"Ventana abierta"
Rincón para orar
Sor Matilde
JESÚS LLAMA A SUS DOCE DISCÍPULOS
1 Y llamando a sus doce discípulos, les dio
poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda
enfermedad y toda dolencia.
2 Los nombres de los doce
Apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés;
Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan;
3 Felipe y Bartolomé; Tomás
y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo;
4 Simón el Cananeo y Judas
el Iscariote, el mismo que le entregó.
5 A estos doce envió Jesús,
después de darles estas instrucciones: « No toméis camino de gentiles ni
entréis en ciudad de samaritanos;
6 dirigíos más bien a las
ovejas perdidas de la casa de Israel.
7 Id proclamando que el
Reino de los Cielos está cerca. (Mt. 10, 1-7)
“Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti” (San
Agustín)…
Es muy interesante darse cuenta de que Dios cuando nos creó no necesitó “colaboradores”, a no ser la voluntad de la Trinidad Santa: el Padre que puso
su origen y poder, el Espíritu Santo que sopló con su amor y el Verbo que nos
hizo de la nada y quiso que existiéramos. De forma que, todos y cada uno de los
seres humanos, no somos producto del azar o de la casualidad o algo parecido,
como defienden ciertos hombres que no han conocido a Dios… ¡Somos fruto de un
Amor Único, de aquí nuestra dignidad!...Y diréis: ¿Y por qué estas
reflexiones?: Porque me sorprende que Jesús, para llevar a cabo la Redención de
todos los hombres, buscó “colaboradores” que tuvieran su mismo celo y Amor por
salvar almas… ¡Esta es la humildad de nuestro Dios!…
Y primero, se buscó “uno” que había de ser “la Roca”,
Petrus, la piedra, sobre la que edificaría su Iglesia: “el grupo de los
creyentes en Cristo”… ¡Este fue revestido de la fuerza de Dios con una fe
inconmovible en Jesús, Hijo de Dios y hermano de todos los hombres!… Porque
Jesús oró al Padre cercano a su Pasión: “Yo he pedido por ti, Pedro, para que
tu fe no se apague. Y tú, cuando te recobres (de tus debilidades) da firmeza a
tus hermanos”…
Y con Pedro elige otros once hombres que habían quedado
prendidos en su Persona y en sus Palabras de Vida: Andrés, hermano de Pedro y
otros dos hermanos: Santiago y Juan, Felipe, Bartolomé… y Judas Iscariote, el
traidor, ¡a quien amó Jesús también, con un amor de predilección!…
Y les mandó, no a los paganos primero, “sino a las
ovejas descarriadas de Israel”, a su pueblo elegido y siempre infiel… ¡pero muy
amado!... Y para esta misión les dio poderes sobrenaturales, ¡que nunca estos
hombres hubieran soñado poseer!: “En el Nombre de Jesús expulsarían demonios y
curarían toda dolencia y enfermedad”… ¡Y lo que “sólo Dios puede hacer”:
perdonar pecados y devolverles la amistad con Dios!…
¡Todos estos Dones inmensos para los hombres es el
anuncio de que “el Reino de los cielos ha llegado a la tierra”, Dios ha
visitado de nuevo a su Pueblo, pero ahora con la Salvación en la Persona Amada
de su Hijo Jesús, el Hijo de Dios!…
¡Haznos Señor, colaboradores de tu Reino, enciende con
tu Espíritu Santo el “celo por la salvación de las almas”… !Que un día podamos
“ver nuestros nombres escritos en el cielo” junto a tus doce apóstoles
escogidos!…
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