"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
"Espíritu Santo, en este día en que recordamos a San Cayetano, modelo de caridad y confianza en la Providencia, me presento ante Ti con el deseo profundo de que renueves mi corazón.
Tú, que inspiraste a San Cayetano a dejarlo todo para servir a los más pobres y necesitados, despierta en mí esa misma pasión por el Reino de Dios. Enséñame a vivir con generosidad, a no apegarme a las riquezas ni a los honores, sino a buscar siempre el bien del otro, con un amor activo que se hace concreto en obras de misericordia.
Espíritu Santo, dame un corazón desprendido, que no tema al sacrificio y que sepa confiar en la providencia del Padre. Ayúdame a vivir cada día sin ansiedad por el futuro, creyendo que quien se entrega por entero al amor será sostenido por Ti.
Hoy te pido también por quienes están pasando necesidad: por los que no tienen trabajo, por los que sufren enfermedades, por los que han perdido la esperanza. Que tu presencia los consuele y tu poder les abra caminos nuevos.
Ven Espíritu Santo, transforma mi vida como transformaste la de tantos santos. Santifica mi hogar, mi comunidad, mis decisiones. Que la llama de tu amor me impulse a vivir con entrega, alegría y fe firme, como lo hizo San Cayetano.
Gracias por ser mi guía constante,
por hablarme en lo profundo del corazón, por llamarme cada día a vivir con más
amor y menos egoísmo. Hoy me abandono a Ti, sabiendo que no me faltará nada si
camino contigo.
Amén".
Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 7 de agosto
"Espíritu Santo, en este día en que recordamos a San Cayetano, te pido que siembres en mi corazón un amor activo, comprometido y generoso. Enséñame a desprenderme de lo superficial y a vivir con sencillez, confiando en que tu providencia me sostendrá. Quiero aprender a amar sin medida, a ayudar sin esperar recompensa, a ofrecer mi tiempo y mis recursos por el bien de quienes más lo necesitan.
Así como santificaste la comunidad de San Cayetano, te ruego que también santifiques mi entorno: mi familia, mis amistades, mi comunidad. Transfórmanos en un grupo unido por el amor, la fe y la entrega. Que podamos vivir como los primeros cristianos, sostenidos por la esperanza, llenos de alegría en medio de la pobreza, sabiendo que somos cuidados por el amor del Padre.
Espíritu Santo, haz de nosotros una comunidad santa, en la que tu luz brille y tu presencia transforme cada rincón de nuestras vidas.
Amén".
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