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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

viernes, 31 de mayo de 2019

Canción: El Magníficat. Viernes, 31 - mayo - 2019

"Ventana abierta"

CUENTO SOBRE EL ÁGUILA QUE NO SABÍA VOLAR. 31 - Mayo - 2019

"Ventana abierta"


CUENTO SOBRE EL ÁGUILA QUE NO SABÍA VOLAR
Por Quim Muñoz



Me contaron, una vez, una historia que recuerdo a menudo.  Hablaba sobre una familia de águilas que perdieron a su hijo primogénito cuando, mientras planeaba surcando el cielo a gran altitud, fue alcanzado por los perdigones de un cazador en su ala derecha y, herida, se precipitó estruendosamente al suelo…  Muriendo al instante a causa del impacto.  Su madre, horrorizada, lo vio todo… Y jamás pudo borrar esa trágica imagen de su retina.

Tanto es así, que tomó una decisión desesperada: no enseñaría a volar a la menor de sus crías, para evitar así que la historia se repitiera.  De modo que hizo de su hija un auténtico y cómico personaje que se encontraba en boca de todos: el águila que caminaba…  Porque no sabía volar.

Pasaron los años y todos se acostumbraron a tal peculiaridad, salvo el padre de la criatura, que sufría al ver a su majestuosa cría convertida en poco más que un ave de corral.  Así que una mañana, al despuntar el alba, tomó a su hija y le rogó que la acompañara a dar un paseo.  Resultaba curioso ver a dos hermosas águilas caminando, una junta a otra, a lo largo del camino.

– Debes saber, hija mía, que tu naturaleza te llama a surcar los cielos, a volar a gran altura y a descubrir una visión del mundo que ahora desconoces– comenzó a decirle el padre.

– Pero, papá, mis alas no sirven para volar…  No son como las tuyas…  Las mías son para hacer bonito, un objeto decorativo…  Me lo dijo mamá- respondió la hija.

No queriendo descubrir –por amor, pudor y respeto- los miedos de su esposa ante su hija, el maduro águila obvió la cuestión de fondo y se limitó a responder:
– Yo te enseñaré cómo emplear tus alas para volar.  Y empezaremos ahora, planeando.
Para ello la condujo, siempre caminando, hasta la cima de la Montaña del Vuelo, un alto pico sobre el que se adivinaba a otras águilas que, en círculos, hacían guardia desde lo alto del cielo.

–  Vas a aprender a planear- le dijo.  Basta con que te arrojes al vacío y extiendas tus alas como ahora mismo estoy haciendo yo…  Nada más, y nada menos.  Si lo haces así, no habrá nada que temer…  El aire te sostendrá y te elevará.
La joven águila se asomó al borde de la montaña y descubrió el altísimo precipicio que le separaba del suelo…

– Hoy no, papá.  Tengo miedo.  Necesito tiempo.
Comprendiendo la dificultad que suponía para su hija, no quiso el padre forzarla, así que respetó su voluntad:
– De acuerdo, cariño, tienes un día entero para prepararte.  Mañana volveremos y saltarás.

Regresaron caminando a casa, en silencio.  Cavilando la una sobre sus temores, el otro sobre sus esperanzas.  En el hogar, la preocupada hija se acercó a su madre y le explicó lo que había sucedido y lo que su padre le exigiría al día siguiente.
Paralizada por el temor –y conocedora de que ningún ruego ablandaría la firme resolución de su esposo- la amantísima y preocupada madre dio un consejo a su hija:
– Haz una cosa, entrénate desde lugares menos altos para aprender cómo se hace.  Tienes hasta mañana para aprender.

A la más joven de las águilas le pareció una muy sensata observación, así que trepó a lo alto de un árbol, se alzó hasta su copa, extendió sus alas, se arrojó al vació…  Y cayó estruendosamente al suelo, machucándose la cabeza y el costado al impactar con las piedras que había en tierra.  Indignada, no lo dudó: fue a la busca de su padre.

