"Ventana abierta"
Archidiócesis de Sevilla
18 febrero 2017
Mons. Asenjo: “hay fuerzas muy poderosas interesadas en arrancar el
nombre de Dios del corazón de los pueblos”
El Arzobispo de
Sevilla, Monseñor Juan José Asenjo,
ha inaugurado las X Jornadas Católicos y Vida Pública, que se celebran este fin
de semana en el campus universitario CEU Andalucía. A lo largo de su
intervención ha expuesto una serie de datos que avalan una conclusión
preocupante expuesta por Sandrine
Morel en el diario francés Le Monde en los últimos días del pasado mes de
enero: “España ha dejado de ser la gran reserva espiritual de Occidente”, de la
misma forma que un país como Francia, calificada por Juan Pablo II como la hija primogénita de la
Iglesia, ha pasado a ser “un país de misión”.
El Arzobispo ha recordado una serie de datos que explican el fenómeno de
la secularización en España y que “sorprenden a los mismos sociólogos”. Una
tendencia que “nada parece capaz de detenerla”, a lo que se suma, por ejemplo,
el hecho de que, según Morel, “en la práctica el Partido Popular ha renunciado
a sus raíces cristianas”.
“¿Qué será de esta comunidad dentro de quince años?”
Mons. Asenjo ha afirmado que
“es verdad cuanto dice Le
Monde”, algo que se constata con la cantidad de jóvenes y
matrimonios que “han abandonado la Iglesia y la práctica religiosa”. Sin
embargo, ha apuntado que este proceso secularizador, sin dejar de ser
preocupante, es menos intenso en nuestro entorno sevillano que en otras
latitudes. Y ha señalado sus experiencias en visitas a parroquias y
hermandades: “lo normal es encontrarme con una comunidad avejentada, con
escasísimos jóvenes, cosa que me lleva a preguntarme: ¿Qué será de esta
comunidad dentro de quince años?”
El Arzobispo ha lanzado un
interrogante al auditorio -“¿Qué nos ha pasado?”- y ha explicado la situación
actual partiendo de “la lluvia ácida del secularismo europeo y occidental”. “Es
evidente que en el plano internacional, y también entre nosotros, hay fuerzas
muy poderosas interesadas en arrancar el nombre de Dios del corazón de los
pueblos. Baste recordar la imposibilidad de incluir una breve mención a Dios y
a las raíces cristianas de Europa en el proemio de la Constitución europea
elaborada entre 2002 y 2004”, ha apuntado.
“Un nuevo clima cultural”
En esta línea, ha hecho
hincapié en la “ruptura cultural” experimentada en los tres últimos decenios,
un proceso marcado por “el subjetivismo, el relativismo, el pragmatismo, el
hedonismo, el feminismo radical, la ideología de género y la descalificación
creciente del cristianismo y de toda religión”. Se trata de “un nuevo clima
cultural” que ha empujado a los fieles más débiles y a las nuevas generaciones
“a la increencia, el indiferentismo y la permisividad moral”.
Monseñor Asenjo ha recordado
que los obispos españoles ya apuntaron este panorama en un documento fechado en
2006 –‘Orientaciones morales ante la
situación actual en España’-, “en el que se denunciaba el
crecimiento del laicismo, la tergiversación de nuestra historia, la ingeniería
social que algunos han proyectado para España y el menosprecio de la ley
natural en temas tan importantes como el respeto a la vida y a la naturaleza
del matrimonio y de la familia”.
También ha tenido palabras
para la secularización interna de la Iglesia, “la pérdida de fuelle
evangelizador y los escándalos que venían de lejos y que han aflorado en los
últimos años”. “Tengo la persuasión de que el daño ha sido muy grande”, ha
añadido. Es consciente de que “algunos no han marchado, se han quedado, pero
con un compromiso cristiano muy tenue, profesando un cristianismo a la carta, light, con poca
hondura religiosa y escasas repercusiones en la vida cotidiana y mucho menos en
la vida pública. En otros casos –ha añadido- nos encontramos con un
cristianismo sociológico, ligado a razones de tipo sentimental, familiar,
cultural, o costumbrista, sin que ello conlleve un encuentro personal con
Jesucristo”. Sin minusvalorar este tipo de cristianismo, ha recordado que “el
corazón del cristianismo no son sus tradiciones ni la cultura que la fe ha
generado”.
Razones para la esperanza
Hay esperanza. Y se basa para ello en “el
crecimiento de pequeñas pero consistentes minorías, bien arraigadas en
Jesucristo, con una clara eclesialidad, que son una fundada fuente de esperanza
y un punto de apoyo sólido para la renovación de la Iglesia, que no será
posible sin sacerdotes santos, sacerdotes de gran hondura espiritual y una
fuerte experiencia de Dios, maestros de almas, bien preparados intelectualmente,
profundamente entregados al servicio de Cristo y de su Iglesia, unidos a su
Obispo, entusiastas y enamorados de su ministerio, dispuestos a entregar la
vida día a día, sin mermas ni recortes, al servicio de los fieles”.
A
continuación ha afirmado que la renovación de la Iglesia también pasa por los
laicos, “cristianos convertidos, orantes y fervorosos, comprometidos con su
parroquia, que viven la comunión, que tienen corazón de apóstol y que aspiran
con determinación a la santidad”. A su juicio, la necesidad más urgente de la
Iglesia en España es contar con “cristianos creíbles, gracias a un testimonio
personal y comunitario de vida santa”. “Sólo así –ha añadido- será posible
otear con esperanza el futuro de la Iglesia”.
Las Jornadas Católicos y Vida Pública que este año llevan por lema ‘Soy cristiano, hechos y razones’, están organizadas por la Fundación San Pablo Andalucía CEU, la Asociación Católica de Propagandistas y la Archidiócesis de Sevilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario