"Ventana abierta"

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
El Espíritu Santo nos regala su paz. Pero la paz debe ser buscada de nuevo cada día, porque permanentemente hay cosas que vuelven a perturbarnos: el orgullo herido por una palabra que nos dijeron, el temor de que suceda algo desagradable, una cosa que no nos salió bien, el dolor de haber dicho algo que no debíamos decir, el deseo de algo que no podemos conseguir, etc. Todo eso nos va quitando la paz.
Por eso, no hay que dejar pasar varios días sin volver a rogarle al Espíritu
Santo que nos pacifique por dentro con su caricia de amor.
También para esto se puede utilizar la imaginación:
Tomo conciencia de las cosas que me están perturbando por dentro e imagino cada
una como una gota que cae y se hunde en un arroyo que la arrastra. Hasta que
siento dentro de mi corazón un dulce vacío. No han quedado perturbaciones, y
ahora ese hueco se llena de calor, de fuerza, de vida, de fuego que consume
todo resto de preocupación: Es el fuego del Espíritu Santo que todo lo invade.
Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 30 de Octubre
"Espíritu Santo, fuente de paz y consuelo, hoy vengo a ti con el corazón agitado. Hay palabras que me duelen, temores que me inquietan, deseos no cumplidos que me quitan la calma. Pero sé que tu paz puede sanar todo eso.
Ven, Espíritu de amor, y pasa por mi interior con tu caricia suave. Toma cada preocupación, cada enojo, cada tristeza, y arrástralos como gotas que se hunden en un río de serenidad. Déjame sentir ese dulce vacío que deja el alma cuando ya no lucha, cuando sólo confía.
Llena ese espacio con tu fuego santo, con tu fuerza, con tu vida. Que tu
presencia me devuelva la paz que perdí, y me ayude a mantenerla cada día,
sabiendo que tú siempre estás conmigo, obrando en silencio dentro de mi
corazón.
Amén".
#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #EditorialClaretianaAmén
 
 
 
 
 
 
 


 
No hay comentarios:
Publicar un comentario