"Ventana abierta"
¡CON FLORES A MARÍA…!
Javier Leoz
Párroco de San Juan Evangelista
Peralta (Navarra)
Durante el mes de MAYO regalamos a MARÍA lo más bello que encontramos
DÍA FLOR:
01 LA CALA
02 EL NARCISO
03 EL JACINTO
04 LA HORTENSIA
05 LA ROSA
06 LA FLOR DE ANTUNIO
07 EL PENDIENTE DE REINA
08 EL PENSAMIENTO
09 LA VIOLETA
10 LA MARGARITA
11 EL GLADIOLO
12 LA FLOR CAPUCHINA
13 EL CRISANTEMO
14 LA FLOR ADELFA
15 LA CAMELIA
16 LA AZUCENA
17 LA FLOR DE PASCUA
18 EL CLAVEL
19 EL CROCUS
20 EL GIRASOL
21 LA PETUNIA
22 LA AZALEA
23 LA BEGONIA
24 EL GERANIO
25 EL ALHELÍ
26 LA ORQUÍDEA
27 FLOR DE IRIS
28 LA HIEDRA
29 EL LAUREL
30 EL JAZMÍN
31 EL TULIPÁN
Javier Leoz
Párroco
Desde muy niño, a la
sombra de mi parroquia, viví con intensidad un mes de mayo que era dedicado en
rosario vespertino, ejercicio de las flores, romerías y oraciones a Santa
María.
Aprendí y entendí,
muy pronto, que el ofrecimiento en primicias de las mejores rosas y el aroma de
otras tantas apreciadas especies se quedaba corto para simbolizar el aprecio y
el cariño, la devoción y la ternura de todo un pueblo que se postraba ante la
figura de La Virgen en el Misterio de su Asunción que es mi parroquia natal y
en la cual un día Dios me hizo sacerdote.
Lo cierto es que,
aunque el mes de mayo de ahora, ya no sea tan populoso como los de entonces, o
que algunos pastoralistas nos indiquen que el Adviento es el tiempo mariano por
excelencia, María sigue sonando a primavera recién estrenada, a rosales que
pregonan su belleza, a azucenas que vitorean su pureza o a campos que narran en
millones de violetas su humildad, sencillez y pobreza.
Nosotros, en este mes
de mayo, cantamos y rezamos, vociferamos y manifestamos , ante todo y sobre
todo, que Ella es la Madre del mismo Dios y que nos hace revivir con
agradecimiento el regalo de la Pascua.
Todas las flores
cuentan con un lenguaje propio, y con cada una de ellas podemos transmitir un
mensaje diferente.
Desde la antigüedad,
las flores han sido una noble vía para dar a conocer y hacer ver sentimientos.
Esa tradición, que tiene sus orígenes en Oriente, se ha transmitido de
generación en generación y de cultura en cultura, pasando por el Antiguo
Egipto, la Edad Media, el Renacimiento, hasta llegar al Romanticismo, época
ésta en que tuvo su máximo apogeo.
He querido, para este
mes de mayo, elaborar un trabajo sencillo pero práctico (que me ha resultado
costoso y gratificante a la vez) y que os lo presento teniendo siempre como
telón y fondo la alegría de la Pascua del Resucitado y la proximidad de
Pentecostés.
Son, treinta más uno,
los días del mes de mayo con una flor distinta para sus veinticuatro horas y
con un lenguaje con diferente pensamiento para cada jornada. Al final de una
pequeña reflexión se indica una “intención” o “petición” para que la Madre la
presente en carta personal y firmada en nombre de sus hijos e hijas ante el
mismo Dios.
Cuando tejía este complicado
trabajo y observaba la riqueza y el colorido, las circunstancias y los
entresijos del mundo de las flores… pensaba en la pluralidad, en la diversidad
de tantos de nosotros y cómo, más allá de las pequeñas diferencias, somos
capaces de presentarnos ante la Virgen con una oración (Ave María) para decirle
que por encima de todo somos hermanos y que le confiamos avatares y luchas,
éxitos y fracasos, salud y sufrimientos, fe y dudas, esperanzas y tropiezos,
iglesia, sacerdotes, laicos, religiosos/as, presente y futuro.
Son, treinta y una,
las flores y plantas que os regalo como ayuda para vuestra oración, reflexión
personal o comunitaria. Podrían haber sido, os lo digo sinceramente, muchas
más.
¡No os podéis ni imaginar el montón de ellas que llamaban a mi puerta
deseando entrar para participar de esta ofrenda a la Virgen en el mes de mayo!
Espero que os sirva
esta iniciativa.
Te amo madrecita
santa. Gracias por interceder por nosotros ante tu DIVINO HIJO JESUCRISTO!
Javier Leoz
Párroco de San Juan Evangelista
Peralta (Navarra)
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