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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

domingo, 26 de abril de 2020

La importancia de los valores en la infancia. Cuentos para niños: La mentira de María

"Ventana abierta"


La importancia de los valores en la infancia


Los valores no se enseñan, se transmiten. Y esto puedes hacerlo tanto con el ejemplo diario, como narrando cuentos con valores donde se deje ver la acción de poner en práctica el valor en distintas circunstancias. Las historias no solo son narrativas entretenidas, sino que son leyendas con enseñanzas para toda la vida. Los cuentos cortos con valores permiten a los niños integrarse mejor en la sociedad, sociabilizar mejor con otros niños y caminar sin traumas hacia un futuro lleno de esperanza, equilibrio y respeto.

Los cuentos con valores para niños y niñas deben tener un vocabulario adaptado a ellos sabiendo que, a partir de un año, ya nos encontraremos ante la edad perfecta para comenzar a leer junto a los peques cuentos de este tipo.

Cualquier tipo de cuento que transmita claramente un valor es aconsejable, ya sean cuentos populares o cuentos originales, como los que puedes encontrar en nuestra web. Lo importante es que ese cuento se adapte a la edad del niño y a sus necesidades por etapas.

En los primeros tres años de vida es importante enseñar a los niños el valor de compartir, la responsabilidad de recoger los juguetes o de no decir mentiras, por lo que será muy divertido contar historias como Pinocho o Caperucita Roja en esta etapa.

Cuando el niño/a ya tenga edad escolar, el valor de la amistad será probablemente uno de los más importantes, así como el de la tolerancia, la igualdad, la empatía, la confianza y/o la bondad. Será el momento adecuado de ayudar al niño a la niña a integrarse en el mundo y a tener sus primeros contactos sociales. En esta etapa escolar los prejuicios al conocer a alguien diferente son muy habituales, por lo que los cuentos pueden llegar a tener un papel verdaderamente importante en la concepción del mundo que se vaya haciendo el niño o niña en cuestión.

Transmite siempre valores positivos a tus peques, como el valor de la tolerancia, que podemos ver en cuentos como Dumbo o El Patito Feo.

Cuando los niños ya estén integrados en la escuela, será importante leerles otros cuentos de valores más complejos como la sinceridad, la valentía, el agradecimiento, la unión familiar… o reforzar otros ya aprendidos como pueda ser  la responsabilidad, el esfuerzo o la amistad. El cuento de Los tres cerditos es muy didáctico para que entiendan que el esfuerzo a largo plazo es el pilar de un futuro digno.

Ya después, durante la adolescencia, no pierdas la costumbre de leer en familia historias adaptadas a la edad en las cuales se transmitan valores que les sean útiles para enfrentarse a sus nuevas etapas. Con este tipo de lecturas se busca que refuercen su autoestima y la confianza en sí mismos.

Y recuerda que, además de los cuentos cortos con valores más populares, siempre tienes la oportunidad de crear tus propios cuentos de valores para niños y niñas. Seguro que te divertirás mucho creándolos y tus niños escuchándolos.

Cuento para niños: 

La mentira de María


Las mentiras no son buenas, pero a veces nos podemos sentir tentados por decir una muy pequeña. Y es que a veces las mentiras parece que pueden salvarnos de alguna que otra regañina y sacarnos de problemas en unos segundos, facilitando así muchas cosas, como por ejemplo el hecho de recibir regalos, dulces o mimos.

Pero lo que es verdaderamente cierto, amiguitos, es que las mentiras tienen las patas muy cortas, y siempre se descubren y convierten una pequeña situación incómoda en un problema muy grande, sin contar que a menudo lastimamos a los demás al decir mentiras y ya nadie confía en nosotros por engañar. Y esa dura lección fue la que tuvo que aprender una niña llamada María, gracias a una terrible mentira que la metió un día en un problema muy grande.

La historia comienza en un día cualquiera en la escuela cuando María, que era muy traviesa y le gustaba mucho hacerle bromas a sus compañeros, hizo que su amiga Tania llorara, se enfadara con ella y le contara a la profesora su travesura. Entonces la maestra habló con María seriamente y le dijo que llamara a sus padres, que quería hablar con ellos al día siguiente en la escuela:

- Oh, eso no podrá ser de momento­ -contestó María ideando una mentira para escapar de la situación‑, mamá ha estado un poco delicada de salud y papá la tiene que cuidar.

Inmediatamente la maestra se preocupó y preguntó a María que era lo que tenía su madre:

- No estoy muy segura, pero no puede levantarse de la cama y papá no puede dejarla, solo para ir al trabajo– respondió María.

Al día siguiente, a la hora de pasar lista, la maestra muy atentamente preguntó a María si su madre ya se encontraba mejor, a lo que ella respondió:

- Muy mal, no creo que pueda venir a la escuela estos días.

Una respuesta que alarmó mucho a sus compañeros de clase, que fueron muy atentos con ella colmándola de atenciones para animarla. A María la mentira le hacía sentir un poco mal, pero en el fondo le gustaban mucho los dulces y los mimos, por lo que no había mal que por bien no viniera y decidió mantener la mentira durante bastante tiempo.

Al igual que una bola de nieve rodando, cada vez la mentira se hacía más grande y todos pensaban que la mamá de María estaba muy mal en casa, por lo que se sentían muy preocupados por ella. Sin embargo, como siempre pasa con las mentiras, finalmente la verdad salió a la luz el día que la maestra de María se encontró con la mamá en el supermercado. Cuando la maestra de María  preguntó preocupada por su salud, la madre respondió:

- No he estado enferma desde hace mucho tiempo… ¡estoy tan fuerte como un roble!

Aquella frase dejó al descubierto la fatal mentira de María.

Al día siguiente, y como siempre cuando se pasaba lista, la maestra preguntó por su mamá a María y la niña contó lo mal que estaba, como venía haciendo desde semanas atrás.

- ¿En serio, María? – Preguntó la maestra muy molesta.

- Sí – Respondió la niña algo confundida.

Tras aquella respuesta la maestra se levantó y salió del salón. Cuando volvió la sorpresa fue enorme para todos, pues la mamá de María entró en el aula detrás de ella. Parecía muy disgustada, y en aquel momento la maestra aprovechó la oportunidad para enseñarles una lección importante a todos:

- "Las mentiras son malas y tienen las patas muy cortas. Lastiman a quienes más queremos y terminan empeorando una situación, porque la verdad siempre sale a la luz, no importa cuánto tarde".

Ningún compañero se dio cuenta de lo que había pasado, pues pensaron que por fin la mamá de María se había curado, pero aprendieron también aquel día que las mentiras nunca son una buena opción. 
María, por su parte, que sí sabía muy bien de que hablaba su maestra, se acercó a pedir perdón a su mamá y a su profesora al término de la clase  comprometiéndose a no decir mentiras nunca más. 
Aquel apuro había sido una lección suficiente para María, que vio en la cara de su mamá la realidad de que lastimar a alguien con una mentira no vale nada la pena.

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