– Papá, me has engañado: yo no puedo volar.  He subido a un árbol, me he arrojado al vacío y he caído a plomo.  Mis alas son decorativas, y tú eres un insensato.  Mamá tenía razón…  Mejor sigo caminando, es más seguro, es mi camino.
El padre la contempló con tristeza y le respondió:
– Hija mía, yo no te pedí que saltaras desde un árbol; te llevé a lo alto de una montaña para hacerte volar.  Porque tus alas necesitan de la altura para lograr sostenerte, son como un paracaídas.  Sin altura, sin asumir riesgos, no hay vuelo.  Tienes los medios, sólo es necesario que adquieras el valor para utilizarlos.  De lo contrario, tendrás que resignarte a seguir caminando…  Aunque en tu interior sepas que las alturas del cielo te están llamando.

Ese mismo día, la joven águila siguió los consejos de su padre y voló…  Aprendiendo, además, tres importantes lecciones que también a nosotros pueden sernos de gran utilidad en nuestra vida, que no siempre vivimos como debemos:

1. A menudo tenemos un potencial que desconocemos.

2. Sin correr grandes riesgos no hay grandes éxitos.

3. A veces nuestros seres amados, por un exceso de amor y celo, nos impiden desarrollarnos y alcanzar las metas a las que estamos llamados.

Sírvanos este mito-cuento como llamada de atención, como aviso que nos llega desde el cielo para que dejemos de lado todos nuestros temores, asumamos el reto, y descubramos la fantástica vida que nos espera si somos capaces de danzar con el riesgo.

Que pases un buen fin de semana.

Mes de Mayo dedicado a la Virgen María. Compromiso diario con María.

"Ventana abierta"

Saludo: Hola. Buen día

"Ventana abierta"

Canción: Ave María. 31 - Mayo - 2019

"Ventana abierta"

Evangelio: San Lucas 1, 39-56. Visitación de la Virgen María. 6ª Semana de Pascua.31 - Mayo - 2019

"Ventana abierta"

HOY EL RETO DEL AMOR ES CRUZAR LA CORTINA. 31 - Mayo - 2019

"Ventana abierta"


HOY EL RETO DEL AMOR ES CRUZAR LA CORTINA
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

ENTRE BASTIDORES

Sabiendo el polvo que traen las obras, con un montón de sábanas viejas fabricamos unas enormes cortinas, que han clavado al techo. Así, la zona de obras queda un poco aislada.
Reconozco que el estilo que ha cogido el monasterio me encanta. No sé si me siento princesa con esas “cortinas” de 5 metros, o actriz de teatro, a punto de ver levantarse el telón...
Ayer por la tarde iba pensando en estas cosas mientras me acercaba a paso ligero a la “cortina”, dispuesta a atravesar el pasillo. No me di cuenta de que una hermana hacía lo mismo que yo... desde el otro lado.
Llegamos a la cortina exactamente a la vez. Menos mal que tuvimos reflejos las dos para saltar hacia atrás: ¡No estamos acostumbradas a encontrarnos cortinas en mitad del pasillo!
Orando esto, me he dado cuenta de que la cortina es el precio de la protección. Sí, protege del polvo, no se ensucia la casa... pero también te oculta la realidad.
Y, justo en ese momento, me vino a la mente la imagen del sepulcro de Jesús. Nos dicen los evangelios que los apóstoles encontraron “los lienzos (o la sábana) tirados en el suelo”.
En su resurrección, Cristo volvió a apostar por nosotros, quiso salir a nuestro encuentro una vez más... y, una vez más, quiso hacerlo dejando atrás toda protección: ¡no quiere que haya nada entre Él y nosotros! Quiere vernos y que podamos verle, aunque eso suponga volver a ensuciarse los pies con el polvo del camino.
Efectivamente, amar siempre es un riesgo. Es permitir a otra persona entrar en lo más íntimo de ti, esa parte en la que se acaban tus protecciones. En el fondo, amar es siempre un acto de confianza. Es dejar atrás tus sábanas, tus cortinas, salir de tu mundo conocido para lanzarte a la aventura de descubrir a quien tienes enfrente.
Hoy el reto del amor es cruzar la cortina. Te invito a que hoy le des la mano a Cristo y permitas que Él te saque de tu planning. Pídele que te muestre la situación en que una persona necesita tu ayuda. Puedes pasar de largo, dejar que la cortina de la indiferencia o de las excusas te mantenga protegido... o puedes dar el salto a la aventura y descubrir que, detrás del polvo, en el camino, hay un regalo con forma de hermano que te entrega Jesucristo. ¡Apuesta por el amor! ¡Feliz día!
VIVE DE CRISTO
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¡Feliz día!
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Sólo se permite un uso para actividades de evangelización
siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.

