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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

jueves, 27 de agosto de 2020

REFLEXIÓN PARA EL JUEVES DE LA VIGÉSIMA PRIMERA SEMANA DEL T.O. (2) 27 - Agosto - 2020 - MEMORIA OBLIGATORIA DE SANTA MÓNICA.

"Ventana abierta"


De la mano de María
Héctor L. Márquez (Conferencista católico)

REFLEXIÓN PARA EL JUEVES DE LA VIGÉSIMA PRIMERA SEMANA DEL T.O.  (2) - MEMORIA OBLIGATORIA DE SANTA MÓNICA


“Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre”.

La liturgia de hoy nos ofrece la parábola del siervo vigilante (Mt 24,45-51), una de las llamadas “parábolas del juicio”, que nos presentan la inminencia e impredictibilidad de la segunda venida de Jesús y el Juicio que la acompañará: “Estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón, estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre”.

Mateo coloca esta parábola inmediatamente después de la de “los tiempos de Noé”, en la que Jesús nos presenta a los de ese tiempo comiendo y bebiendo, y casándose como si nada fuera a ocurrir, hasta que de súbito fueron arrastrados por el diluvio. No se trata de que estuvieran haciendo nada malo; no hay nada malo en disfrutar de los placeres de la vida. El problema surge cuando nos entregamos a los placeres al punto que estos nos alejan de Dios, nos hacen perder nuestra espiritualidad, conformándonos con “no hacer el mal”.

La parábola de hoy nos coloca en medio de nuestra realidad de día a día. La “vida” nos presenta muchas oportunidades para “pasarla bien”, y cada vez nos vamos dejando arrastrar por los placeres (siempre tendremos tiempo para arrepentirnos; ¡y hasta para confesarnos!). Y como nuestra “hora” no ha llegado aún, continuamos hundiéndonos cada vez más en la autocomplacencia porque el “amo” no está (¿de verdad?) y no llega todavía. Pasamos por alto que en cualquier momento este puede llegar y encontrarnos como el criado canalla que maltrató a sus compañeros y se dedicó a comer y beber con los borrachos, hasta que el día y la hora en que menos se lo esperaba, llegó el amo, lo sorprendió y lo hizo pedazos, “mandándolo a donde se manda a los hipócritas (otra vez esa palabra)”, a ese lugar donde “será el llanto y el rechinar de dientes”.

Esta parábola, al igual que las otras “parábolas del juicio”, nos invita a hacer introspección, examen de conciencia, y preguntarnos. ¿Soy como el criado vigilante, o me identifico con el criado canalla? ¿Cómo sé si voy a ver el amanecer de mañana? Si el amo llega sin avisar, ¿cómo me encontrará?

Hoy celebramos la memoria obligatoria de Santa Mónica, madre de San Agustín, quien a pesar de tener una madre santa, llevaba una vida licenciosa que le hacía hundirse cada día más profundamente en el pecado, llegando a incurrir en herejía. Gracias a las oraciones de su madre, Agustín logró ver sus errores y convertirse en un “criado vigilante”.

Hoy el Señor nos habla a través de esta lectura, y nos está diciendo que todavía estamos a tiempo, aunque no sabemos si nuestro día y hora van a ser hoy… Jesús nos advierte, no nos acusa, y siempre nos espera en el sacramento de la reconciliación. ¿Cuándo fue la última vez que te reconciliaste? Mañana puede ser tarde.

Si por motivo de la pandemia no tienes acceso al sacramento de la reconciliación, tranquilo… Haz un buen examen de conciencia y, arrepentido de corazón, pídele al Padre que perdone tus pecados. Tan pronto tengas la oportunidad, acude a la Reconciliación sacramental.

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