro sacerdotales

Con la cruz no cuesta

Asenjo, al cardenal: "Es su catedral, su diócesis, su casa"
Jesús Bastante, 31 de marzo de 2010 


"Me preguntan muchas veces: ¿Se acuerda usted de Sevilla? La respuesta es siempre la misma: ¿Es que no se me nota?". 

Carlos Amigo Vallejo estaba ayer feliz en su regreso "a su catedral, a su diócesis, a su casa", en palabras de su sucesor, el arzobispo de Sevilla Juan José Asenjo Pelegrina. Lo cuenta Francisco Correal en Diario de Sevilla.


Juntos presidieron la emotiva misa Crismal en el Altar Mayor después de un multitudinario acto penitencial en la parroquia del Sagrario en el que participaron 290 sacerdotes de las vicarías, arciprestazgos y parroquias de la diócesis. Asenjo y Amigo se fundieron al final en un sentido abrazo en la Capilla Real cuando el cardenal, con otros trece sacerdotes -incluido el organista y canónigo José Enrique Ayarra- recibió un obsequio con motivo de sus bodas de oro sacerdotales.

Ha coincidido con Año Santo Compostelano la conmemoración de una ordenación sacerdotal que tuvo lugar en el caso de Amigo Vallejo en Santiago de Compostela.


 Monseñor Asenjo destacó los 27 años de pontificado de su predecesor en la diócesis de Sevilla, un mandato largo que es un contrapunto de este tiempo, dijo Asenjo, "de fidelidades cortas y compromisos tenues".

En una Capilla Real abarrotada de sacerdotes, que ocupaban ambos laterales como en el Senado de Roma o en un hemiciclo, Asenjo puso énfasis en la fidelidad a Cristo y a la Iglesia "cuando tantos compañeros nuestros abandonan el ministerio".

El mantenedor leyó los nombres de los cinco diáconos y ocho presbíteros que han hecho sus bodas de plata. Y de los catorce curas que alcanzaron los cincuenta años de ministerio sacerdotal. En los bancos de la izquierda de la Capilla Real, se sentaban las religiosas de la Casa Sacerdotal.

Los visitantes no daban crédito a la interminable procesión de sacerdotes. Todos investidos con alba y casulla y procedentes de la Sacristía de los Cálices. En la catedral se vio a Adolfo Arenas, presidente del Consejo General de Cofradías. La primera en llegar en este Martes Santo era la del Cerro del Águila, una hermandad que inició su estación de penitencia precisamente en el mandato episcopal de Amigo Vallejo.


En la comitiva sacerdotal participaban clérigos de muy distintas generaciones. Había dos pregoneros de Semana Santa (José Luis Peinado e Ignacio Sánchez-Dalp), párrocos de Santa Cruz (Pedro Ybarra) o de Las Letanías (Emilio Calderón), expertos en teatro, como el padre Isaac, o en japonés, como Fernando García Gutiérrez. Un abanico de sacerdotes suficientemente amplio como para desmentir los clichés.

Carlos Amigo dedicó su medio siglo de servicio sacerdotal a los que le han acompañado en su tarea, a estos curas sevillanos de cuna o de adopción de los que conoce sus caras y sabe sus nombres, "puedo preguntarles por cómo va su parroquia o cómo está su madre". 


Volvía a su casa, pero fue un viaje fugaz. "El resto de la Semana Santa lo pasaré en Valladolid", dijo a este periódico.

 Por fin, quien fuera arzobispo de Tánger y de Sevilla lo será de la diócesis en la que nació. "Al obispo lo han mandado a Toledo y hasta el día 17 Valladolid está sin obispo".

Su sucesor, Juan José Asenjo Pelegrina, permanecerá en Sevilla. "El Domingo de Resurrección me iré una semana a Sigüenza para descansar. A dormir, rezar, leer, pasear". A uno y otro les venía como anillo al dedo la cita del Apocalipsis: "Yo soy el que es, el que era y el que viene".


