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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

lunes, 18 de enero de 2021

Cuentos con moraleja: "El cirujano". Lunes, 18 - Enero - 2021

 "Ventana abierta"

El cirujano

Cuentos con moraleja del Padre Lucas Prados

 Mañana por la mañana abriré tu corazón - le explicaba el cirujano a un niño. 

Y el niño interrumpió: 

— ¿Usted encontrará a Jesús allí? 

El cirujano se quedó mirándolo, y continuó: 

— Cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo.

 — Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús ahí?, -volvió a interrumpir el niño. 

El cirujano se volvió hacia los padres, quienes estaban sentados tranquilamente. 

— Cuando haya visto todo el daño allí, planearemos lo que sigue, ya con tu corazón abierto. 

— Pero, ¿usted encontrará a Jesús en mi corazón? 

— La Biblia bien claro dice que Él vive allí. Las alabanzas todas dicen que Él vive allí.... ¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón! 

El cirujano pensó que era suficiente y le explicó: 

 — Te diré qué encontraré en tu corazón. Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en las paredes y vasos. Y aparte me daré cuenta si te podamos ayudar o no. 

Y el niño respondió: 

— ¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo. 

El cirujano no toleró más los insistentes comentarios y se fue. Se sentó en la mesa de su despacho y procedió a grabar sus estudios previos a la cirugía: 

— Aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardíaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable. — Terapia: analgésicos y reposo absoluto. — Pronóstico -tomó una pausa y en tono triste dijo-: muerte dentro del primer año. Entonces detuvo la grabadora. 

Pero, tengo algo más que decir: 

— ¿Por qué? -preguntó en voz alta– ¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué? 

De pronto, Dios, nuestro Señor le contestó: 

— El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí en el cielo, en mi rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera inimaginable para ti o para cualquiera. Sus padres un día se unirán con él; conocerán la paz y la armonía todos juntos en mi reino, y mi rebaño sagrado continuará creciendo. 

El cirujano empezó a llorar terriblemente; pero sintió aún más rencor, pues no entendía las razones. Y entonces replicó: 

— Tú creaste a este muchacho, y también su corazón ¿Para qué? ¿Para que muera dentro de unos meses? 

El Señor le respondió: 

— Porque es tiempo de que regrese a su rebaño; su tarea en la tierra ya la cumplió. Hace unos años envié una oveja mía con dones de doctor para que ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador. Así que envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que ayudara a mi oveja perdida a regresar. 

 El cirujano lloró y lloró inconsolablemente. 

Días después, luego de practicar la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño; mientras que sus padres lo hicieron frente al médico. El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó: 

— ¿Abrió mi corazón? 

— Sí -dijo el cirujano-. 

— ¿Qué encontró? -preguntó el niño. 

— Tenías razón, encontré allí a Jesús.  

Dios nunca crea o toma una vida en vano. Siempre tiene un profundo motivo y que no es otro sino el amor. En muchas ocasiones los hombres no “entendemos” ni “aceptamos” los planes de Dios; es entonces cuando nos rebelamos contra su voluntad. Si tuviéramos un poco más de fe, sabríamos que Dios siempre tiene una razón para todo; aunque Él no está obligado a comunicarla, y esa razón es lo suficientemente importante para justificar su modo de actuar. Si así lo hace es para nuestro bien, o para el bien de otra persona. De eso podemos estar totalmente seguros.

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