Una secuencia de la película "El Padrecito", cantándole a la Virgen.

"Ventana abierta"

CUENTO SOBRE EL ÁGUILA QUE NO SABÍA VOLAR

"Ventana abierta"


CUENTO SOBRE EL ÁGUILA QUE NO SABÍA VOLAR
Por Quim Muñoz


Me contaron, una vez, una historia que recuerdo a menudo.  Hablaba sobre una familia de águilas que perdieron a su hijo primogénito cuando, mientras planeaba surcando el cielo a gran altitud, fue alcanzado por los perdigones de un cazador en su ala derecha y, herida, se precipitó estruendosamente al suelo…  Muriendo al instante a causa del impacto.  Su madre, horrorizada, lo vio todo… Y jamás pudo borrar esa trágica imagen de su retina.

Tanto es así, que tomó una decisión desesperada: no enseñaría a volar a la menor de sus crías, para evitar así que la historia se repitiera.  De modo que hizo de su hija un auténtico y cómico personaje que se encontraba en boca de todos: el águila que caminaba…  Porque no sabía volar.

Pasaron los años y todos se acostumbraron a tal peculiaridad, salvo el padre de la criatura, que sufría al ver a su majestuosa cría convertida en poco más que un ave de corral.  Así que una mañana, al despuntar el alba, tomó a su hija y le rogó que la acompañara a dar un paseo.  Resultaba curioso ver a dos hermosas águilas caminando, una junta a otra, a lo largo del camino.

– Debes saber, hija mía, que tu naturaleza te llama a surcar los cielos, a volar a gran altura y a descubrir una visión del mundo que ahora desconoces– comenzó a decirle el padre.

– Pero, papá, mis alas no sirven para volar…  No son como las tuyas…  Las mías son para hacer bonito, un objeto decorativo…  Me lo dijo mamá- respondió la hija.

No queriendo descubrir –por amor, pudor y respeto- los miedos de su esposa ante su hija, el maduro águila obvió la cuestión de fondo y se limitó a responder:
– Yo te enseñaré cómo emplear tus alas para volar.  Y empezaremos ahora, planeando.

Para ello la condujo, siempre caminando, hasta la cima de la Montaña del Vuelo, un alto pico sobre el que se adivinaba a otras águilas que, en círculos, hacían guardia desde lo alto del cielo.


–  Vas a aprender a planear- le dijo.  Basta con que te arrojes al vacío y extiendas tus alas como ahora mismo estoy haciendo yo…  Nada más, y nada menos.  Si lo haces así, no habrá nada que temer…  El aire te sostendrá y te elevará.

La joven águila se asomó al borde de la montaña y descubrió el altísimo precipicio que le separaba del suelo…

– Hoy no, papá.  Tengo miedo.  Necesito tiempo.
Comprendiendo la dificultad que suponía para su hija, no quiso el padre forzarla, así que respetó su voluntad:
– De acuerdo, cariño, tienes un día entero para prepararte.  Mañana volveremos y saltarás.

Regresaron caminando a casa, en silencio.  Cavilando la una sobre sus temores, el otro sobre sus esperanzas.  
En el hogar, la preocupada hija se acercó a su madre y le explicó lo que había sucedido y lo que su padre le exigiría al día siguiente.

