"Ventana abierta"
Comentarios breves de Benjamín González Buelta, S.J.
Ya Jesús había dicho a los discípulos que subían a Jerusalén para anunciar el Reino de Dios. Allí encontrarían la oposición y la muerte. No es nada nuevo. . Como dicen los impíos en el Libro de la Sabiduría: Acechemos al justo..., sometámoslo a la tortura..., a ver si Dios lo libra. La palabra del justo vulnerable se enfrenta a un grupo injusto que oprime y mata con fuerza.
La sabiduría que viene de arriba, dice Santiago, siembra la paz y la justicia, contra los mecanismos de envidias y codicias que engendran contiendas y guerras. El mesianismo de Jesús no era de poder sino de servicio, no se imponía con espada y uniforme, sino que se sembraba con cuidado; no se aseguraba con cadenas, sino que se cuidaba con respeto. Los discípulos no entendieron nada. Mientras Jesús iba delante, tirando del grupo, ellos detrás iban discutiendo quién era el más importante, con una pesadumbre que los volvía lentos y agresivos. Jesús se siente solo, pero con paciencia enseña a sus discípulos una vez más que el más grande es el que acoge y sirve a los que son pequeños y vulnerables como el niño de la calle al que él abraza.
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