"Ventana abierta"
Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.
Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.
Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!
Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.
Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...
Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.
Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.
"Ventana abierta"
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"Ventana abierta"
DIOS, NOS AMÓ TANTO QUE, NOS ENTREGÓ A SU HIJO ÚNICO
16 Porque tanto
amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no
perezca, sino que tenga vida eterna.
17 Porque Dios no ha enviado a su
Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
18 El que cree en él, no es juzgado;
pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo
único de Dios.
19 Y el juicio está en que vino la
luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus
obras eran malas.
20 Pues todo el que obra el mal
aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras.
21 Pero el que obra la verdad, va a la
luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.» (Jn. 3, 16-21)
El Amor en Dios nunca puede ser razonable.
Siempre será “excesivo”, “tanto nos amó”. Y esto escapa a nuestra percepción,
pero no así lo que se deriva de este exceso de Amor. Porque, por él nos envió a
su Hijo Único. Y esta decisión de Dios nos es completamente un Misterio. ¡Que
Dios, en Jesús, deje su cielo que es todo Amor y se encarne en “una carne
pecadora como la nuestra”, es un descenso de Dios inaudito y sólo si el
Espíritu de Jesús tiene a bien revelarnos este Misterio, entonces quedaremos
absortos en su atmósfera divina!
Y es que Jesús no ha venido a nosotros a desvelarnos los misterios de la
naturaleza y tampoco los procesos psicológicos de los hombres. Su misión es
totalmente sobrenatural: nos trae el amor del Padre y su deseo irreductible de
que vivamos por medio de ÉI. ¡Nos trae a la tierra y al corazón del hombre la
vida eterna, la vida divina!
Jesús, ante este plan salvador, nos pide fe, que creamos en ÉI. Y este creer no
lo podemos tener por un proceso mental, sino que es un Don de Dios. Pero no
todo lo hace Él: nos pide el consentimiento, ese “sí” que sólo podemos dar con
nuestra libertad no coaccionada. ¡Creer es estar ya salvados!
¡Ah, pero no todos los hombres siguieron este camino de bondad y amor! El
hombre libremente puede vivir en las tinieblas del pecado y de la ignorancia
culpable. Éste detesta la Luz porque ella descubre sus obras que son malas y
huye de su claridad porque le deja al descubierto y desnudo y sin el vestido de
la Verdad y el bien obrar. El hombre no quiere verse así, por eso se esconde de
Dios que es todo Luz. Así, nos cuenta el libro del Génesis que le sucedió a
Adán después de pecar contra Dios: eligió la tiniebla de su amor propio en vez
de la claridad del Amor de Dios. Prefirió un fuego fatuo a la fuente y el origen
de toda otra luz.
¡Señor mío y Dios mío, no permitas que mi alma vague en la oscuridad del pecado que es la muerte! ¡Yo deseo la Vida, pero no esta perecedera, sino la Vida eterna donde vives en tu Gloria, oh Señor y mi Padre-Dios! ¡Si muchas veces camino por cañadas oscuras, no me abandones en ese hondón tenebroso que es el alejamiento de Ti! Tú sabes bien, mi Dios, que de allí yo no puedo salir solo, ¡no tengo fuerzas para ello! ¡Sólo la gran fuerza de tu misericordia puede rescatarme de este valle de muerte y miseria! ¡Mi seguridad está en que quieres y puedes hacerlo, pues, nos has visitado de lo Alto para salvarnos y no para condenarnos! ¡Tu Palabra me lo asegura y Ella nunca falla!: “¡Yo no he venido a condenaros, sino a salvaros del pecado y de la muerte eterna”, porque “Yo soy la Vida y la doy a quien quiero”! ¡Permíteme, Señor, “caminar siempre a tu Luz para que se vea que mis obras están hechas según Dios” y no según mis caprichos o deseos! ¡Tú lo puedes todo! ¡Amén! ¡Amén!
