"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
“Ven Espíritu Santo, tú que derramas luz para comprender las cosas,
enséñame a reconocer los mensajes de mi vida.
A veces, cuando miro hacia atrás, veo los momentos negros y tristes de mi
propia historia; brotan recuerdos que me hacen sufrir.
Ayúdame a mirar mi historia con otros ojos, para que pueda reconocer tu
presencia en esos momentos, y así descubra lo que has querido enseñarme a
través de esos acontecimientos.
Ven Espíritu Santo, para que vea que todo tiene algún sentido, alguna luz,
algún para qué.
Ven, para que recuerde con gozo los momentos bellos, grandes y pequeños, para
que pueda descubrir que, a pesar de todo, valió la pena haber vivido.
No permitas que las nubes me impidan ver el sol que también ha brillado a lo
largo de toda mi existencia. Ilumina mis ojos, Espíritu Santo, para que pueda
reconocerlo, y sepa darte gracias con sinceridad por mi vida entera.
Amén”.
Oración inspirada en la reflexión de Los Cinco Minutos del Espíritu Santo del 3 de agosto
"Espíritu Santo, luz del
alma, hoy quiero detenerme un momento contigo y mirar mi historia con tu
claridad.
Ayúdame a sanar esas heridas del pasado que todavía duelen, esas memorias
oscuras que me visitan sin avisar.
Enséñame a descubrir que incluso en mis momentos más difíciles, tú estabas
allí, acompañándome en silencio, guiándome hacia un propósito mayor.
Hazme ver que en cada caída hubo una enseñanza, y en cada lágrima, una semilla
de crecimiento.
No dejes que la tristeza me nuble la memoria de los momentos hermosos, esos que
me han dado fuerza y esperanza.
Espíritu Santo, dame la gracia de agradecer por todo lo vivido, lo bueno y lo
difícil, porque todo ha sido parte del milagro de estar vivo.
Hoy reconozco que mi vida tiene sentido, que tú la habitas, y que contigo todo
tiene un propósito.
Gracias por no soltarme nunca.
Amén".
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