En la misa Crismal se bendicen los óleos que después serán usados en la administración de los sacramentos en todas las parroquias de la diócesis. Una metáfora de la vida, desde el bautismo hasta la unción de enfermos. Un grupo de diáconos fueron a la Capilla de la Antigua a recoger el perfume crismal y tres ánforas, la del crisma y las de los óleos de enfermos y catecúmenos.

El óleo de los enfermos se utiliza para "aliviar la enfermedad y los dolores de los enfermos". En el otro extremo, el óleo de los catecúmenos imita el aceite que se aplicaban los atletas para vigorizar sus músculos y tiene el significado de proporcionar al sacerdote energía suficiente para combatir la fe y rechazar el pecado.

El aceite está en el Antiguo Testamento, en el diluvio universal, en David y en Moisés. Bibliografía fundamental de los óleos para el aceite de oliva, columna vertebral de la dieta mediterránea.

En su homilía, Monseñor Amigo no se olvidó de que estamos en Semana Santa. "Son días de ofrecimientos y promesas. Y la cruz es lo más grande de Cristo". Mucho más que Renacimiento o Barroco, que dorados o bambalinas. "El sacerdote tiene que acompañar en sus heridas las llagas abiertas del que sufre, del que no tiene, del que pasa hambre, del que está hundido en sus pecados".


La Iglesia "no es muro y parapeto", dijo Amigo Vallejo. De hecho, esta ceremonia para sacerdotes -casi uno por los trescientos feligreses contabilizados- no excluyó la comunión "al pueblo". "Si tienes entrañas de pastor, no deben asustarte las espinas. Tienes que identificar la imagen de Jesucristo con los más desfigurados, con los más pobres". Habló de los dos chorros que manan de la fuente de la misericordia: la generosidad y la alegría. "La misericordia no se regatea".

martes, 8 de diciembre de 2009

Manos las de mi madre. 8 - Diciembre - 2009

"Ventana abierta"


Manos las de mi madre



Manos, las de mi madre, tan acariciadoras,
tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.

¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman,
las que todo prodigan y nada me reclaman!

¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan ellas!


Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.

¡Ellas, cuando la vida deja mis flores mustias,
son dos milagros blancos apaciguando angustias!

Y cuando del destino me acosan las maldades
son dos alas de paz sobre mis tempestades.

Ellas son las celestes: las milagrosas ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas.

Para el dolor, caricias; para el pesar, unción.
¡Son las únicas manos que tienen corazón!

-Rosal de rosas blancas de tersuras eternas;
aprended de blancuras en las manos maternas-.


Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,

¡Las manos maternales aquí en mi pecho son
como dos alas quietas sobre mi corazón!

¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con tibieza!

Aniversario de bodas 8 - Diciembre - 2009.

"Ventana abierta"

  

¡¡Es nuestro 37 Aniversario de Bodas!!


Nuestro amor es el reflejo de vivir, de sentir dentro de sí el latido de un corazón que siempre sabe amar.
Cuanto más nos amamos más nos necesitamos.
A nuestra vida podemos decir, y a nuestro corazón, lo que dijo el poeta:
"Corazón, sé lámpara de ensueños celestes y custodio de cuanto noble germen nos prometa una flor ".

¡TE NECESITO PORQUE TE QUIERO!
¡TE NECESITO A TI!

Deja que mi corazón repita sin cansarse, esos deseos que día y noche me embargan:
"De pena en pena voy y son tus pasos los que alegran mi corazón".

Ya oigo tus pasos, ya vienes, ya te acercas a mí, y el suave roce de tus besos es lo que hace brillar mi alegría.
Que nuestro amor permanezca en nosotros noche y día:
En la alegría y en la tristeza.
En la salud y en la enfermedad.
En la vida y en la muerte, y durante la eternidad.
Nuestros hijos son nuestro gran apoyo, junto con nuestros nietecitos que son lo más importante que tenemos en nuestra vida.
Que Dios nos conceda la salud física y mental que necesitamos para verlos crecer.
Que ya vamos por tres, y pronto se multiplicarán como brotes de olivo.
¡¡Gracias Señor!!