"Ventana abierta"
"Ventana abierta"
"Ven
Espíritu Santo. Ilumíname para que sepa decir las mejores palabras, esas que
puedan hacer bien a los demás.
Tómame Espíritu Santo, para que a través de mis gestos se exprese el amor de
Jesús y los demás puedan crecer en la amistad que les ofreces.
Dame flexibilidad y apertura, para que me adapte con sencillez a las
necesidades de los otros.
Dame un oído atento, para escuchar lo que tú me digas a través de ellos.
Fecunda y reaviva los carismas que derramaste en mi vida para cumplir mi misión
en el mundo.
Guíame, Espíritu Santo. No dejes que confunda el camino.
Enséñame a discernir, para que no me desgaste cuidando la apariencia o buscando
fama.
No dejes que ponga mi apoyo en falsas seguridades que me alejan de ti.
Toca mi interior, Espíritu Santo, para que viva de ti, para que me deje llevar
por ti donde quieras, como quieras, cuando quieras.
Para que mi camino me oriente siempre a ti, para que siempre esté contigo, para
que sepa de verdad que sólo en ti está la fuente de la vida.
Gracias, Espíritu Santo, porque puedo participar en la construcción del Reino
de Dios, y así puedo crecer en tu amor.
Amén".
Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 30 de abril
"Espíritu Santo, abre hoy mi corazón para que seas tú quien hable a través de mí. Inspírame palabras que sanen, gestos que abracen, silencios que escuchen.
Hazme atento a los demás y disponible para servir con alegría. No permitas que me pierda en lo superficial, ni que busque seguridad fuera de ti.
Renueva los dones que has sembrado en mí y guíame por el camino de tu voluntad.
Contigo, quiero vivir en libertad, confiando en que sólo tú eres la fuente de la vida.
Amén".
#CincoMinutos #EspírituSanto #VíctorManuelFernández #EditorialClaretianaAmén
"Ventana abierta"
HOY, EL RETO DEL AMOR ES QUE ENCIENDAS LA LUZ CON CRISTO
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al
Señor. Que pases un feliz día.
CONFIANZA EN ÉL
Mientras pensábamos y orábamos por los
hospitales, los enfermos, las personas atrapadas, los que iban en coches…
Íbamos descubriendo cada vez más realidades importantes que dependen de la luz.
En el Monasterio, los congeladores empezaban a
descongelarse; los relojes se descargaban; el timbre del torno no sonaba, y
tuvimos que atar una cuerda a la campana. A partir de las ocho de la tarde ya
no habría luz, así que adelantamos la cena y distribuimos velas por los
dormitorios.
Aunque surgían preguntas:
¿Cómo estarán los demás? ¿Cuánto durará? ¿Y los ancianos, los enfermos? ¿Qué ha
pasado?
La incertidumbre nos acompañaba, pero no
dejamos que tuviese la última palabra.
Ante ella, ante la impotencia, solo podíamos orar y pedir a Jesús que cuidase
de todos.
Sentí con fuerza esa incertidumbre… pero también, con más fuerza aún, el poder
de la oración.
La oración lleva a la confianza,
la confianza a la calma,
y la calma te permite poner soluciones, seguir viviendo, incluso en medio de
las circunstancias.
Dejar todo en manos de Jesús es lo mejor que se
puede hacer cuando no puedes hacer nada.
Puede haber grandes “apagones” en nuestras
vidas. Pero siempre hay algo que no se apaga: siempre hay una Esperanza,
Alguien que te sostiene, que habita dentro de ti: Cristo.
A Cristo nada ni nadie te lo puede arrebatar.
Nunca estás solo: Su amor por ti siempre está encendido.
En Él está la certeza que nos hace descansar
por encima de todo lo que vivimos.
“Solo en Dios descansa mi alma, porque de Él
viene mi esperanza”. Sal 62,6
Hoy, el reto del amor es que enciendas la luz
con Cristo.
Cada vez que enciendas un interruptor, ora por una persona o situación que te
inquiete.