Paralizada por el temor –y conocedora de que ningún ruego ablandaría la firme resolución de su esposo- la amantísima y preocupada madre dio un consejo a su hija:
– Haz una cosa, entrénate desde lugares menos altos para aprender cómo se hace.  Tienes hasta mañana para aprender.

A la más joven de las águilas le pareció una muy sensata observación, así que trepó a lo alto de un árbol, se alzó hasta su copa, extendió sus alas, se arrojó al vació…  Y cayó estruendosamente al suelo, machucándose la cabeza y el costado al impactar con las piedras que había en tierra.

  Indignada, no lo dudó: fue a la busca de su padre.
– Papá, me has engañado: yo no puedo volar.  He subido a un árbol, me he arrojado al vacío y he caído a plomo.  Mis alas son decorativas, y tú eres un insensato.  Mamá tenía razón…  Mejor sigo caminando, es más seguro, es mi camino.

El padre la contempló con tristeza y le respondió:
– Hija mía, yo no te pedí que saltaras desde un árbol; te llevé a lo alto de una montaña para hacerte volar.  Porque tus alas necesitan de la altura para lograr sostenerte, son como un paracaídas.  Sin altura, sin asumir riesgos, no hay vuelo.  Tienes los medios, sólo es necesario que adquieras el valor para utilizarlos.  De lo contrario, tendrás que resignarte a seguir caminando…  Aunque en tu interior sepas que las alturas del cielo te están llamando.


Ese mismo día, la joven águila siguió los consejos de su padre y voló…  Aprendiendo, además, tres importantes lecciones que también a nosotros pueden sernos de gran utilidad en nuestra vida, que no siempre vivimos como debemos:

1. A menudo tenemos un potencial que desconocemos.

2. Sin correr grandes riesgos no hay grandes éxitos.

3. A veces nuestros seres amados, por un exceso de amor y celo, nos impiden desarrollarnos y alcanzar las metas a las que estamos llamados.

Sírvanos este mito-cuento como llamada de atención, como aviso que nos llega desde el cielo para que dejemos de lado todos nuestros temores, asumamos el reto, y descubramos la fantástica vida que nos espera si somos capaces de danzar con el riesgo.

Que pases un buen fin de semana.

En la Catedral de Sevilla. 31 - Mayo - 2019

"Ventana abierta"


Por bula Papal, las tropas de Ingenieros entran a tambor batiente y con armas en la Catedral de Sevilla para rendir honores al Santo Rey Fernando. 

jueves, 30 de mayo de 2019

Saludo: Buenos días

"Ventana abierta"

Mes de Mayo dedicado a la Virgen María. Compromiso diario con María.

"Ventana abierta"

Evangelio: San Juan 16, 16-20. Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver. 6ª Semana de Pascua. 30 - Mayo - 2019

"Ventana abierta"


Canción a María: Bendita sea tu pureza... 30 - Mayo 2019

"Ventana abierta"

Canción: El amor. El Patito feo. Por José Luis Perales

"Ventana abierta"

HOY EL RETO DEL AMOR ES ACOGER LA SALVACIÓN GRATUITA QUE NOS DA CRISTO. 30 - Mayo - 2019

"Ventana abierta"


HOY EL RETO DEL AMOR ES ACOGER LA SALVACIÓN GRATUITA QUE NOS DA CRISTO

Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.

