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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

sábado, 7 de septiembre de 2024

RINCÓN PARA ORAR. "JESÚS, TODO LO HA HECHO BIEN". Sábado, 7 - Septiembre - 2024

"Ventana abierta"

RINCÓN PARA ORAR

SOR MATILDE

JESÚS, TODO LO HA HECHO BIEN

31 Se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis.

32 Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él.

33 El, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua.

34 Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effetá», que quiere decir: «¡Ábrete!»

35 Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente.

36 Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban.

37 Y se maravillaban sobremanera y decían «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.» (MC. 7, 31-38)

En este Evangelio, le presentan a Jesús un sordo que además apenas podía hablar. Un hombre que está aislado de sus compañeros, pues ni oye, ni entiende, ni puede expresar nada, pues tampoco habla: un sordomudo.

Este hombre es la expresión de los que tienen embotados los sentidos y sabemos que “la fe entra por el oído”. Pues, este está taponado y la fe del hombre, si alguna vez tuvo alguna en otro tiempo, está paralizada, no ha podido crecer al no recibir oyendo la Palabra de Dios. Su situación es lamentable. Él no puede hacer nada por sí mismo, pero tiene hermanos que comprenden todo su drama y hacen algo por él: “lo llevan a Jesús”. Si Él no cura su sordera, nadie lo podrá hacer. Este es el momento en que los hermanos suplen con su fe lo que el enfermo no puede tener por la parálisis de sus sentidos.

Y Jesús, a solas, “apartándolo de la gente, mete sus dedos en los oídos del enfermo y con su saliva le tocó la lengua y a la palabra sagrada de “Effetá”, “ábrete”, se queda su lengua expedita y sus oídos oyen. ¡El asombro y la alegría, con la acción de gracias, acompañan a la multitud porque “todo lo ha hecho bien”!

Nosotros no podemos nada y, muchas veces, nuestras potencialidades están como paralizadas, pero cuando vamos a Jesús, todo cambia. Ir a Él para ser curados, esto nace de una fe y una confianza en Jesús que nunca queda defraudada: ¡Él lo puede todo, basta que tengamos fe! Y si vemos que nuestra fe es floja, que no confía lo suficiente, hagamos el acto de humildad de acudir a los hermanos para pedirles la ayuda de su confianza que es mayor que la nuestra. Pongámonos en sus manos para que “nos lleven a Jesús” y experimentemos la salud y la gracia en nuestro Médico divino, que es poderosísimo y no sabe sino hacer el bien y restaurar su creación que, a veces, está deformada por el pecado.

¡Jesús, sanador de nuestras dolencias e imperfecciones, acércate a mí con el mismo amor y entrega con que lo hiciste a este sordomudo! ¡Toca mis sentidos y sobre todo mi corazón para que, al calor de tu gracia, te vea y te oiga y me adhiera a tu Palabra que es capaz de sanar y salvar! ¡Dile también a mi sordera y a mi mudez: “Effetá" y te serviré como hijo de Dios y hermano tuyo por el amor!

¡Señor Jesús, hazme experimentar tu cercanía porque, si Tú no me llevas a ti, yo no podré ni siquiera llegar a tus pies y menos a tu Corazón para oír tus latidos y quedar empapado de amor y entrega a ti y a los hermanos! ¡Y si tu amor por mí sube de punto, pues es sin mérito alguno de mi parte, acércame a tu boca para oír tu Palabra que quiere llevarme a gozar de ti por toda la eternidad!

¡Sé que pido mucho y que excede hasta mi capacidad de recibir, pero tú eres Dios y quieres mostrarte ante mí Bueno, el único Bueno!

¡Qué así lo haga tu bondad! ¡Amén! ¡Amén!

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