Deja que tu corazón descanse en Sus manos: pase lo que pase, Jesús cuida de todo y te sostiene.
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram.com/vive de cristo dominicas lerma/
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)
Prohibido cualquier reproducción para uso comercial.
Sólo se permite un uso para actividades de evangelización
siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.
"Ventana abierta"
El recuerdo de la madre siempre es tranquilizador, pero cuando esta Madre es María, la paz inunda nuestra alma, la sonrisa aflora a nuestros labios, la alegría penetra a nuestra vida. Piensa, pues, con frecuencia en María, tenla presente en todos los momentos de tu vida, invócala sobre todo en los tramos más difíciles y comprometidos.
SI VAS CON ELLA, NO PERDERÁS EL RUMBO
ÁNGELUS
LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA
Cuando El Verbo se encarnó en el Purísimo vientre de María, el bendito San José ignoraba aquel Misterio realizado por Dios en su esposa.
María amaba entrañablemente a José y, al verlo sufrir por la duda y la ignorancia, ella también sufría intensamente; sin embargo, guardó silencio, no le reveló su secreto, dejó que Dios mismo se lo diera a conocer, y así sucedió.
Guardar silencio, conservar un secreto, puede en ocasiones resultado heroico, pero necesario. Callar no siempre es fácil, pero en ocasiones resulta muy conveniente.
MADRE DEL REDENTOR, QUE ESTUVISTE JUNTO A TU HIJO JESÚS CON TU SILENCIOSO DOLOR AL PIE DE LA CRUZ, ENSÉÑANOS EL VALOR REDENTOR DEL DOLOR VIVIDO EN SILENCIO
Padre Nuestro...
Ave María...
Gloria...
Textos tomados del Libro "Los cinco minutos de María" del Padre Alfonso Milagro.
"Ventana abierta"
Señor, "tanto amó Dios al mundo", esa es la razón de tu Pascua y de tu entrega. Damos gracias a Dios Padre y a ti por cumplir su voluntad. El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó (Salmo 33, 7ab).
"Ventana abierta"
El SANTO ROSARIO de Hoy ❤
Igualmente en Libia al paso del ciclón Daniel donde han fallecido muchísimos hermanos e infinidad de desaparecidos y heridos en la inundación.
Por la Paz del mundo
Al paso del Santísimo, toda rodilla se dobla
Oración del Papa Francisco por la Paz
Libertad
Cuando cantas yo canto con tu libertad
Cuando lloras también lloro tu pena
Cuando tiemblas yo rezo por tu libertad
En la dicha o el llanto yo te amo
Recordar días sin luz de tu miseria
Mi canción olvidó por un tiempo quién eras.
Cuando cantas yo canto con tu libertad
Cuando tú estás ausente yo espero
Es tu religión o quizás realidad
Una idea que a todos nos cambia
Creo yo que eres tú la única verdad
La nobleza de nuestra humanidad
Por tenerte se debe luchar
Esperarte sin desfallecer.
Basta ya de miedo, basta ya
Basta de silencio, ¿Dónde están?
La palabra, el amor sincero
Algo está muriendo, óyeme
Algo está pasando, escúchame
El corazón, despierta ya
Que no se acabe el mundo, que aún quedamos gente, para darle vida
Bendita sea la tierra
Yo no tengo ganas, de una despedida
Abrázame para que todos sepan, sin decirles nada
Que queda mucho amor
Que queda mucha fe
Que el mundo no se acaba
(Na-na-la-na-na-na-na-na)
(Na-ra-na-na-na-na-na)
(Na-la-la-la-la-la)
(La-ra-na)
Nunca más mentiras, nunca más
Solo hay una vida, cuídala
La esperanza, la naturaleza
Que no se acabe el mundo, que aún quedamos gente, para darle vida
(Para darle vida)
Bendita sea la tierra
Yo no tengo ganas, de una despedida
(No quiero decir adiós)
Abrázame para que todos sepan sin decirles nada
Que queda mucho amor
Que queda mucha fe
Que el mundo no se acaba
Que no se acabe el mundo, que aún quedamos gente, para darle vida
Bendita sea la tierra
Yo no tengo ganas, de una despedida
Abrázame para que todos sepan sin decirles nada.