DIFERENTE POR ELECCIÓN

Hace poco me tuvieron que hacer una pequeña intervención en una uña del pie y, por unos días, tengo que llevar una chancla. Es decir, si me ves ahora mismo, voy un poco “llamativa”: en un pie llevo el zapato negro; y, en el otro, una chancla marrón (con un calcetín deportivo, azul y blanco, para más señas).
La verdad es que todo el mundo se queda mirando mi pie; es el diferente en el coro: todo son zapatos negros y, de repente, mi pie es distinto.
Con la mirada sólo se llega a descubrir su apariencia, que no es como la de los demás. Si no te lo explico, no puedes llegar a saber qué me ha pasado y por qué llevo una sandalia en un pie y un zapato en el otro. Y no es distinto por llamar la atención, es distinto porque lo necesita.
Jesús siempre actuaba diferente, había algo en Él que lo hacía distinto, y los que vivían a su lado lo decían. Lo que le caracterizaba es que veía a las personas, que siempre apostaba por amar, que nunca dejaba de amar.
Llegó a amar hasta dar su vida. Pero dio su vida entregándola. Nunca nos ha echado en cara el tener que dar la vida por ti o por mí. Lo hizo, estaba convencido, te ha salvado sin preguntarte, te ha amado sin preguntarte. Ahora está en tu mano decir sí o no a esta salvación, a este amor. Y es que el amor, cuando es gratuito, es diferente de todo. No pide permiso y actúa.
Si tú crees en Cristo, eres diferente. No tengas miedo a apostar por lo diferente. Tal vez se quedarán mirando a “tu pie distinto”, pero no pasa nada: tú sabes por qué llevas una sandalia en vez de un zapato.
Acoge la salvación de Cristo, su amor, y atrévete a ser diferente. Levántate, tenemos un día por delante para ser felices.
Hoy el reto del amor es acoger la salvación gratuita que nos da Cristo, acoger todo su amor por ti, ese amor que le llevó a morir clavado en una Cruz, ese amor que, en la Resurrección, ha vencido todas nuestras muertes. Abre tu corazón a su amor y te cambiará la vida totalmente. Hoy escribe tres mensajes de Whatsapp a tres personas que sabes que son diferentes, y llévales esperanza a sus vidas.
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miércoles, 29 de mayo de 2019

HOY EL RETO DEL AMOR ES VER, CON LOS OJOS DE DIOS, LAS TORPEZAS DE LOS QUE ESTÁN A TU LADO

"Ventana abierta"


HOY EL RETO DEL AMOR ES VER, CON LOS OJOS DE DIOS, LAS TORPEZAS DE LOS QUE ESTÁN A TU LADO



Hola, buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.


¡EL POLLO QUE SALTA DEL PLATo!

Estábamos comiendo en el refectorio y, sin yo advertirlo, me saltaron las lentejas fuera del plato. Pensé: “¡Vaya tontería!”… Y seguí comiendo.

Pero no pasaron unos minutos… Y, ¡ahora era un trozo de pollo que se escapó del tenedor y fue a parar a la mesa!… “¡Hala, pues sí que estamos buenas, vaya torpe que estás hoy!”… Y seguí comiendo… ¡Pero ahora era la salsa del pollo que salpicó fuera del plato y manchó toda la mesa!… “¡Bueno, ¿qué pasa aquí?!”…

La cosa me pareció seria y me paré en mi interior diciéndome: “Matildita, ¿qué te sucede hoy?” Pues comenzaba a impacientarme… “Ya, ya sé… estás cansada, y por eso no controlas la cuchara, el tenedor y el cuchillo. Pero estate tranquila… Has estado toda la mañana vendiendo en la tienda y no te ha bastado el reposo del rezo del Rosario, en el coro, para serenarte y descansar…”

Y, rápidamente, Jesús entró en escena:
“¿No es con paciencia y amor como yo te recojo todas tus torpezas y faltas de delicadeza para conmigo y con los hermanos?... ¿Es que no te vas a amar en tu pobreza y a tomarte con cariño, una y otra vez, como una madre toma en su regazo a su pequeño, cuando cae al suelo… ¡no una, sino dos, y tres, y más veces en el día!?”…

¡Jesús me trata con comprensión y amor en lo que no me gusta de mí y de los que están a mi lado: ellos como yo, necesitan mi paciencia y ternura! Nada de crispación y perfeccionismo… Ese no es el “sabor del Cielo” ni “la perfección” que Dios quiere de mí, sino misericordia y acogida, como Jesús, a lo que el hombre rechaza instintivamente, pero que a Dios le arranca una sonrisa de cercanía y un abrazo incondicional de Padre que se divierte con su hijo pequeño…

Hoy el reto del amor es ver, con los ojos de Dios, las torpezas de los que están a tu lado y las tuyas propias, porque Dios nos ama en ellas, más que si fuéramos intachables e irreprensibles… ¡Qué pases un feliz día!

