"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
"Te adoro
Trinidad santísima, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Te adoro aunque mi mente no
puede alcanzar tu misterio de amor. Te alabo y te bendigo Dios mío, y deseo
entrar en esa maravillosa intimidad de tres Personas. Gloria, gloria, gloria.
Toda la adoración de mi corazón se eleva a ti, Dios mío. Gloria al Padre,
gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo, ahora y por toda la eternidad.
Ven
Espíritu Santo. Te ruego que eleves mi corazón para adorar al Padre Dios, para
descubrir con gratitud que él es el Padre de Jesús, pero que también es mi
Padre. Te pido que me sostengas, Espíritu Santo, para que me quede en sus
brazos paternos y me deje amar por él, reposando en su santa presencia.
Amén".
Oración de meditación inspirada en la reflexión del 4 de abril
Padre amado, Hijo redentor, Espíritu Santo consolador, gloria a Ti por siempre. Espíritu Santo, ayúdame a entrar en la intimidad de la Trinidad, a reconocer que el Padre es también mi Padre y que su amor me sostiene.
Enséñame a descansar en sus brazos y a dejarme abrazar por su ternura. Que mi corazón adore sin cesar, y mi vida sea un canto de amor para Ti.
Amén”.
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