"Ventana abierta"
"Ventana abierta"
VENID, VENID A MI TODOS, OS VOY A ALIVIAR
28 « Venid a mí todos
los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso.
29 Tomad sobre
vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas.
30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.» (Mt. 11, 28-30)
¿Quién se habría atrevido a recostarse en
el Pecho del Señor Jesús, si Él primero no nos hubiera
atraído hacia Sí?: ¡nadie! Por esto, sabiendo Jesús
que, a la hora de acercarse a Él, sentimos nuestra indignidad e
impureza, con este bagaje viene a nosotros y nos estrecha consigo. Este
abrazo se siente como perdón absoluto de todas nuestras infidelidades
y pecados. Pues, “¿quién puede perdonar pecados sino Dios?”.
Y Él es todo santidad y amor. Y, en este mar sin
fondo, nos sumerge para que experimentemos algo: ¡a lo que sabe Dios!
“Veníd a mí todos”. Y, cuando
nos atrae, nos invita a que también nosotros demos un paso de cercanía y
deseo colmado. Y ¡a todos se invita! Sobre
todo, a “los que están cargados y agobiados”. ¿Y, qué
nos carga la vida? Porque a veces, se nos
asemeja ésta a “un valle de lágrimas”, como rezamos en la
Salve. Pues, lo que tenemos que soportar sobre nuestros hombros
es: El peso de la humanidad que huye de Dios, porque no le conoce; los
pecados de uno y de cada uno, que ensucian el rostro de la Santa Madre
Iglesia que, Jesús, nos la regaló para salvarnos y no para
condenarnos; y tanta indiferencia hacia “el amor que no es
amado”.
Todo esto, y más, le duele al que se
acerca a Jesús y experimenta su humildad y su mansedumbre. Virtudes
estas, tan suaves y amorosas, que no hay nada más santo ni más
delicado que Jesús nos ha entregado al hacerse hombre. “Aprended de
Mí”, dice: porque esto no lo podéis aprender en el mundo, sino en el
ardor de mi Corazón que quema con fuego inextinguible que salta hasta la
vida eterna. Y, estas palabras tuyas, ya nos hacen
descansar, nos alivian del yugo y de la carga, ambas con
las que cargaste Tú en tu vida y en tu Pasión. Bebiste, Tú primero,
el Cáliz del dolor y como Médico todopoderoso, quitaste la aprehensión y
el temor del enfermo. Mis enfermedades sólo las puedes
curar y aliviar Tú, dándome a comer tu Cuerpo y a beber
tu Sangre. Ellos son la medicina saludable que inventó tu piedad y tu amor
por cada uno de nosotros, para curarnos y saborear la salud que eres
Tú.
¡Señor, que no temamos sumirnos en estos tus Misterios, pues sólo el amor te movía a inventar estos remedios para anular la culpa y el pecado que, tantas veces, como un yugo, nos atan al mundo y no a Ti, a tu Corazón! ¡Qué oremos con confianza amorosa cuando sintamos que el agobio nos visita y parece quitarnos el aire sano y santo de tu gracia! ¡Sin este hálito, nuestro cuerpo y espíritu desfallecen! ¡Mas, Tú, te inclinas siempre sobre nosotros ¡cuando el dolor nos oprime! ¡Pero, éste es la puerta santa de tu misericordia, de la abertura sagrada de tu Pecho que siempre está abierta para mí, pobre y humilde que ansía tu amor y tus delicadezas divinas! ¡Por favor Jesús, haz conmigo maravillas, pues sólo en Ti he puesto toda mi esperanza y consuelo! ¡Hazlo Tú y mírame, para que hagas en mí tu obra de amor, bajo tu mirada! ¡Qué así sea! ¡Amén!! ¡Amén!