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¡Feliz día!

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Mes de Mayo dedicado a la Virgen María. Compromiso diario con María.

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Nuestra moneda

"Ventana abierta"

Canción: Quién pudiera ser como Tú, María. y las frases más bellas sobre la Virgen María.

"Ventana abierta"

Evangelio: San Juan 16, 12-15. Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora... 6ª Semana de Pascua. 29 - Mayo - 2019

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Rincón para orar. PEDIR EN NOMBRE DE JESÚS. 29 - Mayo - 2019

"Ventana abierta"


Rincón para orar


Sor Matilde


PEDIR EN NOMBRE DE JESÚS


23b En verdad, en verdad os digo: lo que pidáis al Padre os lo dará en mi nombre. 
24 Hasta ahora nada le habéis pedido en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea colmado.
25 Os he dicho todo esto en parábolas. Se acerca la hora en que ya no os hablaré en parábolas, sino que con toda claridad os hablaré acerca del Padre.
26 Aquel día pediréis en mi nombre y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
27 pues el Padre mismo os quiere, porque me queréis a mí y creéis que salí de Dios.
28 Salí del Padre y he venido al mundo. Ahora dejo otra vez el mundo y voy al Padre. » (Jn. 16,23b-28)
Los hombres del Antiguo Testamento pedían a Dios-Yahvé lo que les era necesario para la vida: alimento, seguridad, verse libres de los enemigos, fidelidad y amor a este Dios… Pero ha llegado la hora en que el Padre ha entregado al Hijo, a Jesús, el poder de salvar y de dar la vida a los que creen en Él y lo aman, porque saben que: “el Padre ha puesto todo en sus manos”.
Pedir al Padre con fe, en Nombre de Jesús, es conseguir lo que pedimos, para dar gloria a Dios.
Y nos asegura Jesús que, si pedimos en su Nombre, recibiremos y “nuestra alegría será completa”. Y ¿Por qué tendremos una alegría “completa”?... Porque Jesús nos asegura que el Padre nos ama, porque hemos amado a Jesús y creído en su Palabra y sobre todo, creemos que Jesús ha salido del Padre para llegar hasta nosotros con su humanidad llena de la divinidad.
La fe en Jesús es fuente de inmensa alegría: nos alegramos de que Dios sea Dios y nosotros sus pequeñas criaturas, muy amadas de su Corazón…, pero también muy grandes porque somos depositarias de un gran tesoro que los justos y profetas del Antiguo Testamento desearon ver y creer: Todo el plan amoroso de Redención y Salvación que el Padre tenía escondido desde siglos eternos y que ahora se nos ha revelado en Jesús, su Amado Hijo… Él es enviado por el Padre para salvar a todos los hombres que lo acepten en su corazón y amen y adoren esta voluntad del Padre, tan inconmensurable como amorosa…
Nuestro Dios, en su voluntad y designio, nos es incomprensible a nuestra pequeña mente humana… Pero Dios no quiere de nosotros nuestra comprensión, sino nuestra voluntad rendida ante su Divinidad y una adoración muy sentida y humilde…
Pruebas nos ha dado Jesús, en su Palabra y en sus milagros de que Él es de arriba y nosotros de abajo… Y ha salido del Padre y ha venido al mundo, para volver de nuevo al Padre… Pero ya no vuelve solo, como descendió hasta nosotros, sino que ahora lleva tras Sí, una multitud de fieles creyentes que sólo desean, al salir de este mundo, estar con Él y con el Padre y gozar de la Excelsa Trinidad…
¡No es una quimera esto que deseamos, porque el mismo Espíritu Santo ha puesto este ansia es nuestro corazón y no puede engañarse, porque es Dios!… ¡Y menos engañarnos, porque nos ama con el mismo Amor con que ama al Padre! …
¡Señor, danos repetidamente este ansia de ir al Cielo!… ¡Ábrenos, en tu Amor, las puertas del Paraíso!… Amén, Amén…