"Ventana abierta"
Rincón para orar
Sor Matilde
EL ESPÍRITU SANTO OS GUIARÁ HASTA LA VERDAD PLENA
12 Mucho tengo todavía que deciros, pero
ahora no podéis con ello.
13 Cuando venga él, el
Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por
su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir.
14 El me dará gloria,
porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros.
15 Todo lo que tiene el
Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a
vosotros. (Jn. 16, 12-15)
Jesús, antes de su Pasión, les ha hablado a sus
discípulos de muchas cosas, pero muchas más son las que Jesús les quiere
comunicar. Unas veces, sus Palabras no las entendían y otras veces, las
comprendían a medias o de forma equivocada. Y es que la mente humana sirve para
lo que sirve, pero no está hecha para entender las Palabras divinas. Es obtusa
para las cosas de Dios: “el Espíritu es el que da vida, la carne no sirve de
nada”. Por esto, les dice Jesús: “no podéis cargar con ellas por ahora, sólo,
cuando venga el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad plena, porque
no hablará por cuenta propia”, pues, aunque el Espíritu Santo es Dios, es sobre
todo comunión, y sus Palabras, las que dice a los hombres, las ha recibido de
Jesús, la Palabra de Dios, y todo lo que tiene y dice Jesús es todo del Padre…
Así que, entre las Tres Personas Divinas, hay comunión de vida, de palabras, de
acción…
¡Oh Dios mío, que comunión tan profunda y estrecha!… ¡El
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo respiran la misma Vida y se la comunican a
los que creen en Dios y lo aman!… ¡Las Palabras de Jesús son las Palabras que
el Padre le ha transmitido y a su vez, el Hijo, nos las ha entregado con el
mismo Amor con que las recibió del Padre!... ¡Y el Espíritu Santo nos revela todo
lo que contienen estas Palabras y las imprime en nuestras memorias y las
recuerda en nuestro corazón, para que ya no hablemos sino Palabras de Dios!…
Y también san Juan dice de “el Espíritu, que nos
comunicará lo que está por venir”… ¿Y qué está por venir en la providencia de
Dios?: … Pues la última venida del Hijo de Dios, al fin de los tiempos…
No, no nos dirá “cuándo”, porque eso no lo ha revelado
Jesús, pero sí que nos dará la gracia para abrirle en cuanto llegue, porque los
siervos de Dios esperan cada día su Venida y cuando aparezca no les cogerá
desprevenidos, porque su vida fue un “velar y estar despiertos”… ¡Y ese momento
será glorioso para los que aman a Dios sobre todas las cosas, es decir, más que
a sí mismos!…
¡Esta expectación dichosa glorificará a Jesús más que
todas nuestras pobres obras y deseos de bien!…
¡Espíritu Santo, ven a nuestros corazones, toma posesión
de ellos y hazte una digna morada en nuestra alma!…
¡Danos esos gemidos inefables que atraen con prisa la
gracia de Dios!… ¡Santifícanos con ellos y no nos dejes salir de este Amor!...
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